XIII. Y así, todo será parte de todo en el punto original donde surgió. En una no- existencia contenida, Alfa potencial y Omega conclusivo por la eternidad
Corro sobre la opaca arena de mi Isla de Ensueño: se siente como ceniza más que como arena. Sobresalen unas imponentes rocas de color negro, son ásperas y afiladas; tienen inscritos pasajes de mi vida... los puedo ver y recordar. Incluso parece que hablan de mi futuro. Pero no quiero saber eso.
Traspasé La Puerta para estar aquí, encontrar la Isla de Ensueño del abuelo y lograr que vuelva de su conmoción catatónica.
Busco alguna manera para embarcarme en las aguas del Mar del Sueño
... del sueño donde encontré La Puerta recuerdo muy poco: ahí tenía 7 años y estaba en la Casona Polvo. En la oscuridad, mamá me llevaba en sus delgados brazos hasta a mi habitación. Me cantaba algo:
No desfallezcas, pronto el sol saldrá.
No habrá más muerte, llanto ni oscuridad.
Lo que se ha separado, reunido volverá;
En un cielo nuevo, una tierra nueva y una nueva humanidad.
En un cielo nuevo, una tierra nueva y una nueva humanidad.
No desfallezco y sigo corriendo y mirando a mi alrededor.
Hasta que encuentro aquello.
Me detengo, contengo el aliento, el corazón me late a mil por segundo.
Cuando mamá empezó a enseñarme cómo trabajar la madera, recuerdo que mi primera fue hacer una escultura de madera que representaba el episodio cuando Jesús calma la tormenta. Tendría ocho años.
Aquello resultó una monstruosidad. No eran apóstoles ni era Jesús, eran toscas abominaciones hechas con impericia y con caras deformes.
Con mucha vergüenza enterré la pequeña talla cerca de ese árbol retorcido y siempre seco asentado en la loma enana sobre la cuál se alza la Casona Polvo.
Ahora, eso: la fea barca estaba frente a mí, pero en una versión de tamaño real, las representaciones grotescas de los 12 apóstoles y de Jesucristo están sobre ella.
Dios mío, son realmente horribles.
... pero aún así representan aquello sagrado y sempiterno
... oigo o parece que escucho algo; una palabra que jamás he escuchado...
Nóctido
... ¿quién lo dijo?... ¿uno de los apóstoles?
He decidido utilizar la barca monstruosa... aunque no estoy seguro de lo que hago.
Las figuras de madera se trozan al hundirles los dedos, están húmedas, huelen a tierra mojada y salen de ellas gusanos e insectos que se arrastraban violentamente por sus vidas... lo único sólido es la barca y al fin la empujo para abordarla.
Estoy ahora en las aguas del Mar del Sueño. No sé dónde me llevarán, no sé si hago lo correcto para salvar al abuelo.
XII. El propósito del Descendiente es desencadenar el Apocalipsis que logrará contraer El Sistema entero hacia su punto original, el mismo desde el que El Demiurgo inició la creación
Empieza a anochecer. Puedo ver una luna que no se percibe como tal. ¿Es acaso una creación del Rey Hypnos o ya estaba ahí desde el inicio de los tiempos? Sus manchas parecen semejar una cara burlona.
A veces me pregunto, desde que papá reside en mi ojo ¿a quién estoy sirviendo realmente? ¿A Dios?... Cristo: tengo un Fragmento de Oscuridad en mi ojo tuerto... que es mi padre precisamente.
Para el mundo, mi padre, Abraham Polvo murió en el 2005 inmolado en su cabaña, fuera de la ciudad de Novacruz desesperado por perder a su esposa en un accidente automovilístico y tenerme en coma, entre vivir o fenecer.
Pero yo sé la horrible verdad. Él se inmoló en un ritual ocultista para transformarse en un Fragmento de oscuridad: La Lágrima Negra.
Nóctido
... vuelvo a escuchar... ¿qué rayos fue eso?
...
Algo ha golpeado la barca
... Sí. Otra vez, es un golpe ligero...
Me asomo, en medio de la oscuridad logro descifrar aquellas formas que se mueven constantemente flotando: son un estuche y una tabla larga de color blanco. Con trabajo he subido ambos objetos.
La tabla es delgada y su borde denota que fue quebrada. Tiene algo escrito: una especie de glifos arabescos mezclados con runas vikingas, el resultado es irreal pero estéticamente bello. El estuche, que alargado y que puedo abarcar con una mano también cuenta con éstos mismos caracteres.
Lo abro: de su interior se libera una fragancia deliciosa. Contiene un pequeño telescopio extensible de mano, una lente de cristal violeta para el mismo artefacto visual... y un trozo de tela el cuál desenvuelvo.
Un grabado.
Es un trabajo realmente asombroso. Representa a dos hombres, aunque parecen cazadores bosquinanos sus rasgos son muy finos.
En medio de ellos, en segundo plano hay unos cuerpos apilados unos sobre otros... son humanoides con características... Jesús:de peces o batracios escamosos, con dedos palmeados y repulsivas caras de bocas anchas y ojos acuosos.
Hay una firma o mensaje con el mismo tipo de caractetes extraños.
Algo más golpea la barca. Siento mi cuerpo frío... ¿porqué? Por mi mente se ha disparado un pensamiento desagradable: algún navío ha sido destruido por una tormenta que probablemente viene hacia acá.
Pero el mar está en calma
... oigo de nuevo ese golpe sordo. Mi curiosidad me vence y al fin me asomo a ver.
La sangre se me hela: se trata de un brazo mutilado.
Éste parece acariciar la barca para después alejarse, ser llevado por el mar hacia un rumbo desconocido. No quiero ni ver cómo se aleja, flotando, muerto, manando aún sangre, poco a poco, poco a poco...
