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(Escrito por Victor Morales Salazar de Venezuela)

Mi nombre es Francisca, cuando tenía 17 años venía de camino a casa cuando un tipo muy extraño bajó de un auto negro y me agarró, yo estaba indefensa ante un hombre más grande que yo, me arrojó dentro del maletero del auto, grité todo lo que pude pero nadie me escuchó... el condujo mucho tiempo y yo solo podía sentir el miedo, había sido secuestrada por un desconocido, al principio creí que me violaría y me asesinaría, pero equivoqué, hubiese preferido que me asesinase antes de hacerme pasar por todo aquello... cuando el auto se detuvo abrió el maletero del auto y me arrastró hasta un lugar muy oscuro y que parecía estar demasiado lejos de la carretera, en el sitio había demasiada maleza, me llevó a la fuerza a su escondite en donde yo esperaba lo peor, pero me encontré con otras dos chicas que tenían un aspecto horrible, parecían haber sufrido terribles actos de tortura en su cuerpo, desde aquel momento me torturó durante meses, cuando por fin la policía encontró el rastro del criminal llegaron a su escondite pero logró escapar, él me mantenía encerrada a mí y varias adolescentes en aquel sitio en pésimas condiciones, a ninguna nos agredió sexualmente, solamente se ocupaba en hacernos daño físico con sus instrumentos de tortura, pero aquello no parecía divertirle, parecía que lo hacía solo porque no tenía más nada que hacer, yo sufría de noche y de día a causa de sus maltratos, desde que nos despertábamos atadas a una silla nos comenzaba a torturar, lo más extraño de aquel tipo era que nunca habló en frente de nosotras, su cara era lo más aterrador que había visto en toda mi vida, tenía una pequeña cicatriz en el párpado izquierdo y sus ojos hablaban por él, era perturbador, su pelambre le caía por un costado de la cara, parecía un enfermo psicótico... pero realmente todas sus víctimas sabíamos que era una persona totalmente cuerda y sana sobre su juicio, no me tomaré molestias de describirles lo que no hacía diariamente, solo les diré que nos alimentaba peor que el perro de una familia miserable, tomaba una manguera que nos arrojaba agua helada cuando por fin conseguíamos conciliar el sueño.



Muchas veces planeamos mil formas de escapar, pero nos arrepentíamos cuando Alexia intentó escapar aquella vez y él la atrapó y como lección la asesinó enfrente de nosotras, pero cuando lo hizo todas notamos que le costó hacerlo, no porque no pudiese, si no porque él no era de todas manera un desgraciado torturador de adolescentes, si no que en el fondo era buena gente, pero merecía morir de la peor forma por hacernos pasar por aquello. El día en que por fin fuimos liberadas por la policía fuimos felices, cuando salimos de aquella boca de lobo nos sentíamos seguros detrás de la puertas de nuestros hogares con nuestras familias, pero nos inquietaba saber que él todavía seguía vivo allá fuera causándole daño a muchas más jóvenes como lo hizo con nosotras... No dejó incontables cicatrices debido a los cortes que nos hizo en los brazos, piernas y la cara, una de nosotras perdió un ojo debido a una grave infección causada por el corte de un objeto oxidado, otra no volvió a caminar debido al mal estado de sus piernas (él las había lisiado con un mazo), y otras cosas más que no son dignas de mención... Muchas de nosotras se suicidaron debido al terror que vivieron cuando querían dormir, la locura pudo más que ellas, pero yo quería seguir con mi vida, quería rehacerla y buscar un nuevo significado.



Hoy día tengo 35 años y mi hija Alejandra acaba de cumplir 15, mi esposo murió hace años por lo cual debí criar a mi hija sola... sé que soy muy sobre protectora con ella, no permitiría que algo así le pasase a ella, la quiero como a mas nada en este mundo... Por las noches tengo pesadillas, pero no son pesadillas normales, duran una eternidad... A veces puedo verme a mí misma encerrada en aquel sitio sufriendo aquellos actos de tortura nuevamente, pero estoy yo sola, yo sola... como en la realidad soy una de las dos únicas sobrevivientes que pudieron salir de aquel nido de ratas... la otra sobreviviente es mi 'amiga' Julia, hoy día está en un hospital psiquiátrico y tiene grandes avances en su terapia para olvidar a ese 'monstruo', pero todavía no puede superarlo a igual que yo, todas las noches vivimos con el miedo de que vuelva a buscarnos para terminar lo que había comenzado y la incompetencia de la policía no nos dejaba con la mente en paz... mis temores se hicieron más evidentes cuando una noche escuché un ruido en el jardín trasero... llamé a la policía y cuando llegaron lograron atrapar a un ladrón que estaba solicitado por homicidio y hurto... me alivié mucho al saber que había un criminal menos, pero él seguía allá afuera, allá afuera había muchísimos más como él... y entre ellos estaba ése paranoico que me hizo todo eso...



