Todos los mensajes de Luján777

Gracias cortina roja de mi ventana por darme este efecto en la foto 🙏♥️

Era una noche oscura en el bosque. Había un coche en llamas tendido al costado de una carretera mientras sonaban las ambulancias. Se escuchaban los llantos de una señora con desesperación que se me hacía familiar, sentía como si me estuviesen llevando en una camilla y apenas pude ver a mi hermano mayor, Ethan. Veía borroso todo a mi alrededor; mi mente fluía de una manera distinta, y no entendía nada de lo que estaba pasando, no toleraba todos esos ruidos que eran causados por todo ese conflicto. Luego de que hallan pasado horas, me había quedado dormido en la camilla y desperté sobresaltado, me di cuenta de que estaba en un quirófano con un yeso en mi brazo derecho y mi cara llena de vendas lo cual no me sorprendió tanto ya que no podía sentir dolor, pero me acordé de mi hermano y salí corriendo para buscarlo. Al verlo me dejó sin palabras y me eché a llorar, había muerto por mi culpa, en ese momento mí madre llegó a abrazarme después de verme.

Mamá: —"tranquilo hijo, todo estará bien"—.

Y nos fuimos a casa. Pasaron meses luego de ese incidente, me habían quitado las vendas dejando ver una gran quemadura en la mitad de mi rostro causado por la llamas de ese accidente. Tomaba medicamentos y me iba al psiquiatra pero aún así no podía deja de sentirme triste y culpable, así que mi madre decidió llevarme con un terapeuta se presentó y me preguntó algunas cosas:

Terapeuta: —"buenos días muchacho, ¿cual es tu nombre?"—.

Oliver: —"Oliver Bryon"—.

Terapeuta: —"¿cuál es tu edad?"—.

Oliver: —"14 años"—.

Terapeuta: —"¿cómo se llamaba tu hermano?"—.

Oliver: un poco entristecido le respondí—"Ethan..."—.

Terapeuta: —"¿cómo es tu vida ahora sin tu hermano?"—.

Oliver: dudé un poco pero respondí nuevamente con algunas lágrimas —"...lo extraño mucho"—.

Terapeuta: —"tranquilo, es normal pasar por esa situación, así que seguirás con un tratamiento especial y ahora puedes retirarte"—.

Luego de eso me dió unos papeles con el tratamiento y mi madre llegó para llevarme a casa. Me costaba dormir en todo caso por las pesadillas que solía tener, alucinar con frecuencia, no querer comer y llorar casi todas las noches. Todos los días tenía los mismos problemas en la escuela, el acoso y las burlas que recibía por mí dislexia y la gran quemadura en mí cara, me mordía las uñas por la ansiedad que me causaban; no lo aguantaba más y me empecé a revelar en contra a ellos. Me volví agresivo al comenzar a apuñalar a mis compañeros de clase con lápices y amenazarlos con matar a todos. Mí madre me castigaba y se desquitaba conmigo golpeándome por traerle malas notas de instituto, aunque no podía sentir nada de dolor. Mí madre empezó a volverse alcohólica y ser más agresiva al perder su trabajo, así que un día decidí acabar con todo mi sufrimiento. A las 19:30 p.m. me encerré en mí cuarto y me puse una sudadera de color azul oscuro, una máscara que estuve confeccionando, y me bajé hacia el sótano para buscar dos machetes que tenía guardado mí padre antes de abandonarnos. Subí abriendo bruscamente la puerta del sótano, vi a mí madre limpiando y cuando me vió se asustó al no reconocerme y le grité:

Oliver: —"MERECES MORIR"—

Y mientras escuchaba sus gritos de agonía al empezar a cortar la parte en donde se encontraba el corazón con un machete se lo quité, luego de reaccionar y darme cuenta de lo que había hecho rompí en llantos en el suelo. Después de lo ocurrido decidí escaparme de ese lugar y caminé rumbo al cementerio hacia la tumba de mi hermano, le dejé el corazón de mí madre y me fui del lugar, para después adentrarme en el bosque encontrando una cabaña abandonada para vivir, así pude matar y despellejar a aquellos que quisieron meter en mi camino. Y la gente del lugar me bautizaró como "Oliver Hunter".