Estrujo el pedazo de tela como si fuese el rosario que me dejó abuelo. Tengo miedo, estoy helado y empiezo a temblar, mi mandíbula se mueve de forma incontrolable.
Cierro los ojos.
XI. Por milenios, El Descendiente recurrió a un ritual que inició revelándose a un astrólogo de Caldea de nombre Abram, después a un libertador llamado Moisés y siglos más tarde encarnose conocido así como Jesús llamado Cristo
Despierto.
El cielo es gris con tonalidades de azul rey y purpúreas. Por el horizonte se está asomando el sol... un sol.
Es raro pero no siento hambre, sí siento un vacío en el estómago pero no la necesidad de comer. Siento seca la garganta, mas no la necesidad de beber. Me quito el vendaje improvisado, ya no sangro.
Me pregunto qué sucederá si muero aquí.
La barca, en ese movimiento hipnotizante de alta mar va de arriba abajo, arriba a abajo.
— ¡Arriba, abajo! — me decía mamá, mientras me cargaba y me levantaba y después me hacía bajar para volver a hacerlo.
Recuerdo su sonrisa y cómo reía. Yo tendría 6 años y no me gustaba que lo hiciera. Noté que ella siempre esperaba de mí algo cuando hacía se juego conmigo. Tal vez que riese con ella.
En una tarde lluviosa de febrero, lo volvió a hacer pero, al ver mi expresión, supo que no lo disfrutaba como ella. Solamente me bajó de vuelta al suelo, suavemente. Noté su tristeza.
Mamá era una mujer alegre e idealista. Cantaba, tocaba guitarra, hacía unos tejidos realmente impresionantes, unas pinturas de colores vivos; tenía una visión testaruda y hasta ingenua y peligrosa de cosas delicadas como el amor, la Magia y la religión. Tenía un espíritu romántico de rebelarse por simple gusto, lo que se dice una auténtica artista... ella me enseñó trabajar la madera para crear miniaturas.
Lo que sí me preocupa ha veces es acerca del alma de mamá. Es decir, estaba tan enemistada con Dios y su Iglesia... ¿dónde estará ella, será acaso un alma en pena?
... Dios. Está atardeciendo, ¿cómo? ¿Cuánto tiene que desperté?
X. Los Arcanos necesitaban de la fe de los humanos para alimentarse. Así, en cada uno mora la chispa divina del Descendiente lo que propició su posterior evolución
Uso el catalejo, miro a través de el. No hay na
¿Qué es eso?
¿Lo he mirado bien? ¡Una persona a la deriva!
Utilizo la alargada tabla blanca como un remo improvisado para acercarme.
Cristo. Se trata de una chica, flota asida de un madero; su aspecto es deplorable, tiene la mirada perdida. Debe de creer que soy un tipo de alucinación.
Entorna sus ojos y comienza a... comienza a llorar.
— ¡AYÚDAME!— grita con desesperación —. ¡No dejes que venga por favor!
>> ¡Ven, por favor, te lo suplico!
Dios mío, debí seguir derecho; ella no es mi problema pero...
"¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?" Él contestó: "El que practicó la misericordia con él". Jesús le dijo: "Vete y haz tú lo mismo."
El proceso para subirla fue difícil pero con una oración y alistando los pocos músculos que tengo logro que aquella desdichada suba a la barca que se tambalea peligrosamente pero la operación es exitosa.
Deduzco que es una sobreviviente del barco de donde salió la tabla blanca y el catalejo. Realmente me ha extrañado que sepa hablar español ¿será acaso una Soñadora? ¿De dónde será?
A mi mente vuelve esa mórbida imagen del brazo cortado.
— Es una extraña luz... veo las estrellas negras.
Debe de estar alucinando, debió sufrir una experiencia en verdad terrible.
— Estrellas negras...
¿Qué haré ahora? Ahora llevo una inesperada compañía ¿cómo me permitirá Dios sortear éste extraño designio suyo?
— Era de noche... --dice al fin--. Yo cantaba, la la la la la —cierra los ojos mientras tararea, moviendo su mano con lentitud—. Cuando de pronto la vimos flotar sobre el mar, bajo ella brillaban luces fantasmales... ah, qué hermosa era, qué bella. También cantaba... su canto era la de las esferas celestiales.
¿Estará delirando? ¿Revive aquello terrible que sucedió?
— La la la la.
>> Alguien gritó: ¡desvíe la dirección, de inmediato! ¡Nos ampare Hypnos: es una Diablesa de Lam!
>> Y cuando dijo ésto todos enloquecieron del miedo, todos, todos... Volteé y mi amado Cedric estaba preso por un trance y miré alrededor. La mayoría lo estaba.
>> Y los que estábamos posesos perdimos todo pudor —ríe como si se tratase de algo divertido. Me ha repugnado—. Nunca jamás había visto tanto dedorden, sólo el sacerdote y algunos mayores resistieron la canción de la Diablesa de Lam. La la la la...
Sigue moviendo suavemente su pequeña mano de aquí, para allá; la deja caer con cansancio, está agotada.
Quizás morirá aquí y tenga que echar su cuerpo al mar, lo que más me afecta es sucederá sin la asistencia de los sacramentos finales.
Con el catalejo miri para un lado y otro. Debe de, tiene que pasar algún otro navío o un bote salvavidad y ayuden a ésta dama. Ella no es mi problema y no soy un héroe.
— Cedric...— empieza a decir, inconsciente.
Que incómodo y desesperante. Dios mío, por favor te pido que mandes a alguien que rescate a ésta pobre hija tuya.
— Oh, Cedric.... ni el cura puede sacar el demonio en ti. Ni los golpes detienen tu encendida pasión.