No sé cómo explicarles lo que sucedió un día desgraciado... Yo siempre la llevaba al colegio en el auto, pero ese día ella me dijo que regresaría un poco tarde ya que iba a casa de unas amigas, yo me ofrecí en ir a buscarla pero ella se negó, me dijo que la madre de sus amigas podría traerme sin ninguna molestia, además ese día yo estaba muy ocupada, tenía que atender un problema que se había presentado en la empresa y yo tenía que estar para lidiar con aquello, pero cuando llegué a casa noté que la puerta estaba cerrada y que mi hija aun no había llegado, llamé a la casa de sus amigas pero me contestó el padre de las mismas, diciéndome que su esposa había salido hacía algunos minutos a traer a mi hija, me tranquilicé mucho y en esos momentos me hubiese gustado haberle regalado un celular a mi hija para siempre hablar con ella, saber de ella, saber donde estaba, no es que la quisiese controlar, solo la quería proteger...



Ya eran las diez de la noche y el padre de las chicas me llamó preguntándome por su esposa, pero yo le aclaré que aun no había llegado, entonces le pregunté  si ella no tenía celular, pero entonces me dijo que él la estaba llamando a ella pero la llamada sonaba ocupada y que no contestaba...



La policía llegó a mi casa después de que yo la llamase, el padre de las chicas también la había llamado y los agentes empezaron a buscar, nos dijeron que para que una persona se pudiese considerar desparecida tenían que pasar al menos unas 75 horas desde la última vez que se vieron a tales personas, pero nosotros le planteamos que esta situación era demasiado irregular que nunca había sucedido, yo conocía muy poco a la madre de las amigas de mi hija Alejandra pero que había hablado con ella un par de veces y parecía ser una buena persona... las autoridades se retiraron y dijeron que estarían al tanto de la situación...



No pude dormir esa noche, si antes sufría de pesadillas aquella noche no pude conciliar el sueño pensando en que algo le hubiese pasado a mi hija, me temía lo peor cuando me dijeron que pudo haber sido secuestrada, y por mi experiencia eso no tenía nada de bueno... no quise comentarle mi pasado a los oficiales ni mis sospechas sobre quien creía que pudo haber sido el culpable...



Los días pasaron y la policía comenzó a buscar sospechosos, testigos, a interrogar a las personas cercanas a ella, a indagar sobre el posible paradero de mi hija y de la esposa del señor Sergio, pero todas aquellas pistas no les daban ni una sola idea de que había sucedido... un día después se encontró un hallazgo perturbador... El auto de la señora Mendoza se encontró en un apartado camino cerca de un bosque, dentro del mismo encontraron un abrigo de lana que yo le había regalado a mi hija, el auto estaba completamente abandonado y no encontraron en él nada que fuese de utilidad.



Yo no dejaba de culparme por lo que le pasó... yo siempre la había protegido y ahora ella estaba desparecida por culpa mía, si solo la hubiese ido a buscar, ella era lo único que tenía en la vida, ella era la única persona que llenó mi alma vacía cuando me ocurrió aquel desastre, claro está que tenía a su abuela, una dulce señora que la quería mucho, sus tíos, y primos, pero vivíamos alejados de ellos, y todo era culpa de mi trabajo, y ahora estaba sola quien sabe en donde... Ya llevaba varias semanas sin dormir, no dejaba de culparme, lo único que hacía era culparme y culparme por lo que le pasó a mi hija, todo era mi culpa, todo... El señor Sergio estaba destrozado al igual que yo...



-No se preocupe, Francisca, la encontrarán -me decía él intentando consolarme.

-¡Gracias! Le deseo lo mismo a su esposa...

-No dejo de culparme por lo que pasó, yo tenía que llevar a su hija a casa, no ella...

-No preocupe, Sergio, todas las noches pienso el mismo martirio, una y otra vez, 'Todo es mi culpa'... tenía que haberla buscado yo, yo soy su madre, yo soy responsable de ella, y mire lo que ocurrió.

-Discúlpeme el atrevimiento, pero tengo entendido que usted pasó algo similar a la misma edad que su hija, ¿no cree que es casualidad?

