Wiki Creepypasta
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Una casa excluida de toda la ciudad, un camino cubierto de montañas es lo que rodeaba esta fortaleza donde el Sr. E (como él exigió que lo llame) vive, en completa soledad.

Mi compañero y yo tardamos unos 3 años en contactar a una buena fuente, en el primer momento nuestro editor mencionó que teníamos a alguien, lo que podría darnos una buena historia sobre nuestro tema de investigación. ¿Habrá algún problema? ¿Más personas con mentiras? ... Estábamos perdiendo todo, tanto tiempo de investigación y recopilación de información que no nos había llevado a nada.

«¿Dudamos? ¡Sí!», Vacilé.

Estaba cansado de tener que entrevistar a personas sin información, personas que solo querían ser famosas. Nuestro editor nos dijo que si esta fuente no nos daba nada, cancelaría nuestra investigación. Ya estábamos realmente cansados ​​de tanta mierda y caminábamos en círculos, por lo que decidimos ir, era nuestra última oportunidad.

No sabíamos la historia de nuestro editor con el Sr. E., evitábamos las preguntas en nuestro trabajo, pero rumores en la oficina, nos hacía saber que nuestro editor trabajó un tiempo con la policía, tal vez a partir de ahí, se dieron estos contactos con el Sr. E.

Nuestro editor llegó el viernes a las 10:30 hrs. mientras recogíamos todo para ir a casa.

—Señores, esta es la dirección de su fuente. El quiere que vayan a su casa en este momento.
—¡Yo protesto! Señor, es viernes y viendo esta dirección... ¡Esta muy distante! —No, señor ... Lo siento mucho, mi novia hoy cumple años y esta investigación ya está muerta. Que el Señor espere hasta mañana.— Dijo mi compañero en negación total y con una molestia que no se podía ocultar.

En ese momento, mi compañero se fue, dejándome solo recogiendo mis cosas. El editor se quedó allí con los papeles en la mano, escuchando como se cerraba la puerta cuando mi compañero salió..

—Hijo, tienes que ir, esta fuente es confiable y lo que oirás de él te dejará con la boca abierta— Trataba de convencerme —Necesitas irte ahora, mañana saldrá del país.

Estaba cansada, quería irme a casa a dormir, pero a veces el querer creer que esta será la oportunidad, tener ese presentimiento de que está sería la excepción a nuestras constantes derrotas. Por ese hambre de conocimiento y por conocer la verdad, soy periodista.

Tomé los papales de la mano del editor. Junto a un Red Bull y una caja de Marlboro, salí decidida a la casa de nuestra fuente. Fueron aproximadamente 3 horas de ascenso en montaña. En los papeles que nos dio el editor había un nombre, una dirección y un número de teléfono.

Se me había dado la indicación de que llamara al llegar a aquella dirección escrita sobre el papel. Estaba justo frente de una pendiente donde se podía ver toda la ciudad. Era el final del camino, no había nada.

En mi frustración, realicé una llamada al número telefónico escrito. Un vez que sonó tres veces pude escuchar:

—5 minutos— Una voz robusta y casi robótica.

Cortaron la llamada posterior a ello. Molesta, volví a marcar y para mi sorpresa, el teléfono estaba desconectado. Me quedé esperando dentro de mi coche fumando un cigarrillo, exactamente en 5 minutos, una furgoneta negra se estacionó frente a mi automóvil. Tenía unas luces deslumbrantes frente a mi, me sentía asustada de no saber quien podía bajar de ahí, además estaba en un lugar completamente alejado.

Dos hombres vestidos con traje negro y gafas oscuras bajaron de la furgoneta. Ellos se acercaron hacía mi automóvil. Me pidieron mi tarjeta de presentación para confirmar que se trataba de la persona correcta.

Después de mostrarles, me pidieron que bajara del auto y los acompañara. Al bajar, me tomaron bruscamente del brazo y me llevaron a la furgoneta. Protestaba y gritaba

—¡¿QUÉ ESTA PASANDO?!—gritaba y protestaba pero no tuve respuesta

Ya dentro de la furgoneta, se pusieron en marcha. No sin antes, pedirme que me pusiera una bolsa negra en la cabeza, no podía ocultar mi miedo, pero finalmente y sin ninguna otra opción, accedí a colocármela. El viaje no fue muy largo, en aproximadamente unos 15 minutos ya habíamos llegado a nuestro destino, 15 minutos que se me hicieron una eternidad.