Ésto es desagradable. Estoy tentado a arrojarla de la barca de una buena vez.
— Después, Cedric se arrojó al mar a buscar a la Diablesa de Lam. Muchos saltaron enloquecidos.
>> Vi como los niños y las doncellas virtuosas empezaron a sangrar de la nariz, oídos y ojos y cayeron muertos al instante. Les fue bien —empieza a reír desquiciadamente, yo que sólo la había escuchado ahora le miro. Me ha causado miedo—. Tomé el Elixir de las Lenguas por si pasaba por mí un navío extranjero.
>> Él me dejó encinta —dice con preocupación para después sonreír siniestramente—. ¡Las demás mujeres encintas abortaron! ¡Pero en mi interior tengo vida! ¡VIDA!
>> ¡Y ya viene lo puedo sentir!
Mientras ríe, la loca empieza a convulsionarse, retorcerse, gesticular en el aire. Su cara se deforma tomando rasgos de bestia, de monstruo, de un hombre ancestral, de demonio. Ya no ríe sino que gorgotea repulsivamente como animal ahogándose.
De pronto, con el sonido de carne, huesos y músculos desgarrándose puedo ver cómo de su espalda surge una línea vertical de sangre que mancha su ropa y súbitamente, con aún más sangre brotando a raudales, un obsceno bulto surge de luchando por salir.
Yo solo puedo observar aquél dantesco espectáculo presa del intenso pánico, el insondable miedo a lo desconocido, el inenarrable horror.
Por fin una silueta oscura surge de la pobre mujer, es humanoide y extremadamente delgada, es una polilla, un murciéleago, un ave carroñera de aspecto mórbido. De su cartilaginoso cuerpo mana una brea negra y emponzoñada, yo sólo puedo caer muerto de miedo ante el infernal engendro que crece más y más.
Al fin, la cosa sin nombre despliega sus alas carnosas. Gira su cuello para mirarme. En medio de la oscuridad sólo puedo apreciar un par de ojos rojos y encendidos. Y se queda en silencio y ese silencio parece devorar todo sonido en el cosmos.
Me contempla. Jesucristo, Jesucristo.
Con un brusco movimiento que hace tambalear salvajemente la barca y a toda velocidad, la criatura ha salido disparada al firmamento nocturno sin siquiera batir sus inmensas alas y se pierde en las alturas.
Todo se nubla, todo es oscuridad.
IX. Y los Horrores Arcanos maldijeron a los Vástagos y así devinieron en hombres y mujeres de piel. Pero otro mal inmensanente mayor había caído sobre El Sistema: La Oscuridad
Despierto nuevamente. Es de madrugada.
Aquello no fue una pesadilla, sobre la barca está el cadáver de la desconocida, que viajaba en un barco, que tenía un amante llamado Cedric, que fue víctima de una Diablesa de Lam y fue madre de una monstruosidad obscena.
La empujo hasta arrojarla al mar. No quiero verla, deseo que se pierda en éstas aguas malditas.
Se aleja, poco a poco.
Hay sangre en la cubierta. Ayudado del retazo que era parte de mi suéter lo uso para poder limpiar con agua de mar los remanentes de aquella noche pesadillesca, cruel y enloquecida.
Sigo rezando por la pobre mujer: Señor, dale una morada en el Cielo a ésta hija tuya.
Aunque haya vivido en pecado acógela en tu santo seno. Jesucristo, no le niegues su casa a ésta alma.
Que interceda por ella la Santísima Virgen María, que interceda por ella San Pedro y San Pablo así como los santos apóstoles; que interceda por ella San Juan Bautista, la sagrada corte de los santos y beatos que cantan eternamente tus himnos y gloria, y los dulces ángeles mensajeros...
Un sábafo en que abuelo no estaba, mamá me llamó a la cocina. Tenía su guitarra, esa misma que empeñó el abuelo años después de la muerte de ella y de la transfiguración mi padre.
— ¿Quieres escuchar una canción, Isaac? —me preguntó, realmente yo no quería. Esperaba verla con un rosario y que me preguntase "¿Quieres rezar?"
No deseaba herirla y asentí. Ahora mi mente me tortura con la memoria de esa canción:
Ahí viene el sol.
Ahí viene el sol.
Y yo digo: todo está bien.
Cariño mío, ha sido un largo, frío y solitario invierno.
Cariño mío, se siente como si hubiera durado años.
Ahí viene el sol...
Percibo un cambio en la luz mientras sigo tallando la sangre y tal como cantaba mamá, ahí viene el sol. Pinta de rojo, naranja y violeta el infinito cielo oscuro; las estrellas empiezan a desaparecer y esa canción que cantaba mamá sigue resonando en mi cabeza.
Me pongo de pie, es un espectáculo hermoso pero profundamente desesperanzador. Ya no quiero estar aquí, ya no quiero más estar aquí.
Grito.
Sé que nadie me escucha, que soy un alma maldita en medio de una nada onírica, extraña, blasfema.
Cariño, las sonrisas han vuelto a los rostros.
Cariño, parecía como si la luz no hubiera existido en años.
Vuelvo a gritar invadido por la desesperación, el temor, la incertidumbre de que éste anárquico y espantoso mundo sea mi tumba y jamás vuelva al lugar de donde salí. Ésto deben de sentir los recién nacidos al ser expulsados del vientre materno.
Quiero gritar hasta quedarme sin aliento, hasta morir, hasta fundirme en La Nada. Si pudiera, incluso lloraría.
Ahí viene el sol.
Ahí viene el sol.
