En aquel remoto pueblo rural de Rusia, los habitantes vivían en constante temor. Cada domingo, durante la misa, el sacerdote pronunciaba palabras que helaban la sangre: "Hermanos, hoy es el día de aquella bestia". Las miradas se cruzaban, y el aire se cargaba de ansiedad. ¿Qué significaba aquella advertencia? ¿Por qué debían encerrarse en sus casas y bendecirlas?
La tradición era clara: al llegar la noche del 11 de noviembre, todos debían refugiarse en sus hogares. Las puertas se cerraban con llave, y las velas se encendían. Las oraciones resonaban en las estancias, implorando protección divina. Nadie se atrevía a desafiar la orden del sacerdote.
¿Qué ocurría en las afueras del pueblo? Allí, en los límites del bosque, se decía que aparecía un alma en pena. Un espíritu atormentado, cuyo lamento se escuchaba en las noches más oscuras. Algunos afirmaban haberlo visto, una figura etérea que vagaba entre los árboles. Otros aseguraban que solo aparecía el 11 de noviembre, pero que su presencia se extendía durante todo el año, oculta en lo más profundo del bosque.
¿Qué tragedia había marcado a aquel espíritu? ¿Qué penas lo mantenían deambulando entre los árboles? Nadie lo sabía con certeza. Las leyendas se entrelazaban con los susurros del viento, y el misterio persistía. Los habitantes del pueblo, aterrados, preferían no indagar demasiado. Bastaba con cerrar las puertas, bendecir sus hogares y esperar que amaneciera.
Así transcurrían las noches del 11 de noviembre en aquel rincón olvidado. El alma en pena seguía su eterno peregrinaje, y los corazones latían con temor. ¿Quién era aquella bestia? ¿Qué secretos guardaba el bosque? Las respuestas permanecían ocultas, como las sombras que se alargaban bajo la luna. Y así, el pueblo continuaba su danza con lo desconocido, entre la fe y el miedo.
aquel espíritu en su vida fue una muchacha campesina que había sufrido los maltratos de sus propios familiares en los susurros del viento se escuchaban su nombre Adriana, ella es lamentablemente murió a los 14 años culpada injustamente de de brujería algo que ella nunca hizo fue asesinada brutalmente descuartizada y humillada
En las sombras del pasado, **Adriana**, la muchacha campesina, llevaba consigo un dolor insondable. Su vida transcurrió entre los campos y los maltratos de aquellos a quienes debía llamar familia. Los susurros del viento, como testigos mudos, pronunciaban su nombre con tristeza.
A los **14 años**, su inocencia fue arrebatada de manera brutal. Culpada injustamente de brujería, enfrentó la ira de quienes no comprendían su naturaleza. ¿Qué hechizos podría haber tejido una niña que solo conocía el aroma de las flores y el canto de los pájaros?
La noche en que la acusaron, las llamas danzaron en la plaza del pueblo. Los ojos de Adriana reflejaban el terror mientras la muchedumbre clamaba por justicia. Pero no hubo juicio imparcial, ni oportunidad de defensa. La histeria colectiva la condenó sin piedad.
**Descuartizada y humillada**, su cuerpo quedó expuesto como advertencia. Las mismas manos que alguna vez acariciaron la tierra ahora yacían inertes. El bosque, testigo silencioso, recibió su último suspiro. ¿Qué secretos guardó entre sus árboles? ¿Qué lamentos resonaron en la noche?
Adriana, alma en pena, quedó atrapada en el limbo. Su figura etérea vagaba entre los árboles, buscando respuestas que nunca hallaría. ¿Por qué la vida le negó justicia? ¿Por qué la condenaron a la eternidad de la soledad?