-No me ofende, todas las noches pienso en lo mismo... a aquel desgraciado no lo atraparon y sigue allá afuera, vivo... Todavía tengo pesadillas por lo que me hizo pasar, y desde ese día juré que protegería con mi vida a mi hija, pero le fallé... le fallé... y ya no hay nada que pueda hacer...

Él me observó y pude notar la lástima que me tenía, pero yo estaba para eso, solo quería volver a ver a mi hija.

-No creo que mi esposa le haya hecho daño a su hija, ella no es así... créame...

-Le creo... sé que ella nunca, pero nunca jamás sería capaz de hacer algo así, por la mente nunca se me pasó nada así, y usted como su esposo debe saberlo, quien sea que hizo esto merece morir, nunca perdonaré a quien haya hecho esto...



Yo tenía que hacer algo... algo para encontrarla, ¿pero qué?



La policía no nos información adecuada sobre el caso, parecía que se estuviesen rindiendo frente a una desaparición, un oficial me había dicho en alguna ocasión: La gente no desaparece, señora... algo tuvo que haberle pasado. Aquellas palabras no me consolaban... Una noche en la cual pude conciliar el sueño vivo a mi mente el horrible recuerdo de estar encerrada y sabías el destino que te esperaría cada mañana al despertar y solo ver la cara endiablada de aquel misterioso sujeto... DIOS PROTEGE A MI HIJA...



No sé qué pasó una semana después, su abuela y una de sus hijas llegaron aquel día a mi casa, me dijeron que harían compañía mientras todo aquello pasaba... yo estaba encantada en tenerla a ella en mi casa, estoy seguro que a ella también le hubiese gustado pasar más tiempo con su nieta, y mi hija con su abuela...



La policía era tan incompetente como siempre, a veces llegaban correos a mi casa que mi suegra me traía y que yo abría con la esperanza de saber algo que hubiese descubierto, pero nada, ningún detective era capaz de encontrar una pista sobre el posible paradero de mi hija...



Al día siguiente llegó el correo muy temprano, me desperté de casualidad y me asomé por mi ventada y pude verlo. El servicio de correos y envíos no pasaba tan temprano por el vecindario, me quedé extrañada cuando una camioneta extraña se estacionó como unos dos minutos en frente de mi casa, bajó un tipo extraño e introdujo unos cuantos papeles en el buzón, después lo vi colocar un pequeño paquete, pero el tipo parecía muy extraño, actuaba de manera extraña, miraba a cada segundo a cada lado del vecindario, después solo se montó en su camioneta y se marchó, eran las 04 de la mañana y era extraño porque el correo pasaba siempre a las 07 de la mañana y siempre venía el mismo chico, pero éste nunca lo había visto y tampoco tenía el uniforme... en ese momento me empecé a extrañar, ¿éste sería el culpable? habría venido para dejar un mensaje, para alertarme sobre que si hacía un movimiento en falso mataría a mi hija, pedir un rescate, o para amenazarla de vida bajo condiciones... ¿acaso solo era un bromista? ¿Era un estúpido que no tenía más nada que hacer? ¿Quién era? ¿Por qué vino? ¿Qué quería? Eran las miles de preguntas que se manifestaban en mi mente a cada segundo... pero al menos supe que aquel tipo no era nadie parecido a aquel psicópata de mi trauma, ¿y si alguien lo había enviado? ¿Qué dejó en el buzón? ¿Debería llamar a la policía? ¿Qué tenía que hacer?



Mi suegra y su hija (unas ternuras de personas) dormían aun, así que salí con cuidado al jardín y recogí lo que sea que hubiese dejado aquel sujeto en el buzón, antes de hacerle visualicé el lugar... las calles estaban desiertas y solo se sentía el frío de la mañana. En el buzón habían solo correspondencia, avisos, publicidad, cuentas por pagar, ninguna carta en especial, pero un extraño paquete en forma rectangular... me dirigí hacia adentro y puse el paquete en la mesa, no tenía ninguna inscripción, nada que me ayudase a saber de dónde se hubiese enviado o quien lo había hecho... Rasgué la envoltura de papel marrón y pude ver que su contenido era una cinta de vídeo que venía acompañado de una nota que decía:



'Para Francisca de su hija Alejandra

Yo no sabía que decir, ¿esto sería una broma? ¿Quién me había mandado esto? Solo había una forma de averiguarlo... fui a mi habitación en donde tenía un reproductor viejo de aquellas cintas de vídeo, tenía miedo de saber que contenía el vídeo pero si tenía una nota de puño y letra de mi hija podía confirmar que ella estaba bien, pero no quería encontrarme nada desagradable...