Cuando llegué, oí abrir los barrotes de un pórtico, bajaron las ventanas de la camioneta.

—Adelante— Pude oir a alguien de afuera dando la autorización para entrar.

Después de entrar, nos detuvimos. Me retiraron la bolsa de la cabeza y cuando por fin pude ver, había una gran mansión frente a mí, estaba cubierta de muchos pinos gigantes, era algo hermoso y a la vez aterrador.

—El señor E. está esperándole dentro de su oficina. Entre, suba las escaleras, gire a la derecha, la última habitación.— Me dijo uno de los tipos que me había metido a la furgoneta anteriormente.

Cuando entré vi a más de estos hombres trajeados. Pude ver que los muebles de la casa estaban cubiertos con plástico.

«¿Por que?», me preguntaba.

Parecía que el dueño de la casa recién se estaba instalado, o tal vez mudando. Todo este ambiente me ponía más nerviosa. Mientras subía las escaleras noté que la casa era impecable.

Madera tanto en el piso como en las paredes, un frío espeso cubría la casa y daba un aire sombrío. Llegué a lo que era el pasillo, un largo pasillo con alfombra roja y tenues luces, buena vista, pero no para el subconsciente.

«Acabó de meterme en una escena típica de una película de terror.», pensaba con un poco de miedo.

Mientras caminaba por el pasillo lo más lento posible, vi las habitaciones cerradas. Pero antes de llegar a la sala final (donde se suponía que estaba el Sr. E.), había una habitación a mi derecha, la puerta estaba abierta, no pude evitar echar un vistazo. Noté que era una habitación de una niña, donde solo pude ver la mitad de la cama, tenía miedo de entrar por completo porque la única luz era la que entraba débilmente por la ventana.

Pude ver desde mi posición, un tocador enorme con un espejo al centro. Al mirar a detalle el espejo, pude ver un par de ojos mirándome desde el reflejo de la cama.

Fue un poco inquietante, al ver un poco mejor ya que mis ojos se acostumbraron un poco a la oscuridad, pude ver una adolescente sentada en la cama cepillándose el cabello, sus ojos me observaban con una mirada vacía, como si no tuvieran vida.

Decidí continuar mi camino, sentía angustia y que mi corazón iba a salir por mi boca. Toqué la puerta, era la última habitación en el corredor más largo de mi vida

—Adelante— Me invitaba a entrar una voz gruesa.

Al entrar a esta enorme habitación, pude ver un santuario lleno de estanterías con libros en ellos, al final una gran ventana y cerca de ella, un enorme escritorio donde se encontraba el Sr. E.

—Acércate, ¿cómo estás?— Me dijo el Sr. E mientras se levantaba de su silla detrás del escritorio.
—Bueno, Señor, es un placer, ¿Podría decirme su nombre?
—¿Podemos evitar involucrarnos más? Solo llámame Sr. E. ¡Ah! Y por favor, no me digas tu nombre, simplemente siéntate.— Me dijo en un tono muy vació y sin ganas de involucrase de ninguna manera conmigo — ¿Trajiste una grabadora?
—Sí, señor.

Tome asiento en una silla disponible cerca del escritorio, coloqué mi grabadora, posterior a ello, el Sr. E comenzó a hablar.

—Para aquellos que creen en mitos como yo, a veces las cosas grandiosas son puestas ante nuestros pies, son cosas, secretos, no podemos darnos el lujo de mostrar.
—Te digo esto, porque veo en ti la misma ambición que vi en mí, esa ambición de hambre y conocimiento— El Sr. E. estaba temblando ante mi grabadora mientras fumaba un cigarrillo.—El mal existe, y durante muchos años pensé que el mal era la ausencia de amabilidad y buenas acciones en el corazón, pero ... es más que eso.— continuó.
—Mis pensamientos eran solo niños en edad preescolar en comparación con lo que es un mal real. El demonio existe, ¿Y si tu primera pregunta en tu cuaderno es el Snuff Existe? ... Bueno, me temo que no es un mito ... si existe. Mientras haya dinero, habrá todo lo que se pueda pagar, como tal el Snuff.

