Nadie supo exactamente en qué momento Ivonne dejó de ser “normal”.
Tal vez fue cuando empezó a escuchar los relojes detenerse a mitad del tic.
Tal vez cuando empezó a reír en funerales.
O cuando dijo que el mundo giraba en círculos solo para marearla.
Ivonne era una chica tranquila, de esas que parecen ausentes, pero observan más de lo que deberían. Desde pequeña, su mente era un laberinto de espejos rotos. Tenía esquizofrenia diagnosticada, pero lo ocultaba. Solo Amelia, su hermana menor, sabía que Ivonne no siempre estaba “aquí”.
A veces hablaba con personas que no existían.
A veces se encerraba en el baño solo para gritarle al reflejo.
Y a veces… no recordaba lo que había hecho.
Una noche, durante un episodio severo, Ivonne confundió a Amelia con una amenaza. No sabía si era una alucinación, una sombra, un monstruo... pero lo atacó. Cuando su visión se aclaró, estaba cubierta de sangre, y el cuerpo de su hermana no se movía.
Amelia estaba muerta.
Y ella… se había quebrado del todo.
No huyó por miedo. Huyó porque no podía soportar la culpa.
Se internó en el bosque con su mente hecha pedazos, riendo, llorando, hablando sola. La locura era su único refugio.
Días después, alguien juró verla.
Con una sudadera sucia, una máscara blanca con una espiral roja sobre el ojo derecho y una sonrisa dibujada. El símbolo no tenía poder místico.
No era una marca de maldición.
Era un recordatorio de lo que vivía en su cabeza.
La llamaron “iv.crazy”.
Aparecía en lugares abandonados, hospitales psiquiátricos en ruinas, estaciones olvidadas. Siempre con una enorme guadaña oxidada colgada en la espalda. Nadie sabe de dónde la sacó. Algunos dicen que la forjó con metal de un quirófano viejo, otros que la robó de un coleccionista. Lo cierto es que la usa como si fuera parte de su cuerpo.
iv.crazy no mata por placer.
Mata cuando el mundo le grita demasiado.
Cuando las voces son tantas que necesita silencio.
Cuando recuerda la risa de Amelia y la confunde con los gritos en su mente.
No trabaja para nadie. Ni Slenderman ni los proxies pudieron controlarla. Lo intentaron.
Pero el verdadero terror no se manipula…
se desata.
Nombre completo: Ivonne Holloway
Apodos:iv.crazy, La Marioneta de los Ecos, La Sonrisa Rota
Edad: 27 años
Género: Femenino
Ocupación: Asesina independiente, entidad urbana, paciente fugitiva
Afiliación: Ninguna oficial (vínculo ambiguo con Slenderman)
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Apariencia
Cabello: Liso, castaño oscuro, siempre desordenado
Ojos: Rojos intensos (ambos)
Rostro: Oculto tras una máscara negra con una sonrisa roja y una espiral en el ojo derecho (símbolo de locura)
Ropa: Capucha negra, pantalones acampanados largos, zapatos blancos
Arma: Guadaña grande y oxidada, sin símbolos, de aspecto antiguo
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Personalidad
iv.crazy es una figura trágica e inestable, profundamente marcada por la pérdida y la enfermedad mental. Alterna entre momentos de lucidez melancólica y ataques violentos y sádicos. Tiene una visión distorsionada de la realidad y una obsesión con la idea de la pureza de la locura
Habilidades y poderes
Nivel: Infrahumano
Agilidad y fuerza aumentadas en estado psicótico
Alta resistencia al dolor
Sigilo y capacidad de acecho extrema
Capacidad no explicada de aparecer en lugares remotos sin dejar rastros
Habilidad para alterar el comportamiento de sus víctimas mediante miedo o sugestión
Debilidades:
Inestabilidad mental extrema
Reacciones emocionales fuertes ante estímulos del pasado (voz o nombre de Amelia)
Vulnerable ante luces estroboscópicas y espejos