Todo está bien, todo está bien
VIII. Así que los Arcanos se infectaron con La Oscuridad para tener poder sobre la decadencia y la muerte. Y asesinaron al Demiurgo mientras descansaba
Deseo en éstos momentos despertar en la Casona Polvo, en el mundo donde pertenezco, en la malditanente atea ciudad de Novacruz.
Me hubiera gustado nacer en un lugar cercano a una iglesia e ir con mis padres y el abuelo a la misa cada domingo. Una vez, abuelo me contó de cómo es la Iglesia en distintos puntos de la República.
Dijo que hay grupos para jóvenes y me sorprendí al saber de jóvenes que se interesaran en servir a Dios dentro de su Iglesia.
Estábamos arreglando el taller artístico de mamá, era el 2006. Yo contaba con 10 años, tenía voz y ya estaba tuerto.
Abuelo me contó:— Es como si supieran que están enfermos y que necesitan de un hospital y un doctor... la Iglesia y Jesucristo respectivamente.
— Yo mismo asistí a la Acción Católica — rió entre dientes—. Me obligaba tu bisabuelo Caín, que Dios lo guarde.
>> La iglesia donde íbamos era una parroquia hermosa, era blanca, grande, con una torre para campanario con un gran reloj en la parte más alta, el mecanismo todavía funciona hoy.
>> Ahí es donde conocí a Judith tu abuela.
Abuelo no hablaba mucho de quien fue su eposa, tengo la imagen de que era una mujer buena a la que el amó mucho pero, por mis propias deducciones, creo que murió violentamente.
Quizás esa pérdida influyó mucho en él para convertirse en Sabueso Nocturno.
Una vez vi una foto de ella, debió contar con veinte y tantos años, era de rostro cuadrado, labios delgados y cabello ondulado, largo y negro, ojos grandes y probablemente cafés. En esa foto miraba hacia arriba como si Dios le hablase.
Los Polvo siempre hemos estado envueltos en una especie de aura siniestra.
El primer Polvo que se conoce, Seualotl Ixtliltik, antes de bautizare como Saúl Isacar Polvo era lo que se conoce como un hechicero, otros rumores incluso lo tratan de brujo consagrado al pavoroso demonio Tezcatlipoca.
No es lo mismo un hechicero que un brujo, ni éstos lo mismo que un mago. Los tres sólo comparten en común el uso de la Magia y hasta ahí.
El mago no sólo practica la Magia sino que la convierte en un estilo de vida de severas normas de conducta misticista y dominar las leyes ocultas del cosmos y sobre las correspondencias de todos los planos de existencia. El máximo ideal de un mago es La Ascensión: convertirse en una especie de ser casi deidad.
Papá se transformó en la Lágrima Negra para que yo alcanzara dicho estado... ¿habrá alguien que lo haya logrado?
El hechicero es alguien que tiene algunas nociones de cómo trabaja la Magia mediante rituales y saberes fragmentarios de lo oculto que mayormente son supersticiones.
El brujo, en término simples, es un enemigo declarado de la humanidad.
El brujo ha vendido el alma algún Horror Exterior a cambio de poder y conocimiento mágico para que el pacto impío perdure estará obligado a llevar a cabo actos aberrantes de todo tipo. Nada que ver con la leyenda rosa que los actuales cultos neopaganos quieren que el mundo se trague.
Existe el consenso tendencioso entre académicos ignorantes de lo oculto que los brujos eran simples adoradores de deidades paganas. Pobres ingenuos.
De ser así que expliquen porqué en la Roma del año 186 antes de Cristo el Senado ejecutó a 7000 bacantes, adoradores de los Misterios de Baco, bajo la sospecha de que sus prácticas habían degenerado en brujería que incluían canibalismo, blasfemia y demás horrores.
O los paralelismos entre Europa y Japón en la cuestión brujeril: ambos territorios dieron por buenas la existencia de los pérfidos diablos familiares; en un continente les confirieron formas de sapos, lechuzas y hasta lobos, en el país del sol naciente, la de serpientes; pero en la práctica representaban lo mismo: asistentes demoníacos en la labor del brujo para diseminar la muerte, la enfermedad y la locura.
Ambas culturas acreditaron la capacidad brujeril para convertirse en animal: en Europa nace el mito de el hombre lobo y en Japón el de las brujas que se convierten en zorros; en México es el pavoroso brujo que se convierte en ave nocturna que va a por la sangre de los infantes... y ésta creencia estaba arraigada antes de la llegada de los colonizadores españoles.
Después, las fuerzas del Mal facilitaron casos como el de los procesos de Salem, Massachusetts en 1692 cuyo propósito no fue otro que desacreditar a los cristianos y de paso, ningunear a la amenaza brujeril relegándola a...
Santo cielo, me he perdido en mis propios pensamientos. ¿Será que ya estoy empezando a delirar? El arcángel Uriel parece que enloqueció cuidando éste Mundo Onírico y se transformo en Hypnos el Emperador de los Sueños.
Saludad: Yo soy el emperador de los sueños;/ Me he coronado con el sol de un millón de colores - C. A. Smith
Mi mente está ofuscada; en un intento para aligerarla, me asomo para mirar el agua del mar.
Lo noto entonces bajo las aguas... es borroso, se acerca poco a poco.
El cadáver de Saulo Isacar Polvo surge del abismo acuático y se desplaza como un mal espíritu en la noche hacia mí. Su piel está roída y se levanta bajo el agua, puedo ver sus dientes sin labios así como sus cuencas vacías son infinitos abismos oscuros. Encaja sus garras pútridas, muertas y húmedas en mi rostro, aproxima su cara roída y mórbida a la mía. No puedo gritar.
— Deja de soñar. ¡Tonto! — dice con voz de ultratumba.
Vuelvo a la barca, sigo en ella.