Estaba incrédula ante lo que estaba escuchando, parecía que por fin había dado en el clavo. Sabía que esta era la historia que estaba esperando.

—He estado en muchos lugares, Japón, India, África, Europa, Brasil, Argentina, entre otros. Donde para las personas con dinero, el Snuff es su droga. Pagan para crearlo, pagar para comprarlo, ¿Qué pasa si hay empresas que hacen esto? Sí, las mismas personas de poder las hacen.
—Con dinero puedes encontrar cualquier cosa. En el cofre que tienes a la derecha, hay 4 películas, 2 VHS y 2 DVD que he podido encontrar en los años que he viajado por el mundo, 4 Films Snuff para tu trabajo de investigación.— Hizo una breve pausa, pues parecía que recordaba todo aquello que había visto se le venía a la mente mientras seguía la conversación.
—Están manchados de sangre, yo mismo estoy manchado de sangre. Te los mostraré porque no quiero continuar llevando esta carga. Si puedes con ellos, te dejaré que los tomes para que te los lleves, de lo contrario, serán quemados... no habrá culpables.
—No dejes que te enfermen o te absorban, ya que estos vídeos ponen en acción nuestros sentimientos más sádicos y enfermos.

—Apágalo— El Sr. E puso su mano sobre el micrófono de la grabadora.

Tal como me lo indicó, apague la grabadora. A nuestra izquierda había un televisor enorme, el Sr. E apagó las luces, encendió la televisión, y colocó la primera cinta en formato VHS.



Primera Cinta VHS titulada "Virgen"[]

Se ve un pasillo, desde algún lugar abandonado donde las paredes desperdigadas gritaban un deterioro total, se podía notar que había raíces que salían del cemento, la visión nocturna de la cámara hace que la imagen no se sature y pueda verse más claramente. Después de un minuto de caminar en primera persona con la cámara, el individuo que lo sostiene comienza a correr, después de unos segundos se puede observar a una niña corriendo con todas sus fuerzas y gritando.

Mientras, la persona que grababa registra todo mientras corre detrás de ella. Hacen un corte de edición, posterior se observa a la niña tendida sobre un colchón, con la boca cubierta y atada con brazos y piernas, medio desnuda, vestida como un conejo.

La niña parecía tener aproximadamente entre 16 y 18 años, la cámara lograba captar todo el miedo de la chica, unos ojos enrojecidos de tantas lágrimas.

Luego, el hombre coloca la cámara sobre una mesa apuntando al colchón, se acerca a la niña con la cara cubierta y se levanta a la altura del torso, comienza a abofetear a la chica, al rededor de 5 minutos golpeando repetidamente. Retira la cámara y registra sus piernas y partes íntimas, pasando su cuchillo como si estuviera tatuando su piel, luego en su vientre con el cuchillo hace una cruz invertida, algo profunda, la niña trata de gritar de dolor.

El hombre saca su pene y penetra en la niña, y con movimientos salvajes la abusa hasta que termina. El hombre enfoca su pene y se mancha con líquidos y sangre, le dice algo a la cámara en alemán, "Jungfrau" (virgen). El hombre sube al colchón y comienza a patearla, dejándola inconsciente, pasa un minuto sin actividad en vídeo, hasta que entra en escena de nuevo, la despierta mientras pasa la manga de su abrigo sobre su frente, pone un arma en su cabeza y dispara 5 veces, 5 veces sin dudar. Hizo que su rostro se viera asqueroso. Para terminar, el hombre se acerca a la cámara para cortar la toma, haciendo que también el vídeo termine.



Después de verlo, no pude evitar sentir nauseas. —¡Suficiente! No estas preparada para esto, dejaremos hasta aquí los videos. —No señor, deseo continuar, no piedo perderme esto. Por favor, continue mostrandome el resto de las cintas.— Lo expresé, tratando de ocultar el miedo y asco que me había provocado.

