Qué pasaría si le preguntáramos a la gente lo que es el miedo. Tal vez la respuesta más normal y lógica sería que es un sentimiento, pero, ¿y si hiciésemos el ejemplo de escoger un número de personas y le enseñásemos distintas imágenes? El miedo no solamente es algo que se siente, también se le puede definir como un ser humano o un monstruo típico de los cuentos con esa definición.
Perfectamente podríamos decir "¡Oh! Ese asesino es el miedo en estado puro", es en ese momento cuando estamos definiendo algo o alguien, realmente estamos mostrándole al mundo que esa cara define perfectamente terror, gore, escalofrió.
Ahora imaginaros que me presento, mi nombre es Edward Joseph, tengo 32 años y soy escritor de historias de terror llamadlo cuentos para niños, en la realidad nadie sabe quién soy, pero entre cada letra, entre cada palabra, me conocen todos los libros y todos los escritores, tal vez porque soy el único en escribir historias tan personales como esta que ahora mismo estoy contando en este mismo instante.
Sinceramente soy un miedoso me da miedo todo lo relacionado con lo paranormal, por eso escribo, para mostrar mi miedo a mis lectores y que ellos compartan ese miedo. Con esto no voy a contaros que son las 3:00 de la madrugada y acabo de escuchar un ruido raro detrás de mí, no penséis que estoy escribiendo ya la historia, jaja, ni mucho menos. Ni si quiera he empezado, solamente hago ese comentario porque como habéis visto arriba comparto mi miedo con mis lectores.
No tengo animales, ni mujer y tampoco hijos. Vivo solo lo único que me acompaña en mi casa es el silencio y mis historias, y eso es lo que me inquieta que ya no oigo tanto silencio ya hay ruidos, pero solamente noto cómo algo me observa y ni si quiera se por qué. A lo mejor será uno de esos monstruos raros y feos de mis historias que han cobrado vida y viene a verme, no lo sé, lo único que siento es que no puedo parar de escribir y lo peor no es eso, lo peor que se ha llevado mi cuerpo y aún así me siento presionado.
Bien ahora que ya has leído una de mis historias, ¿por qué no escribes la tuya?...