Ahí están las agua del Mar del Sueño agitándose mientras las observo. Mi imaginación me ha propinado otra mala jugada.
Miro mi reflejo en el mar, parece el de un condenado, el de un fantasma, el de un loco... el de el cadáver viviente de Saulo Isacar: el hechicero, el brujo, el converso al cristianismo y portador de la semilla maldita de los Polvo.
... Dios mío. Creo que estoy delirando.
VII. Los Vástagos impresionaron a los Arcanos y poco a poco les temieron porque tenían libre albedrío. Así,los veleidosos Arcanos se sintieron insultados por El Demiurgo
Ha empezado a llover. Siento la ropa húmeda, el viento frío soplando. Al horizonte se levanta la niebla.
Empiezo a recordar el sueño en el que encontré La Puerta... también hubo viento, mucho viento.
Después de que mi madre cantara esa extraña melodía me sonreía.
Repentinamente escuché un sonido seco, sentí una especie de pulso, una ola expansiva interna y externa a la vez.
Al mirar a mamá repentinamente le estallaba el rostro. Me salpicaba de sangre, retazos de piel, fragmentos de huesos y trozos de su cerebro. Su cara tenía ahora un horrendo boquete sangriento, su maxilar se desprende. Escuché un sonido, un rugido, un fragor, un estallido que se hacía más y más grande, más y más intenso.
Con una explosión, el techo sale disparado a las alturas, succionado por un vórtice que parece un siniestro ojo negro, alrededor giran nubes grises fúricas, rabiosas, presas de ira homicida y sed de destrucción.
El cadáver de mamá sale disparado al tempestuoso monstruo que succiona todo a su alrededor, no hay más sonido que el viento enloquecido y el movimiento en espiral de ese demoníaco círculo de la muerte.
Corrí por mi vida mientras la casa era devastada y entonces la veo... La ventana.
No había nada en la ventana, sólo una negrura y vacío interminables. Esa era La Puerta, lo sentí en mi estremecido corazón.
El suelo empezaba a ser arrancado tabla por tabla, me encontraba en una vorágine de restos de madera, metales, pasto, tierra, vidrios y un sinnúmero de objetos más elevándose a las alturas.
Llegué hasta la ventana, la abrí dándome cuenta de que ya no era un niño.
Y sin mirar atrás me arrojé a esa negrura cuya existencia era más antigua que la noche. Caigo. Ahora vuelo, ahora soy arrastrado por el éter.
¿Es mi cuerpo lo que está en movimiento? ¿Es ésyo movimiento? No, es un eterno flujo, un imperecedero pulso que ha estado está y estará.
Mil soles, millones de universos e infinitos mundos son devorados por una luz de muerte y renacimiento. Es una estrella naciente cuyo estallido ha arrasado las fronteras del tiempo-espacio, los planos sutiles superiores y las esferas primordiales.
Ese fue mi sueño y esa fue La Puerta en la que llegué hasta aquí.
Sigo en medio del mar agitado por el viento y la tenaz lluvia
....
No es posible. Entorno mi ojo bueno
Me pongo de pie... ¡Tierra! Al fin he llegado a una Isla de Ensueño.
VIII. Y así surgieron Los Vástagos de cada fragmento del Descendiente. Y los luminosos y semidivinos Vástagos son los antepasados originales de los seres humanos. Después de eso, El Demiurgo descansó
Al fin la veo. El corazón me late enloquecido, casi quiere romperme las costillas y salir de mi pecho ¿será ésta la Isla de abuelo Jacób?
Al fin encallo en la arena de la playa.
Torpemente arrastro la barca sobre la arena, el viento sigue soplando fuerte aunque la brisa bien se ha detenido, no quiero que cuando suba la marea me quede sin transporte. Con las pocas fuerzas que tengo logro arrastrar la barca.
Ya está... algo me dice que será mejor girarla para que la parte delantera quede apuntando al mar. ¿Estaré paranoide?
A diferencia de mi Isla, la arena de ésta es de un color claro. Tengo la teoría de que ésta puede ser en verdad la Isla del abuelo, la niebla, el frío y la brisa pueden ser materializaciones de su catatonia: estar preso en sí mismo.
Sigo andando. Cruzando una ligera cuesta he llegado a un pastizal, es verde y largo y acariciado por el viento frío. Su olor es fresco pero, por extraño que parezca, transmite una gran tristeza, oigo ese sonido tan agradable de las altas briznas agitadas.
Parece que a medida que avanzo el cielo se oscurece más y la niebla se vuelve más densa.
Pienso en que tal vez encuentre un Horror similar al de la pobre mujer del naufragio peor: que el Horror me encuentre prim...
¿?
No estoy seguro pero creo que noté algo... una silueta. Una de tamaño grande. Miro de izquierda a derecha. Es en éstos momentos deploro el hecho de estar tuerto, vuelvo a revisar el paisaje.
Luego recuerdo que aluciné el cadáver viviente de Saúl Isacar Polvo enterrando sus zarpas muertas en mi cara.
Tengo que seguir.
Al fin veo algo... cielos, tengo que abrazarme para que el frío no sea tan molesto. Me acerco más
... no lo puedo creer.
Puedo divisar una magnífica réplica de la plaza central de la ciudad de Novacruz: la Plaza Mercaba. Es tan anchurosa como la original, he distinguido perfectamente el Palacio de las Siete Estrellas, sede del gobierno y sus dependencias.
Mientras recorro el lugar me doy cuenta que no hay ni una luz encendida en las edificaciones alrededor. Y no hay nadie. Ni un alma que transite por ésta elusiva versión de la Plaza Mercaba.
Me dirijo hacia el callejón bohemio cuando. De nuevo esa sensación
... ¿es que estoy enloqueciendo? Detecto algo, una presencia, una presencia furtiva.