El vídeo se reprodujo y comenzaba así:



En primera escena se podía ver el rostro triste y apagado de mi hija, di un salto de emoción y miedo al saber gracias a Dios que ella estaba bien. Su mirada se levantó y pude verla con los ojos empapados en lágrimas, y comenzó a decir éstas palabras...



Mamá, espero que estés bien... Sé que siempre me protegías porque sé lo mucho que me quieres, sé todo lo que darías por mí, yo también te quiero mucho... La noche en la que fui a casa de mis amigas ella iba a llevarme como te dije, pero cuando subimos éste tipo nos secuestró y nos sedó a la señora Mendoza y a mí, desperté en este sitio y ahora él no deja de hacerme daño mamá... tengo mucho miedo, mucho miedo, solo quiero volver a casa, pero él no me dice nada, solo se limita hacerme daño.

Después empezó a llorar, parecía estar atada...

En eso escuché unos golpes en la puerta de mi habitación... era mi suegra, yo le dije que pasara, yo tenía muchas ganas de llorar, ver a mi hija en esas condiciones, solo podía ver y no podía hacer nada, absolutamente nada...

-Disculpa la molestia, Francisca -dijo ella- ¿de casualidad no has visto mis gafas en alguna parte? ¿Qué es lo que ves?

-Alejandra dejó éste vídeo para mí...

-¿CÓMO?

Y ella se acercó para seguir presenciando el vídeo.

-P-pero, ¿quién lo dejó?

-No lo sé.

Hicimos silencio y continuamos viendo las imágenes.



Mamá quisiera que sepas que te quiero mucho... demasiado, eres mi madre y nada cambiará ese hecho, tu eres la única persona que me comprende, que sabe cómo me siento a cada momento, mamá... yo le tengo mucho miedo a éste tipo, me ve de una manera horrenda, pero nunca me dice nada, nunca... Estoy todos los días aquí encerrada, él es horrible... ¡por favor, mamá! ¡Ayúdame! Ayúdame a salir de aquí, quiero estar contigo... Solo quiero salir de aquí... Quiero irme, pero él no me deja, no sé qué quiere de mí, todas las noches tengo pesadillas, y él me despierta torturándome, parece que lo hace por diversión pero su personalidad dice otra cosa... Estoy grabando este vídeo solo porque él quiere y así puedo contarte todo esto... es todo como lo describiste mamá, te agradezco cada día de mi vida por haberme querido proteger de esto... sé que no es tu culpa y quería que lo supieses, todo es por mi culpa, todo esto fue mi insolencia y ahora estoy sufriendo las consecuencias, solo quiero salir... Está todo muy oscuro, cuando por fin me deja quieta solo puedo pensar en que me hará al día siguiente, qué cuchillo usará y que parte de mi cuerpo piensa ponerlo... Tengo mil cicatrices, mil cortadas, mamá... Todas me duelen y no puedo atendérmelas, él solo quiere verme sufrir, aquí todo es horrible, hay muchos huesos de cadáveres regados en el suelo, heces, esta jaula me tiene atrapada... ¡Solo quiero vivir! ¡Solo quiero verte otra vez! Le pido a Dios todas las noches por volver a verte, pero él parece que no me quiere dejar ir....

El vídeo termina cuando la cámara parece estar en manos del camarógrafo y que la gira para enfocar su cara... ¡Ese maldito! Su cara seguía siendo igual, no había cambiado nada, era igual de aterradora, era él, sin ninguna duda, ese maníaco desgraciado tenía a mi hija... y yo tenía que hacer algo. Mi suegra y yo nos quedamos estupefactas y pasmadas con las imágenes, en todo el vídeo tuve mis ojos llenos de lágrimas, cuando tenga a ese desgraciado en mis manos lo mataré, nunca lo perdonaré, si nunca lo perdoné cuando me hizo aquello ahora menos que se ha metido con mi hija... es casi imposible que aquel desgraciado siga vivo, vivo entre las sombras de este mundo, parecía estar oculto y la policía con lo incompetente que es jamás y lo atrapó, y ahora que está allá fuera tiene a mi hija...

Estuve llorando por minutos, cuando la policía llegó a mi casa les enseñé la evidencia y solo se les ocurrió llevársela con ellos y planificar un movimiento, era ir hacia el principio, ir hacia aquel nido de ratas en donde creía que estaba mi hija, insistí en ir con la policía... así se hizo.