Noté que iba a darme una negativa, pero al ver mi determinación accedió a colocar la siguiente cinta.

—Colocaré la segunda cinta, espero estés preparada ya que este es mas fuerte que el anterior.


Segunda Cinta VHS titulada Cordero[]

Este filme era más directo, comenzó con un hombre atado a una silla desnudo y con los ojos cerrados, estaba muy golpeado. El lugar era una especie de micro apartamento de Asia, las luces y gran parte del departamento estaba cubierto de un plástico transparente con pigmentos verdes, la calidad de la imagen era mucho más detallada que el primer vídeo.

Hubo risas de chicas y palabras en japonés. Luego viene una chica asiática vestida de cuero, e inyecta al hombre una extraña sustancia cristalina, el hombre comienza a espumar por la boca y grita retorciéndose mientras trataba de desatarse sin éxito. Las chicas continúan riendo, luego otra de ellas aparece desnuda con una katana.

Otra persona toma la cámara y en primera persona se acerca a la chica desnuda que está al lado del hombre atado a la silla, la chica coloca la espada en el suelo, toma el pene del hombre y comienza a clavar agujas en el, el hombre grita y se retuerce de dolor.

Después, le pone un encendedor y comienza a quemar al hombre en el pene, el dolor fue extremadamente emocionante para ellos, se puede ver el sadismo en sus ojos de la chica, mientras se reía y disfrutaba el dolor de ese hombre. Los movimientos en la cámara mostraban a varias de las chicas detrás de la toma, besándose y masturbándose y como si no fuera suficiente, la chica comienza a derramar sal sobre sus heridas.

Una de las chicas desnudas toma la espada y, mientras sonríe, corta la cabeza del hombre con un solo movimiento, la sangre salía a presión, mientras la cabeza del hombre caía al suelo, mientras la chica reía de manera incontrolable.

Sonreían, con sus manos tomaban la sangre regada del hombre como si fuera una fuente de agua. Otra persona aparece en la toma con una sotana negra y con un cordero, procede a decapitar el cordero, llenando de sangre todo el conjunto perfecto de sadismo que habían construido.

Proceden a tomar la cabeza y lo grapa al cuerpo del hombre, la cabeza del hombre al cadáver del cordero, posterior se dió un corte en seco deteniendo la grabación y dando fin al vídeo.



Esté había sido el filme mas enfermo que había visto, una sensación de placer recorrió mi cuerpo, no era capaz de admitir que disfruté de esto. Había una sensación de emoción en mí, algo que nunca había experimentado. Con una actitud completamente diferente a la del video anterior, le pedí al Sr. E que continuara con el siguiente vídeo.



Primera grabación DVD titulada Mellizos[]

Se divisó el patio de una casa, el vídeo tenía una calidad de aproximadamente 720p, era algo de nuestra generación, niñas pequeñas de unos 8 años aproximadamente jugando, mientras la cámara daba un paseo por sus sonrisas inocentes, el sol resplandecía sobre la hierba verde y brillaba sobre el cabello rojizo de las niñas, por un momento sentí la alegría y la felicidad que el vídeo inspiraba. Olvidé por un instante que nada de esto terminaría bien.

—Y así la belleza es corrompida— Dijo en voz algo baja el Sr. E como si leyera mi mente, adivinando que empezaba a disfrutar la cinta.

Un corte de escena cae en el vídeo, esta vez había 2 chicas que tenían alrededor de 15 años, estaba claro que no eran mayores de edad, eran chicas que a la vista no tenían el cuerpo lo suficientemente desarrollado.

La cámara enfoca desde una ubicación estática a las 2 chicas que están atadas, sentadas una al lado de la otra, tenían la boca cubierta por un paño blanco, mirando a la cámara.

El zoom se dirige directamente a un plano medio hacia ellos, haciendo que los detalles estén claros. Sus ojos estaban completamente hinchados por el llanto.

«¿Podrían ser estas las niñas que salen al comienzo del vídeo?»