...
Miro por todos lados esa presencia, me giro, camino despacio, vuelvo a girar.
No encuentro a nadie.
Pienso en la Lágrima Negra. En papá. Me pregunto si surgirá para ayudarme si acaso encontrase otra monstruosidad como la que salió de la mujer a la deriva.
Nóctido
... ¿lo escuchaste? ¿Lo dije yo?
VI. El Demiurgo engendró al último Arcano: El Descendiente al cuál le encomendó sacrificarse para que, de sus fragmentos, crear a un tipo de entidad digna para sus hermanos. Y El Descendiente así lo hizo
El callejón bohemio está reproducido en gran detalle: cafés, tiendas de música, de ropa, artesanías; florerías, joyerías, librerías, restaurantes, un negocio con pinta de tienda de antigüedades
... plazuelas ajardinadas, algunas con fuentes aunque ninguna borbotea agua: me ha sorprendido una donde una mujer tiene dos jarras de agua que vierte sobre la ancha fuente, es una obra muy bella. Fuera de algunos cafés encuentro mesas, sillas y sombrillas para comensales que les guste la buena cocina al aire libre
... no sabía que a abuelo le llamara la atención ésta parte de la ciudad.
Los puestos, todos están vacíos, sin mercancía alguna. Me ha llamado la atención el detalle de que hay objetos incompletos, acabo de pasar por una farola la cuál sólo tiene la mitad superior cual si flotase.
Doblo la esquina y encuentro algo que me hace retroceder para resguardarme.
¿Qué era eso? ¿Lo imaginé o lo vi realmente?
Oigo un ruido... una especie de croar apagado. Sin embargo, aquello no parece provenir de una garganta humana. Me asomo con cuidado, con el mayor sigilo del mundo.
Santísima Virgen... ¿qué es eso? Está tumbado, apoyando su espalda en la pared. Su cabeza es la de una especie de hongo ancho pero repleta de huecos de donde sale humo blanco. Tiene la cabeza ladeada por lo que es imposible verle faz alguna; como si fuese vello le crecen matojos de hojas, parece de planta de cannabis, de forma desordenada. Su cuerpo es bulboso e irregular y totalmente blanco; creo que puedo verle sus venas azules, sus miembros delgados y flojos.
Está tumbado, emanando humo. Yo sólo lo puedo ver con los ojos bien abiertos, las piernas me están empezando a temblar y las manos se me han enfriado de golpe.
Dios mío. Tengo que irme, alejarme de ése horror fungoso.
He vuelto a esconder la cabeza detrás del muro, me invade el sudor frío y mi corazón palpita con fuerza.
Doy un paso lentamente, después otro. Dios santo, que esa cosa no me oiga. Sólo puedo escuchar el palpitar de mi corazón.
Salgo de nuevo a la Plaza mayor de Novacruz.
Me llevo las manos a los ojos. Ésto no puede ser. No puede ser. Miro al cielo: totalmente gris, las nubes son tan espesas y negras como si la esperanza se hubiera desvanecido del mundo completamente.
De pronto. Una luz es amarilla y viva, proviene de uno de los establecimientos alrededor de la plaza, uno cercano a una parada de autobuses con esas pantallas que muestran publicidad.
Camino lentamente, despacio. Casi furtivamente.
Conforme me aproximo noto que hay sonidos; se escuchan voces: conversaciones frívolas y risas bobas, se escucha el sonido de pequeñas tazas, cucharas, pasos, bandejas... hay incluso música.
Me alejo para mirar aquél resquicio de vida, de ruido, de luz. En la puerta de madera con ventana en medio se puede leer un anuncio de "Abierto" y el nombre del lugar. Es un café.
Lounge Coffee
No hay nadie en el lugar.
Sigo escuchando los sonidos, ahí están claramente, la música sigue su extraño ritmo pero no hay nadie. Sólo un lugar con las luces encendidas, sobre las mesas están los servilleteros, menús, unos platos con sobres con azúcar... pero no hay nadie. Nadie.
¿Pero qué tiene que ver ésto con el abuelo?... No tiene sentido: no parece algo familiar al abuelo.
Regresa a mi mente la visión de ese monstruo fungoide y humeante, de piel pálida y venas azules, ¿qué representa en los sueños del abuelo? ¿consumo de marihuana, ¿el abuelo?
... ¿y si acaso ésta no es la Isla del abuelo?
¿Qué es lo que veo?
Me aproximo. La niebla no me permite apreciar bien de qué se trata... una silueta andante, sus pasos son cortos.
Camino un poco más.
En el extremo de la plaza, donde debe de estar la estatua del monumento al Patriota de Novacruz la silueta parece dejar algo en la base, se queda otro momento.
...
Por fin la silueta se marcha por donde vino.
...
Ya no se ve. Se ha ido.
Me acerco, la niebla empieza a ceder y distingo que esa no es la estatua de El Patriota.
Es algo muy diferente.
Representa a una joven de cabello corto y cara redonda, de anteojos; a su lado está una niña su cabello más largo, comparte la faz redonda de la joven que tiene junto... ¿serán acaso hermanas?
Ambas sonríen. En el pedestal hay una placa con una leyenda:
A Alison Cordero: inolvidable amiga.
A Lucía Ángela Cordero: pequeña gran soñadora.
Jamás debieron de morir.
Lo siento.
- Jessica Benz
Y en la base del pedestal hay una rosa.
María Santísima... ésta no es la Isla del abuelo. No quiero saber de quién es. Debo regresar ahora mismo a la barca e irme. Debo...
¡Esa maldita silueta! Esa presencia que pensaba una alucinación. Ahora la aprecio claramente, es inconfundible, la distingo. Cristo... ¡aquella presencia me está viendo!
