De vez en cuando, mis pensamientos derivan hacia la muerte de Lela y Raymond Howard. Cuando eso sucede, una multitud de preguntas comienzan a plagar mi mente. ¿Qué podría haber evitado su desaparición? ¿Sufrieron? ¿Cuántas oportunidades para salvarlos fueron en vano? ¿Cuántas señales de advertencia fueron ignoradas?
¿Por qué... nadie los recuerda?
El domingo 29 de junio de 1997, la pareja de ancianos Lela y Raymond Howard, de Salado, Texas, decidieron ir a un festival en Temple, un pueblo cercano. Iba a ser un viaje de 20 kilometros, y Lela conduciría. La pareja partió por la mañana, a pesar de las objeciones del hijo de Lela, quien había rogado que no lo hicieran. Lela se negó, diciendo: "No, nosotros sabemos a dónde ir. Vamos cada año". Las preocupaciones del hijo de Lela provenían del hecho de que con ya 83 años de edad, su madre estaba empezando a mostrar signos de la enfermedad de Alzheimer y con frecuencia se confundía fácilmente. Raymond, de 88 años, también estaba mostrando signos de deterioro mental, debido a una cirugía cerebral reciente realizada para combatir una lesión. Lela y Raymond, sin embargo, no eran conscientes de su deterioro mental grave.
La tarde pasó y los Howard no volvieron a casa. Sin embargo, en un local de Walmart en Temple, un portavoz oficial afirmó haberlos visto tomando un café por la tarde. Después de eso, se perdió todo rastro de ellos. Sus hijos contactaron con las autoridades, y un boletín de personas desaparecidas fue publicado ese día. Los Howard seguía desaparecidos.
Tres días más tarde, el miércoles 2 de julio, un artículo de un periódico se publicó en el Austin American-Statesman sobre la pareja desaparecida, titulado "pareja de edad avanzada de Salado desaparecen en un viaje a ninguna parte". Ese mismo día, un policía en zona rural de Arkansas detuvo a Lela por conducir con sus luces apagadas mientras era de noche. Lela y Raymond se encontraban 500 millas de distancia de su punto de partida original en Salado, Texas. El policía señaló más tarde que Lela era "educada", "suave", y "actuó como mi abuela". Cuando Lela indicó que estaban tratando de volver a Texas, el agente señaló que se dirigían en la dirección equivocada, por lo que les dio instrucciones. El policía les dejó ir con sólo una advertencia. Pararon a la pareja otra vez media hora más tarde por conducir con sus luces altas. También los dejaron ir. Ninguno de los agentes sabían sobre el artículo del periódico, ni que los Howard habían desaparecido.
Al día siguiente, el jueves 3 de Julio, hubo otro artículo sobre los Howard. Al parecer, habían sido vistos en un mercado de granjeros en Arkansas, y las autoridades de los estados fueron en busca de ellos. Para el viernes 4 de julio, las autoridades habían reducido su búsqueda a tres condados específicos en Arkansas. No hubo más avances en la búsqueda hasta el miércoles 9 de julio, cuando la historia de la pareja fue cubierta en el programa de noticias de la mañana del canal CBS. De igual forma, otro artículo de prensa se publicó acerca de los Howard en el Austin American-Statesman, en la primera página.
La búsqueda se intensificó, ya que las autoridades emplearon decenas de policías para así rastrillar todas las rutas principales y secundarias que podrían haber tomado desde su última ubicación conocida. Los helicópteros fueron utilizados más tarde en la búsqueda, y el área de búsqueda se extendió hasta las 1.000 millas de Salado, Texas. Para entonces, uno de los nietos de los Howard había ofrecido una recompensa de $1,000 por el retorno seguro de sus abuelos. Al día siguiente, el jueves 10 de julio, uno de los nietos de Howard comentó en un artículo de prensa que: "la parte más difícil es pensar que están sufriendo o nos necesitan y no pueden estar con nosotros." Otro declaró con tristeza: "sinceramente no creo que los vayamos a encontrar con vida."
Por desgracia, los peores temores de todos se hicieron realidad... Finalmente el sábado 12 de julio, los cuerpos de Lela y Raymond Howard fueron encontrados en su auto por unos excursionistas en la parte inferior de un acantilado de 7 metros, a las afueras de Hot Springs, Arkansas. Raymond todavía estaba en el asiento del pasajero, pero Lela estaba a unos 6 metros de distancia de su auto, en un barranco, todavía con su bolso en mano y las llaves del auto. Al parecer, después de que el auto cayó por el precipicio apagó sus luces delanteras, abrió la puerta del lado del pasajero de su marido fallecido, y se arrastró hasta morir por las heridas sufridas en el accidente. Es probable que Lela no viera al borde del acantilado, o se haya confundido y perdido la capacidad para manejar con seguridad. No se sabe por cuánto tiempo los cuerpos de los Howard permanecieron sin descubrir. La zona donde se encontraron los cuerpos estaba dentro de una zona previamente rastrillada por las autoridades, pero los investigadores no vieron el fondo del precipicio en un principio. Lela y Raymond fueron posteriormente enterrados.
Tony Scalzo, un compositor de Austin, Texas, leyó el artículo del periódico del 2 de julio en el Austin American-Statesman, y se inspiró. Él escribió una canción con su banda de rock alternativo, "Fastball", basada en Lela y Raymond. Fue titulada "The Way" (el camino). Acerca de la canción, Scalzo dijo, "Es una forma romatizada de asurmir lo que sucedió." Scalzo escribió la canción antes de que se descubrieran los cuerpos de los Howard. El álbum que contiene esta canción fue lanzada en 1998, un año después. A pesar de su letra alegre, la cual hizo que la canción fuera un fenómeno mundial, pocos saben que la letra es oscura...
'They made up their minds and they started packing
They left before the sun came up that day
An exit to eternal summer slacking
But where were they going without ever knowing the way?
Mis pensamientos de nuevo vuelven a Lela y Raymond Howard en ese acantilado en Arkansas. Por desgracia, me parece que nunca obtendré una respuesta a mis preguntas. Supongo que sólo puedo imaginar. Tal vez Lela había visto el borde del acantilado, pero no tuvo tiempo suficiente para reaccionar. Me pregunto si ella incluso tenía las facultades mentales para hacer algo. Me deja pensando. ¿Qué pasó por sus cabezas cuando el auto cayó por el borde del acantilado?.
¿Miedo?
¿Confusión?
Me gustaría pensar lo contrario...
Tal vez en ese momento, no era 1997. Tal vez, para ellos, era otro año. Tal vez sus mentes dañadas los salvaron de la triste realidad. Tal vez en ese momento, para Lela y Raymond no hubo más medicamentos, no hubo más enfermedades, ni visitas al medico; no había más dolor en las articulaciones; no había más lentes; ni operaciones; ni marcapasos; ni olvido, y no había más confusión. Tal vez en ese momento, y durante todo su viaje, Lela y Raymond se veían como una pareja de recién casados, con la piel brillando bajo el sol del verano, Lela con su mejor vestido de novia blanco, y Raymond con un smokin negro muy fino. Tal vez ellos vieron un cartel de "Recien casados" colgando de la parte posterior de su ventana trasera, y escuchaban latas vacías atadas a su parachoques trasero.
Tal vez cuando Lela y Raymond Howard cayeron por ese acantilado en Arkansas en 1997, no tenían miedo. Ellos tal vez estaban... sonriendo...