Los habitantes del pueblo, aún hoy, evitan mencionar su nombre. Pero el viento sigue susurrando, llevando consigo la historia de aquella muchacha campesina. Y en las noches más oscuras, cuando la luna se oculta tras las nubes, algunos afirman haberla visto: **Adriana**, la víctima de un destino cruel.
los ancianos de aquel pueblo se reunían, para contar la historia de aquella muchacha , una de las ancianas Luisa que contaba aquella historia era ,hermana.
de Adriana, ella la recordaba con tanto cariño, y con tanto dolor a ver su cuerpo muerto cuando la expusieron en todo el pueblo, y ella comenzó con aquel relato recuerdo que mi hermana Adriana, recuerdo que toda la gente del pueblo la miraba extraño y confundidos decían que parecía una muñeca de porcelana con sus ojos marrones oscuros igual que la tierra fértil, su pelo del mismo color tan rizado, y su piel pálida como la nieve, todo era alegría para ella hasta sus 4 años cuando perdimos a nuestro padre, luego quedamos mis hermanos y yo al cuidado de nuestras tías, los primeros días los trataron bien pero cambió, nos hacían trabajar muy duro apenas siendo unos niños nos maltrataban verbalmente pero la que se llevaba la peor parte era Adriana, le hacían los mismos maltratos pero peores humillándola y castigando la ferozmente, decían que era una desgracia y que nunca tuvo que nacer, ella solo lloraba era solo una niña de 4 años hasta que un día hicieron lo peor, Adriana había ido al pueblo a vender algunas cosas, pero no vendió nada y regresó a casa con las manos vacías luego mis tías no solo la regañaron sino agarraron una de las botellas donde almacenamos la leche y se lo rompió en el brazo derecho recuerdo los gritos de ella de dolor y sus llantos ella decía "Ay me duele me duele mucho mi brazo".
y luego se escuchó más llantos de parte de ella yo no hice nada porque justamente me cerraron en mi habitación y escuché los llantos de mi hermana, luego escuché a mis tías diciendo que la habían "encerrar en el sótano para que aprendiera y no le voy a nadar ni agua ni comida" , luego escuché como la arrastraban y abrieron la puerta de aquel sótano luego de unos minutos escuché un portazo, y a una de mis tias maldecir
luego mi hermana perdió su brillo en sus ojos su mirada se volvió completamente fría ya no era la niña y no inocente cuando las castigaban encerrándola en el sótano mis tías se encerraban con ella a maltratarla a darle cortes en sus extremidades y latigazos y lanzándole botellas, después dejaban a sus esposos Caleb y Boris a cargo de ella. y qué hacían esos desgraciados, invitaban a sus amigos para violar a mi hermana, escuchaba como ella pedía auxilio su frágil voz gemía del dolor y sufrimiento, la dejaban como dos semanas en aquel sótano y luego la soltaban como si nada obligándole a trabajar como un animal aunque ella trabajaba porque la obligaban él llamaba mucho atender a los animales de aquella granja era su único refugio, también se iba a un campo de margaritas conmigo era el único momento que podía estar con ella no hablábamos solo lo sentábamos y nos quedábamos mirando el entorno no lo intentaba buscar conversación porque veía el dolor en sus ojos, una vez que estábamos en aquel campo, nuestros tíos Caleb y Boris no estaban esperando los vieron con una mirada enfadada y mencionaron con aquellas palabras de furia Luisa ve a tu habitación mientras que tu mocosa vas a estar aquí con nosotros, vi como Adriana tembló intentó decir pero por qué qué hecho pero se acercaron a ella y le dieron una cachetada tan fuerte que la tumbó al piso yo corrí justamente para consolarla pero me gritaron luisa ve a tu habitacion de una maldita vez, yo fui a mi habitación pero en realidad yo me escondí en un rincón y vi que ellos llamaron a sus amigos y luego aquellos hombres extraños miraron a mi hermana hicieron comentarios o en realidad es muy hermosa quisiera ver esa carita dulce tan profanada, y otro pronunció es tan estúpida que ni se puede defender luego la maltrataron físicamente rasguñándola golpeándola humillándola y luego entre los 6 la violaron
habían pasado alrededor, de 4 años y los castigos eran peores ya mi hermana Adriana tenía 14 años mientras que yo tenía 12, ella se encargaba del ganado Y eso luego iba a pueblo a vender los productos que habían producido los animales si ella tenía una buena ganancia no le hacía nada la dejaban en paz todo el día pero sí es lo contrario no vendía nada su castigo era horrible, una noche entré a la habitación de mi hermana y le dije "hermanita quiero hablar contigo sé que no eres tan cercana a mí pero quiero hablar contigo he visto todos estos años que has sufrido y quiero ayudarte", y recuerdos las palabras tristes de mi hermana "Luisa No te preocupes Yo estaré bien no quiero que aquellos monstruos te hagan lo que me hacen te quiero ver a salvo, no quiero que sufras no te metas por favor te lo digo por tu bien yo puedo aguantar" , vi como sus mejillas rosadas goteaban sus lágrimas, y lo último que me dijo es que me fuera a mi habitación solo accedí me acosté en mi cama y apagué la vela
Aquella mañana, como siempre, seguimos nuestra rutina diaria. Me tocó preparar el desayuno, que consistía en un simple pedazo de pan. Las dos compartimos la comida y notamos que nuestros tíos no estaban en casa. Después de comer, Adriana se dirigió al lugar donde estaban las vacas. Comenzó a ordeñarlas con destreza y luego se ocupó de las gallinas, alimentándolas con maíz. También atendió a las cabras y buscó las cubetas de leche que había recogido. En ese momento, me dijo: "Luisa, parece que este día estará lleno de paz". Sentí una chispa de alegría, pues parecía que mi hermana no estaba tan triste. Le respondí: "Claro que sí, hermana. Esperemos que este día sea muy alegre para nosotras".