Es impresionantemente alta; su rostro así como la mayor parte de su cuerpo está cubierto por vendajes negros y la poca piel que se le aprecia es gris y mancillada por innumerables cicatrices que le hacen manar sangre roja.
Sus alas quirópteras están rotas y flotan mecidas por el viento al igual que los negros y desgastados faldones de monje que le cubren las piernas. Gruesas cadenas oxidadas salen de su cuerpo recorriéndolo, terminan enterradas en sus brazos, piernas, abdomen, cabeza...
¡Es el temible Heraldo del Dolor del cuál ha hablado el sufí renegado Ibn-Aazar que sacrificó a su hija y esposa a la Oscuridad!
El Heraldo del Dolor se alimenta del intenso remordimiento, le llama la sombra de desgracia y muerte... Viene de las estrellas muertas errantes en las esferas celestes, aquellas que traen la peste, las sequías y las guerras... Crecerá en poder hasta materializarse en nuestro mundo. Una vez lo logre matará a quien le nutrió, tomará su alma y por la eternidad la torturará en el Infierno.
Se empieza a acercar sin mover las piernas y ahora empiezo a correr. Tengo que correr, Cristo; correr, correr, correr. Soy un alma que escapa del demonio en la noche de San Pedro Encadenado. De la temible sombra del páramo de la muerte, del desconocido horror antiguo. Oigo cómo el aire es desgarrado por su silueta fantasmal...
¡Que El Eterno nos proteja del Heraldo del Dolor!
Sin darme cuenta he llegado a los pastizales y después desciendo por la cuesta, todo bajo una presión suicida.
El viento se enrarece de pronto, empieza a caer la lluvia con insidia, con maligna insistencia, con enloquecedor ímpetu.
El viento sopla a mis espaldas, frío, hostil, cruel.
¡Allá, a lo lejos está la barca! ¡Está siendo arrastrada por la marea que ha crecido!
He logrado empujar la barca para impulsarla y salir. Sin pensarlo he tomado el madero largo, esbelto y blanco y sin detenerme lo uso para remar y salvarme de aquella amenaza de ultramundo.
Las olas me elevan, chocan salvajemente, el mar se ha convertido en una bestia fúrica e idiota.
Puedo ver la silueta del Heraldo en la lejanía, está parado en la playa observando cómo me alejo.
Por la violencia del mar embravecido he perdido mi remo, he perdido el catalejo, ambos se los ha llevado la monstruosa tormenta.
Una ola inmensa se alza y con ella la pequeña barca conmigo en su interior. Me elevo hasta mirar de nuevo la Isla de donde salí, después el titan de agua empieza a colapsar. Me aferro a la barca con todas mis fuerzas.
¡Estamos cayendo, repito. Caemos sin control!
Un estallido. Estoy siendo arrastrado por un remolino de aguas rabiosas y malditas.
Es el fin.
V. Hastiados de crear entidades de todo linaje, los Arcanos pidieron al Demiurgo crease una entidad para ellos cuidarla y demostrar su dignidad como hijos suyos. Y tenía que ser algo único
He sobrevivido a la tormenta... el cómo fue posible... no quiero saberlo. Tal vez papá, la Lágrima Negra surgió en el último instante y me salvó de morir ahogado.
Es de madrugada. No tengo ni fuerzas para voltear a ver el cielo. Estoy aferrado a lo único que quedó de la barca, flotando en el Mar del Sueño. Igual que la pobre desafortunada que dio a luz a la monstruosidad alada de ojos rojos.
La herida de mi muñeca se ha abierto, puedo sentir la sangre escapándose de mi cuerpo.
Me siento cansado, sin fuerzas; sin espíritu para seguir adelante. La cabeza me pesa y mis ojos quieren cerrarse... tal vez para siempre. Si perezco aquí, tal vez mi cuerpo físico, en la Casona Polvo, se desvanezca en el éter.
Y, Cristo, aquella palabra extraña
Nóctido
...
Nóctido
IV. La naturaleza proveedora del Demiurgo le hizo engendrar a cuatro conciencias, sus primeros Hijos e Hijas, para compartir El Sistema. Éstos fueron los Dioses Arcanos
Las frías aguas de la marea me despiertan.
He llegado a una Isla de Ensueño. Estoy vivo.
El remanente de la barca donde he viajado está siendo arrastrado por las aguas que retroceden de vuelta al mar. Sólo queda una tabla la cuál tengo a mi cercanía.
Uso la tabla como una muleta me desplazo lentamente por la playa. Su arena es oscura, hay nubarrones que cubren el cielo, pero no hace frío... hay niebla en la lejanía.
Por el cansancio caigo de rodillas. La herida en mi muñeca sigue abierta y manando sangre. Me he quitado la camisa, a base de mordidas y raspándola con la tabla me hago un nuevo vendaje improvisado.
— Manos arriba — escucho a mis espaldas. me quedo congelado, incapaz de moverme —. He dicho, manos arriba.
Obedezco a aquella voz rasposa. Sólo puedo agachar la cabeza y mirar hacia abajo.
Una silueta me empieza a rodear. Es humana, porta un arma, tal vez una lanza o algo que funciona como tal.
Aquél duda, ha bajado la guardia. Se acerca... ¿está viendo mi muñeca? Su voz es cascada, rasposa, de anciano.
— ¿Isaac...? — dice —. ¿Isaac, eres tú?
No lo puedo creer. Con el extremo no afilado de la lanza me levanta el rostro.
Dios mío.
Abuelo.
Su mirada es de incredulidad, sorpresa, inquietud... miedo... ¿o es una inconmensurable frialdad?