Se retiró el zoom, nos devolvía al plano general, lo que nos permite ver cómo está la casa cubierta de plástico, se abre la toma hacia el lado izquierdo, donde se pueden observar dos hombres grandes, obesos, con máscaras y ropa interior de cuero, los dos hombres saludaban a la cámara, inmediatamente la toma se vuelve a como estaba originalmente.

Los hombres caminan hacia las chicas y comienzan a tocarlas, desprendían su ropa interior, se escuchó cuando las chicas gimieron de agonía y repulsión, mi corazón se aceleraba cada vez que procedían a abofetearlas y golpearlas con fuerza en sus hermosos rostros. La sangre comienza a hacerse presente de tantos golpes, la chica del lado derecho quedó inconsciente de la golpiza que recibió. Una vez golpeada. uno de los hombres la desata.

El otro, arranca su ropa interior y comienza a masturbarse, se podía ver su pene flácido frente a la niña. Colocaron a la chica en el suelo, sus manos estaban atadas tras su espalda, uno de los hombres, colocó una almohada debajo de su vientre, dejando su trasero levantado y expuesto.

La cámara enfocaba su trasero blanco, y su vagina totalmente rosa, la mórbida escena comenzaba a excitarme. Los hombres proceden a golpearla fuertemente, hasta que dejaron sus glúteos rojizos. El hombre ya tenía el pene erecto, el otro hombre le sostiene el pene con las manos y comienza a masturbar a su compañero, hasta que le da un oral, era asqueroso.

Después de aproximadamente 3 minutos de sexo oral, penetró a la chica muy lentamente, ella comienza a gritar de dolor, en movimientos repentinos comienza a abusar de ella y penetrarla con fuerza, mientras el otro hombre la golpea en las costillas.

La otra chica comienza a arrastrarse hacia su hermana, a lo que el tipo se acerca al y comienza a patearla repetidamente, una perfecta sinfonía de golpes y violaciones.

El hombre termina y lo hace sobre las nalgas golpeadas de la niña, el otro hombre deja de golpear a la otra chica que yace en el suelo y comienza a lamer el semen de su compañero que estaba atorado y chorreando las nalgas de la niña.

No pude evitar no vomitar en esta escena, pero mientras vomitaba no podía dejar de ver, estaba completamente hipnotizada con estas imágenes.

Un alejamiento lo deja todo en un plano general, un corte violento nos da otra escena, me regaló una imagen en que nunca se borraría de mi mente.

Una de las mellizas yacía con una cuerda en el cuello, mientras que sus extremidades también se sostenían de izquierda a derecha y la hacían una estrella. Completamente expuesta, su vagina estaba reventada e hinchada y cubierta de sangre, sus pezones habían sido mutilados y uno colgaba de su pecho. Debajo de ella estaba su gemela acostada de espaldas, atada y con pequeñas gotas de sangre sobre su pecho desnudo. Los hombres aparecen de nuevo en escena y comienzan a clavar varios ganchos desde el pecho de la chica hasta su estómago, una vez bien enganchados, fueron tensados ​​con cuerdas por alguna máquina fuera del foco de la cámara.


—Esto será increíble— Se pudo escuchar una voz cerca la cámara, seguido de una risa

Los tensores una vez activados, abrían todo el pecho y el vientre de la niña, las paredes se comenzaban a teñir de un color rojizo por toda la sangre que brotaba de ella. De izquierda a derecha, las tripas y los restos de su hermana decoraban su cuerpo frío y pálido. un último corte pausó el vídeo.



Este último había dejado una sequedad completa en mi ser. Me quedé sin palabras y ni siquiera podía parpadear, un estado de conmoción total que me hizo sudar frío, en mi mente solo rondaba la pregunta «¿está sucediendo realmente?»

Después de un rato para pasar el susto y para destruir esa barrera silenciosa y oscura que quedaba en la habitación, limpié mi boca y mi frente.

—¿Cuál es el próximo video?— Pregunté con una actitud muy diferente de cuando vi el primer video. —Mira, está a tu lado, en el cofre.—

Me acerqué al cofre para buscarlo por mi misma, no podía esperar a ver el ultimo. Pensaba que sería aun mejor que los anteriores.

