Hoy me despertaron a patadas, el sargento grita a todo pulmón que en 5 minutos debemos estar listos para salir. Maldición, se suponía que hoy nos dejarían dormir toda la noche. Son las 12:00 am. Nos han informado que un pelotón completo no regresó. Pobres idiotas, seguramente se han perdido. Nos enviaron al punto de partida al pie de una montaña, tenemos que subir río arriba, aproximadamente 3 km y regresar.
En dos días nace mi hijo, estoy contento. A solo dos días para salir de éste mugrero y tener que hacer esto antes de irme, que fastidio. Caminamos y caminamos, charlamos para perder el tiempo, repentinamente unos de los cabos suelta un grito atroz. Todos reímos, sabemos que es un marica y de todo se asusta. Menuda sorpresa cuando el sargento maldice, eso sí era algo fuera de lo común.
Un compañero yacía colgado de los pies, sin ojos ni corazón. Quizás fue capturado por alguna mafia, y para su maldita suerte, vio algo que no debía, además de que ellos suelen colgar a todas sus víctimas. No estaba claro sí era mejor regresar o seguir adelante. Se supone que mandan a dos pelotones después para rectificar los hechos. El sargento ordenó avanzar. Continuamos el camino hasta llegar a un campo despejado. Estúpida idea, no se sí nos condenamos al pasar el cuerpo o al salir del bosque.
No caminamos ni 100 metros cuando a lo lejos visualizamos siluetas. Podrían ser nuestros compañeros. Comenzaron a disparar de una manera errática, no parecía que siquiera supieran cómo disparar. Por lo general hacemos disparos de advertencia, para evitar el fuego aliado, pero en esta ocasión no hicieron caso. Lanzamos fuego a discreción, juro que los vi caer. No eran demasiados, pero se reincorporaban rápidamente y corrimos hacía atrás.
Corrimos y corrimos, se supone que el bosque no estaba lejos. Comenzó a llover, miré hacía mis espaldas y a cada relámpago caído en el campo significaba que ellos estaban más cerca, parecía que estaban justo detrás nuestro. Tenían un agujero por rostro y algunos carecían de extremidades. Ya no podía correr más, parecía interminable el campo.
Caímos en una zanja, sólo tres de nosotros llegamos. Me pregunto que les sucedió a los demás ¿Los atraparon? ¿Se rindieron? ¿Habrán muerto ya? ¿Terminarían como el primer cuerpo? Nunca lo supe. Caminamos entre la zanja, que pronto se tornó a lo que sería una trinchera, se escuchaban los disparos en la lejanía. No sabía qué hacer, si caminar o regresar. Me dí cuenta de los cambios tan bruscos y bizarros en el entorno.
Reía. Esto debe ser un sueño, reía como un loco. Un compañero me preguntó qué me sucedía.
-Hermano, es un sueño.
-¿Tuyo o mío?-. Me desconcertó su pregunta, era estúpido pensar que ambos estuviéramos soñando lo mismo.
Bueno, que importaba. Sólo quedaba seguir adelante. De pronto aparecieron soldados apuntando directo a nuestros cuerpos. Nos rendimos. Ya no teníamos más que cargadores vacíos y la moral baja, nos capturaron.
Sabía un poco de francés, por eso es que supe que ellos eran franceses. No entendía todo lo que decían pero al menos pude explicar que no eramos alemanes. Nos interrogaron, algo me dijo que si les contaba lo que pasó, dirían que estoy perdiendo la cabeza. Así que inventé una historia; nunca más volví a ver a mis compañeros, me mantuvieron preso durante años.
Creo que ellos explicaron lo que vieron y lo que sucedió, no lo sé. Al salir libre de prisión, era 24 de agosto de 1924, y la guerra había terminado. No sabía que había sucedió. Estoy completamente seguro de que no estoy loco, sé que mi vida antes de esto fue real. Para ese entonces tenía 38 años, han pasado 80 desde que viví aquel suceso.
Estoy viejo, tengo alrededor de 100 años. Ya no estoy seguro de eso, no tengo ninguna certeza de ello. El día de ayer fui a advertirme a mi mismo de 1916 que no fuera a alistarme. Y ahora entiendo; el viejo que golpee hace tiempo en la entrada de las instalaciones, era yo. No pude cambiar eso. Pero dentro de poco nacerá mi hijo, espero sobrevivir para conocerlo...
En nombre de VeliuzMidnight, Nayoru te desea dulces sueños...