Era época de vacaciones, y había ido al centro comercial. La mayoría de locales estaban cerrados, me vi obligado a ir a la zona de juegos.
Y para llegar, debía pasar por unas escaleras. Soy bastante flojo, y me resultaba tedioso utilizarlas, así que me incliné por el ascensor. Una vez dentro, saqué mi celular, y empecé a mandar mensajes algunos conocidos, ya que estaría un largo rato ahí: la zona de juegos estaba en el último piso.
Entonces, el celular se apagó, y el ascensor se detuvo. Las luces dejaron de funcionar, y por el freno, terminé cayendo, dándome un fuerte golpe en la cabeza, perdiendo el conocimiento.
Desperté con un moretón en la cara, y las luces aún no encendían. Presioné el botón de ayuda, aunque no funcionó, no emitía ruido alguno, a diferencia de los demás botones. Golpeé la puerta con fuerza, pero no sirvió de nada, quizás un simple desahogo. No pude hacer nada más, y me limité a dormir.
Cuando desperté, estaba sobresaltado. Se me dificultaba respirar, poco a poco el oxígeno se agotaba. Intenté encender el móvil, pero no funcionó. Lo lancé al suelo, y lo pisé con fuerza. Y el aire se estaba agotando. Ya he aceptado mi fin, ahora solo escribo esto.