Cuando dí un vistazo, me paralicé al ver que no había nada adentro, una pequeña nota se encontraba dentro, al abrir el pequeño papel leí lo siguiente: "Acción".

Después de leer la nota, noté que el Sr. E no se encontraba en su silla, pude verlo discretamente a mis espaldas en la esquina de la habitación, como una especie de cámara de seguridad, entonces pude sentir unos pasos que rápidamente se acercaban a mi, al girar, vi como se acercaba con un hacha.

Me dio tiempo para reaccionar y esquivar el golpe, clavando el hacha en el suelo de madera. Trató de retirar el hacha ensartada en el piso, a lo que yo, corrí hacia la salida de la habitación, pero la puerta estaba cerrada.

Cuando el Sr. E se dio la vuelta, arrojó un pequeño cuchillo que logre esquivar a escasos 3 cm de mi,

—¡ESTA LOCO!— Le grité

El solo sonrió y siguió persiguiéndome con su hacha, que por fin había logrado sacar del piso. Comencé a tirar todo lo que vi en su escritorio, pero nada parecía detenerlo, estaba girando sobre su escritorio sin apartar mi mirada de él, podía ver su mirada llena de odio y ganas de acabar con mi vida.

—¡Estoy cansado de esta mierda!— Exclamo mientras fue directamente a su escritorio

Sacó un arma y me disparó en una pierna, al instante, caí al piso.

—¡AYUDA!— Grité a todo pulmón.

Se acercó a mí y me apunto directamente a la cabeza.

—Acerca de hacer el cuarto vídeo... se está grabando ahora mismo.— Decía con una sonrisa sádica en la cara mientras señalaba una de las cámaras en una de las esquinas de la habitación

No quería morir, así que con mi pierna ilesa lo golpee directamente en los testículos, a lo que logre desarmarlo, pues tiró el arma al suelo inmediatamente. El se arrastró rápidamente de vuelta a su escritorio.

—Hay 6 minutos de vídeo, alguien debe morir...— Sin dejarlo terminar, apunté a su cabeza dando en el blanco, llenando de sangre varios estantes y libros.

Tomé el hacha y aun malherida, rompí la cerradura de la puerta. Salí corriendo de la habitación, mientras corría por el pasillo pude ver al final uno de los tantos hombres trajeados.

—¡Deténgase!

La única habitación abierta estaba a mi derecha, corrí hacia ella y cerré la puerta. Escuché gemidos a mis espaldas y al voltear, vi a una chica que se estaba masturbando mientras veía su televisor delante de su cama, había la misma imagen de la cámara que estaba en la habitación del Sr E. Me miró y se siguió tocando.

Di vuelta al rededor de su cama mientras la miraba, oí que los gorilas golpeaban la puerta, asustada y aún sangrando, abrí la ventana para así tratar de escapar por ahí, logre escabullirme con pasos cortos en el techo sin mirar atrás, logran bajar por un pequeño garaje que salía de la casa.

Me acerqué a una de las camionetas que estaba frente a la casa, con un movimiento sigiloso logré golpear a uno de los guardias en la cabeza, se desmayó al instante. Logré subir y encenderla, pise a fondo el acelerador hasta llegar a la puerta, arrasando con todo en mi camino, no paré hasta llegar al hospital.

Hice declaraciones con la policía. Al día siguiente fueron a la casa, o lo que quedaba de ella. Solo había cenizas, aparentemente, habían sido quemada. Nadie vio nada, nadie sabe nada de quiénes eran, mi editor también desapareció después del incidente. Nadie creyó en lo que vi, excepto mi compañero. Todavía estoy buscando información sobre el Sr. E, pero cada paso me lleva a la nada.

Pasaron ya 3 años desde que me sucedió esto. Me mudé de la ciudad por el mismo incidente, todavía duermo con miedo, miedo de que alguien de ese pasado aparezca un día mientras duermo. La policía me recomendó que no continúe investigando estas películas "Snuff", pero... es imposible para mí borrarlos de mi mente, y... si todavía preguntas ¿Hay Snuff?, mi historia es tu respuesta.

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