A veces un día normal y cotidiano, se puede volver una horrible pesadilla. Eso fue lo que me pasó.
Tal vez nosotros le tengamos miedo a seres ficticios, aunque en ocasiones tengamos miedo a nosotros mismos.
Déjame contar mi historia...
Era un día normal yo me dirigía al trabajo, y como me queda lejos me voy en tren, todo iba con normalidad y calma. Me senté en uno de los pocos lugares que quedaban y en frente mío había un hombre, todo estába bien, cuando de la nada ese hombre me empezó a ver, comenzo con una mirada de pies a cabeza, y después una mirada fija. Yo me sentía muy incómoda, mi expresión lo decía todo. ¿Será un acosador? Dije en mi cabeza, o peor aún ¿Un secuestrador o violador?. Estaba con pánico, como un día normal se volvió en esto. Entonces una chica que tenía a la par me vio que estaba aterrada, me dijo "qué te pasa ", yo con un susurro tembloroso le respondí, "Aquel hombre me está viendo", la chica con una mirada extrañada me dijo, "cuál hombre?". Yo no podía creer, como que no podía ver al hombre que me estaba viendo fijamente, me quedé en chock, con una voz temblorosa le dije "no nada olvídalo", la chica se voltio y me ignoro. Cuando vuelvo a ver al hombre, había cambiado, su rostro está pálido, sus ojos eran grandes y saltones que con su mirada penetrante me daban escalofríos, no tenía pelo, ni cejas y pestañas, tampoco tenía nariz solo dos hoyos horribles y no tenia orejas.
De aquella sorpresa me desmaye y cuando me desperté el tren ya había parado, yo muy confundida me baje. No sabía lo que había pasado, y de la nada tengo una vibra extraña tras de mí, me volteo y veo al mismo hombre que había visto, estaba en las vías de el tren con esa misma mirada penetrante, estába en chock no lo podía creer. En un abrir y cerrar de ojos el tren termino arrollando a aquel hombre.
Desde ese día me voy a pie al trabajo, no me importa que mi jefe me regañe por llegar tarde, pero no me quiero encontrar de nuevo con la mirada penetrante... De aquel hombre.