No te quedes despierto hasta tarde
Mario era un niño de cinco años bastante amigable, un poco despistado y travieso, pero muy sociable, pero después de aquel día no se supo nada más de él.
Era un día como cualquier otro, Mario, aquel día había ido al parque, había estado jugando con su mejor amigo toda la tarde, y después se había echado la siesta, habíamos quedado con unos amigos aquella tarde asique no queríamos que estuviera cansado, cuando se despertó, nos fuimos con aquellos amigos, tenían un hijo, asique Mario no se aburrió, Cuando volvimos a casa, él afirmó que no estaba cansado, intentamos convencerle de que se fuera a dormir, pero el pasó del tema, nos dijo que si podía irse a ver la tele en el salón, pensaos que como se había echado la siesta, no tendría sueño, asique le dejamos con la condición de que no se quedara despierto hasta tarde.
Ese fue el comentario que realizo el padre del niño, cuando uno de los investigadores le hizo la simple pregunta, de "¿Qué paso aquel día?" por desgracia, como habréis notado, esta incompleto, no es porque no se tenga datos, sino porque no se supo nada más del niño.
Al día siguiente salió en el periódico el titular "NIÑO DESAPARECE MISTERIOSAMENTE SIN DEJAR RASTRO" pero pocos supieron que fue lo que realmente le pasó a este niño.
No estaba muy cansado, asique le pedí a mamá y a papá si podía quedarme en el salón a ver dibujos animados, ellos trataron de convencerme de que me fuera a dormir, pero yo insistí: "Por favor, que me he echado la siesta". Repliqué, al final, aceptaron y se fueron a la cama, yo me fui corriendo al sofá, agarre el mando, y me puse a ver mis dibujos animados favoritos, trataban de un cocodrilo y un explorador que vivían aventuras juntos, me gustaban mucho y siempre me divertía, no sé cuanto tiempo pasé mirando al televisor, pero me pareció poco, cuando quise darme cuenta, ya era casi la una de la madrugada, apague rápido la tele, pero como me dio miedo ir hasta mi habitación a oscuras decidí tratar de dormirme en el sofá, pensé que por la mañana alguno de mis padres vendría, y me vería dormido en el sofá y pensaría que al final sí que me había quedado dormido, asique trate de dormirme.
Al cabo de un rato escuche un pequeño sonido, era como si algo se estuviese rayando, "grrrrrr", "grrrrrr". No paraba de oírlo pero trate de no darle mucha atención, a lo mejor solo había sido mi imaginación.
Después me dormí, pero no tardé mucho en despertarme, el sonido era cada vez más fuerte, "GRRRR", "GRRRRR".Me asuste bastante, pero me atreví a decir algo: "¿Mamá? Nadie respondió.
"¿Papá?"
No paso nada, entonces lo vi, era una figura delgada que parecía alta, era casi cadavérica, estaba paralizado, solo podía ver su sombra a lo lejos, y entonces lo oí:
"Deberías estar dormido, los niños que se quedan despiertos hasta tarde, se vienen conmigo".
Y nunca más nadie vio al niño, ni a él, ni ningún resto, asique la próxima vez que os quedéis despiertos...