Sin embargo, aquellas palabras optimistas se tornaron en su contrario. Ese día, justo el **9 de noviembre del año 1623**, marcó un giro trágico en nuestras vidas. Mientras Adriana cargaba las cubetas de leche, yo la ayudaba, consciente de que eran demasiadas. Pero entonces, un alboroto cerca de nuestra casa atrajo nuestra atención. La gente se agolpaba, y nuestras tías señalaron a Adriana con acusaciones terribles: "¡Ahí está! ¡Ahí está la bruja, el engendro del demonio! Ha causado mal a nuestro pueblo. No se dejen engañar por su apariencia. Es solo un truco que ella utiliza".
El mundo se volvió oscuro en ese instante. El destino de Adriana, marcado por la crueldad y la ignorancia, se selló en aquel día fatídico. ¿Qué fuerzas invisibles conspiraban contra ella? ¿Cómo podíamos protegerla de la ira de aquellos que no veían más allá de sus prejuicios?
Los gritos de "bruja" resonaron en el aire, y un grupo de aldeanos la arrastró como a un animal salvaje. La llevaron a un lugar que apenas recuerdo, y allí, en medio de la confusión y la histeria, se llevó a cabo un juicio. Acusaciones atroces se tejieron en su contra, pero mi corazón se encogió cuando el juez pronunció la sentencia: "Adriakisca, serás condenada a muerte por traicionar a nuestra religión y por el pecado atroz de la brujería".
Mis gritos desesperados no cambiaron nada. La injusticia se cernía sobre mi hermana, y yo, impotente, veía cómo la llevaban hacia su destino fatal. ¿Cómo podía ser que la verdad no prevaleciera? ¿Cómo podían condenarla sin pruebas reales? El mundo se volvía oscuro, y mi corazón lloraba por Adriana, víctima de una sociedad cegada por el miedo.