Ese lugar quedaba en un sitio que no les diré por razones que no quiero explicar, solo sé que está muy lejos en un bosque muy tupido... La policía llegó al sitio con el apoyo de unas fuerzas especiales de antiextorsión y secuestro, entraron a aquel sitio, estaba más horrible que antes, más espeluznante que ante... Las fuerzas entraron a la zona y lo que encontraron me dio ganas de morir.



No había nadie...



El sitio estaba igual pero cambiado, todo era como lo recuerdo, un nido de ratas, el lugar era como un almacén, tenía miles de ventanas y la mayoría estaban rotas aun así entraba escasa luz del exterior, el polvo, las ratas y las cucarachas tenían el lugar azotado, las herramientas manchadas de sangre... La jaula cerrada con llave, adentro en el suelo de la jaula habían restos de huesos humanos rasgados por los dientes de las ratas, pero la escena más perturbadora y que me partía el alma era una silla con unas cuerdas manchadas de sangre enfrente de una cámara... mis esperanzas habían muerto, pero algo había cambiado... En la escena habían varios escritorios viejos de madera, todos centraron su atención en eso, cuando los verificaron pudieron ver que estaban llenos de papeles que se referenciaban a una sola persona: Edd Pérez, que tenía las mismas características de aquel maníaco que me hizo esto a mí y a mi hija.

Yo no sé qué es lo que quería aquel tipo de mi hija, o de mí, a lo mejor no era para hacerle daño a ella si no a mí, utilizando a mi hija encontró mi punto débil, de alguna forma él sabía que yo seguía con vida y que tenía una hija, planeó esto, todo para usarla como un 'arma sentimental' en mi contra, él sabía que yo la amaba, que era mi única hija y que nada lo detendría... La policía revisó la cámara y encontraron otra cinta de vídeo, ese mismo día cuando volvimos a casa (yo con el alma rota y no paraba de llorar de pensar en ella), cuando reprodujeron la cinta de vídeo se encontraron 'casi' el mismo contenido que en el mismo que yo recibí solo con la desgarradora continuación que apenas tenía unos segundo dicha continuación no estaba incluida en el vídeo que yo recibí...

Decía así...

Espero que seas feliz, mamá, sigue con tu vida, que nada te detenga... ¡Te quiero mucho, mamá! ¡Adiós!

Y ahí es cuando la imagen se vuelve a centrar en la cara del aquel maníaco, juro que lo mataré y tendré a mi hija de vuelta... Aquel día lloré sin parar y no dejaba de pensar en ella, en aquel tipo, en aquel vídeo, la maldita policía no ayudó en nada, casi todo el trabajo se hizo solo... también los mataré a ellos... La policía revisó todos aquellos papeles en donde se encontraron con toda la vida de aquel maníaco, era como si él lo hubiese dejado a propósito solo para burlarse de nosotros, pero eso al menos les daría alguna pista sobre el paradero del mismo, allí estaban su partida de nacimiento, carta judicial, miles de documentos de identificación, registros bancarios y médicos, toda su vida. Lo que encontraron fue perturbador....



Edd Pérez había muerto hace cinco años.



Por lo cual la policía no daba una explicación lógica de porqué el aparecía en el vídeo si legalmente había muerto y tenía su lápida en un viejo y abandonado cementerio de un pueblo de aquellos lugares... era él, él no tenía hermanos gemelos, mas bien no tenía familia, ¿entonces? ¿Por qué estaba allí? Esa era la pregunta más inquietante que me he hecho en toda la vida y que todavía no me deja dormir menos aun por las noches, pero hay otras: ¿qué le pasó a la señora Mendoza? ¿Quién puso el vídeo en mi buzón? Y la que me perturba ¿Dónde está mi hija? ¿Realmente es él? Si, claro que es él, sin duda, nadie lo duda...



Nunca se supo más nada de mi hija Alejandra, ni sobre la señora Mendoza y sus posibles paraderos, la incompetente policía sigue investigando, yo me he rendido, he tenido que aprender a vivir con esta tragedia, ¿por qué no me llevó con él? ¿Por qué no lo hizo? Mi hija tenía una vida por delante y muchas cosas que aprender, olvidar y conocer, su vida fue arrebatada de mis brazos... Tampoco se supo mas nada sobre Edd Pérez pero yo sé que vivo o muerto él sigue allá afuera...




03/07/2019

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