Wiki Creepypasta
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Cuán difícil fue el llegar a un tiempo en que lo único que importa es la brevedad:
De infante atosigaron los fuegos fatuos de naciente osadía
con interminables artilugios de peyorativa ansiedad
“Mirar debajo de la cama despertaría a los demonios”
sería el pender de un ángulo diseco de irrefutable verdad
donde los clamores tétricos acorralarían tu niñez...
Las coloridas cortinas de tu habitación eran fuetes que golpeaban tu estima:
eran dagas flamígeras de insoportables recuerdos:
gotas de sangre derramadas por el suelo...
suelo que frío retrocedía ante el desmesurado vaivén de tu fuerza
por desenmarañar lo parco: y él tan viejo con una cesantía de piedra y llanto.
Todo recordaba el ensotanado día
en que tus garras fueron arrancadas por el advenimiento de deidades mudas,
tan mudas como las sierpes que viajan por las noches sin luna,
a esconderse en los recovecos donde la miseria y el temor aniquilan y son la misma piel.
Tus días se trazaron con la espesura de caricias sordas
de manos rasposas de poros incoloros,
tus ropas abandonaron la sutileza y el encanto de los días de un ayer por olvidar:
tu cuerpo sopesó los delirios del dolor,
los eslabones de las fieras cadenas de tus entrañas se sujetaron a un cielo más alto,
la endeble sonrisa se crispó cuando tu tórax fue elongado irremediablemente
por el tiro que del inicio él destinó.
Dejaste atrás esa piel de sueños,
esa dermis que sostenía el miedo en una instancia donde era una fantasía...
ahora miraste al cielo, y ese testigo callado de tu crecimiento fue el primero en abofetearte,
bajaste la mirada pues la quietud del polvo mitigó el sopor de los golpes de adusta sincronía;
el polvo alimentó tus mejillas, ninguna lagrima rodó...
por fin visitaste el mundo donde tus brazos alcanzarían los frutos más altos de los árboles
secos: quien los plantó te los negó.
Caminaste por senderos de luz, la luz rompió tus vestiduras,
por fin llegaste a ese lugar donde el vals es la sinfonía de la muerte,
donde la flauta dulce se vuelve amarga
pues recoge en su seno el corazón que fue arrancado del origen por la funesta intención .
Te recibieron ángeles postreros de barroca arquitectura y de alas endebles:
te vistieron de ansiedad, te colmaron de artilugios,
te enseñaron los aquelarres contra el estertor, te invitaron a beber la cicuta de la vida,
te besaron las manos: tu ser se vistió de negro,
un negro tan profano y tan conocido que solo se porta en los días del destierro.
Miraste a la cima, recorriste las navajas sin filo de los pasados inmolados,
acariciaste tus llagas con el aliento de un amante que se extendió a tus alas...
mordió tus dedos, lamió tus elixires... bebió tu sangre.
Los días corrieron sin tomar en cuenta el mes de abril,
todo fue otoño con la hojarasca y techumbres de las horas derramadas por los suelos:
dulce escenario donde postraste tus pies...
Sogas penden de las ramas más fuertes, la sinfonía quieta del cicerone mayor
te invita a tomar la soga mas adusta: la tomas con sigiloso tributo...
sientes su blanduzco calor.
Te seduce, le atas a tu cerviz, su licor de ajenjo nutre tus venas...
te has vuelto una rama,
de tus entrañas pende el artilugio lisonjero en búsqueda de un nuevo alado que atienda a tus
ruegos... Llegó el día más esperado, la rama más esperada,
juntos forman el nuevo árbol de la muerte...

Cegadora De Almas.

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