mientras tanto con Adriana fue arrastrada por unos cuantos hombres hacía un calabozo luego la despojaron de sus prendas dejandola solo con una batalla blanca y larga de mangas que cubrían todo el brazo luego comenzaron a golpear la sala suavemente pero cada vez aumentaba la intensidad pararon porque vieron que le dejaron el rostro completamente morado y lleno de sangre, luego se fueron a sus cuerpos donde le dieron varios latigazos y cortado su piel y haciendole torturas más horribles después la obligaron a meterse en una tina de agua sucia luego echar un limón para hacer que sus heridas abiertas ardiera ella gritaba y suplicaba que tuviera piedad pero ellos solo la callaban y seguía esa noche la dejaron por 2 horas sola ella intentó dormir pero no pudo se sentía tan débil no tenía ni fuerzas para levantarse hasta que luego de dos horas llegaron de nuevo pero sostenía hachas y luego mencionaron ven acá luego la arrastraron y la llevaron a la parte principal del pueblo la lanzaron al piso y comenzaron a reír luego unos cuatro hombres la agarraron, por las 4 extremidades mientras que uno se acercaba con un hacha primero comenzaron a cortar sus piernas ella comenzó a gritar bastante fuerte y decía por favor No hagan esto qué he hecho para merecerme esto paren lo que ella no sabía que su hermana Luisa estaba observando la escena estaba intentando de protestar pero sus tías la estaban agarrando para que no interrumpiera luego el hombre al harto de sus gritos dejó de cortar sus piernas y las lanzó hacia un lado tiro el hacha y le dijo a uno de los hombres que estaba si tenía una navaja el hombre accedió y se lo dio y luego se acercó a la cara de Adriana y le corto la lengua mi hermana solo pudo quejarse ya porque su lengua había sido arrebatada luego fueron a sus brazos hicieron lo mismo con sus piernas la cortaron sin compasión hasta que cortaron todas sus extremidades el que lo hacía se alejó un poco del cuerpo de mi hermana viéndola como si fuera una obra maestra luego se acercó de nuevo y le dio un hachazo en la cabeza así se escucha lo último quejido de mi hermana y cayó el suelo muerta, luego me balancea hacia el cuerpo de mi hermana abrazándolo vi comencé a gritar de dolor pero un par de campesinos me alejaron luego dejaron el cuerpo de mi pobre hermana tres días y luego se lo llevaron me imagino que fue al bosque pensé que nunca la volvería a ver
Pero lo que no sabía los aldeanos que habían cometido un grave error.
Habían pasado alrededor de 3 meses y nadie decía ni el nombre de mi hermana nadie hablaba de ella como si nada hubiera pasado nada, hasta esa fatídica noche todavía vivía con mis tíos era menor de edad y era lo único que me quedaba, habían hablado de meterme a un convento no tenía ni voto ni palabra entonces tuve que acceder una semana antes de irme era una noche bastante fría estábamos en el mes de febrero no recuerdo si era primero de febrero o cinco, yo estaba terminando los quehaceres de la granja hasta que escuché un en una casa de mi vecino estaban gritando de terror.
Luego fui a investigarlo y lo que vi era que estaba completamente muerto de una forma bastante horrible su cara estaba completamente desfigurada y se veía que le habían arrancado los ojos tenía , tenía el pecho completamente abierto la habían sacado el corazón también tenía manchas extrañas en su cuerpo pareciera que fuera sin tomar de la peste negra y algo perturbador que estaba escrito al lado del cuerpo era "Que Dios perdone tu alma porque la mía no tiene salvación"
Cuando leí eso tiene escalofrío tenía un presentimiento que era mi hermana pero era imposible ella ya estaba muerta.
Pero no era la única víctima, los hombres que participaron en el juicio de mi hermana también amanecieron muertos de la misma forma todo el pueblo estaba asustado incluyéndome a mí estaba reflexionando de qué había hecho quién había hecho, pasó un tiempo no recuerdo si 1 o 5 meses, estaba dormida en mi habitación como siempre hasta que escuche un escándalo en la parte principal de la granja y la trasera fui a ver
Y quedé completamente helada, vi a mis tíos muertos como encontraron a la primera víctima pero lo que más me dejó en shock fue quién causó esto era Adriana, estaba completamente sucia con el pelo mal cortado ya no eras mi hermana su camisón estaba completamente ensangrentada.
Su brazo izquierdo estaba completamente podrido con garras negras mientras que su brazo derecho sostenía el hacha que le quitó la vida, a nuestro tíos, luego las únicas palabras que salieron de mi boca fueron "A--Adriana, qué has hecho!?.
Luego te iba a verme y se acercó a mí pensaba que me había asesinar pero ella solo me abrazó y me susurró.
"Luisa Mi pequeña niña, ya eres libre ya no vas a sufrir como yo lo hice"
Luego de susúrrame aquellas palabras ella se alejó y desapareció por el bosque, estaba completamente asustada pero me sentí bastante mal, un dolor de cabeza insoportable que duró 5 minutos hasta que caí al suelo.
Después desperté y todos los vecinos estaban rodeándome creyendo que era la única superviviente, me preguntaron qué pasó y les conté todo pero todo se le helaron la sangre cuando dije el nombre "Adriana".
Todos invitaron hablar de ella y ahora la conoce como la "niña de blanco" "otili otili bom" y recuerden, nunca reten a Adriana