Un inesperado temblor en la tierra hace tambalear al abuelo, trato de ponerme en pie para ayudarlo pero mis fuerzas flaquean y caigo en la arena opaca, él se queda en el suelo, el temblor aumenta su intensidad.
Algo enorme se resquebraja con un sonido de mil demonios. Ambos volteamos y divisamos una formación rocosa cuya punta se ha trozado; cae lentamente y aterriza con un estrepitoso sonido que hace tremolar aún más el suelo.
Se detiene.
Ahora, sólo el sonido del mar alejándose.
— Tenemos que resguardarnos.
El abuelo me apoya para andar por la playa.
Hemos llegado a los restos de una iglesia. Es espaciosa y gris, castigado por el ambiente.
Es prácticamente una casa. Hay un platón con frutas y pan blanco. De un contenedor metálico abuelo sirve agua en un vaso de madera.
— El pan apareció cerca del río... — me ve, sabe que no entiendo lo que habla—. Come. Éste lugar cuenta con chimenea, haré fuego, estás helado como cadáver.
¿Es una sensación mía o hay un disgusto secreto por verme?
Como. Tengo que estar realmente hambriento, siento como si en años no hubiese probado bocado alguno.
Tengo que detenerme o el abuelo se quedará sin comida. No quiero estar de inútil, quiero ayudarle a...
— No te levantes —su tono ha sido severo; carga un montón de leña, son varas delgadas que él va acomodando en la chimenea.
Toma dos piedras que empieza a chocar esperando crear fuego. Empiezo a incorporarme —. ¡Isaac!— lo miro con sorpresa... nunca utilizó ese tono conmigo. Nunca. — Dije que no te levantes.
Afuera una brisa levanta la arena de color de ceniza. Creo, de hecho, que es ceniza.
No tengo otra cosa que decirle al abuelo que regrese conmigo al Reino, que vuelva a su Memorial y salga de éste ensueño.
Su aspecto está descuidado, el huesudo rostro moreno y los nudosos brazos son iluminados de amarillo por el fuego. Porta un cuchillo enfundado.
— Cómo si no supiera a qué has venido —me mira con sus cansados ojos claros. Su boca cerrada, de labios delgados parece que se esfuerza en callar algo. Vuelve la vista al fuego—. Imaginé que algún día intentarías llegar hasta el Mar del Sueño pero no pensé que fuese tan pronto
>> ... como dije, sé porqué has hecho ésta travesía y te lo agradezco enormemente.
Se queda callado, mirando el fuego danzar violentamente.
— Esa noche del 10 de agosto... Cuando tu padre, mi hijo salió de tu ojo izquierdo. Mi alma a su vez abandonó mi cuerpo.
>> Al hallarme aquí concluí pronto que mi cuerpo estaba en un estado casi inactivo... de otra forma no hubiese durado tanto tiempo en mi Isla. Probablemente esté en una especie de coma o algo así.
>> Lo cierto es que estoy condenado a permanecer aquí.
Ambos volteamos por un ruido, es un sonido lejano pero hueco y a la vez, potente. Debe ser el grito, el llanto o el rugido de algún monstruo de dimensiones colosales.
— Es el Leviatán del Olvido —dice sencillamente, como si fuese lo más natural del mundo—. Se está comiendo poco a poco la Isla...
Nuevamente sólo suena el crepitar de la madera por el fuego.
Continúa: — Te lo diré con toda la sinceridad la cuál me puedo dar lujo muchacho.
>> El tiempo que he pasado en ésta Isla me abrió los ojos a una dolorosa verdad, a algo que no quería ver.
>> Me dí cuenta de lo que hicimos... de ese proceso en el cuál tu padre se convirtió en la Lágrima Negra y decidió habitar en ti...
>> Fue un error. Un acto contranatura.
>> Quisimos tomar el trabajo de Dios y creamos entre los dos un monstruo —me mira con sus ojos claros y cansados—. Te convertimos en un monstruo, hijo mío. Un monstruo.
— Abuelo... yo sólo quiero pedirle que...
— Hice que mi propio hijo se convirtiera en lo que combatíamos cuando éramos Sabuesos Nocturnos. Y de paso te convertimos a ti en una aberración sobrenatural.
>> ¿Te he contado que mi motivación como cazador fue vengar la muerte de Judith. Tu abuela Judith?
Se queda en silencio durante unos instantes. Continúa.
— Cuando aquello ocurrió, tu padre y yo nos unimos definitivamente como familia. Entendimos la cacería como una cruzada noble pero llegó un momento en que nosotros caímos en cuenta de que, por cada Horror que exterminábamos, la influencia de la Oscuridad ganaba más y más terreno en el mundo.
>> Supimos que, en el fondo, ésto era posible no porque la humanidad se dejara corrompe... sino porque acepta cómodamente dicha corrupción. Desde su inicio, la cruzada es un fracaso.
Su mirada queda perdida en algún muro cuarteado de el templo gris.
— ¿Quieres saber cómo murió Judith?
>> Una noche, ella buscaba el álbum de fotos donde estaba Abraham vestido de vaquerito cuando chaval.
>> Ésto porque encontró repugnante el manuscrito de uno de sus relatos. Se llamaba Seda Carmesí.
>> Le dijo que porqué no escribía mejor cosas del viejo oeste? Abraham respondió: que nunca le había gustado el viejo oeste y ella dijo que incluso le había tomado una foto Polaroid vestido de vaquerito y que le iba a enseñar.
>> El foco del ático, donde se supone que estaba el álbum con la foto, no servía así que ella decidió ir a la tienda en la calle de Régulo, cerca de la estación Aller.
>> Decidí pues acompañarla. Era la tienda más cercana a la Casona Polvo.
>> Todo era malditamente normal y cotidianovhasta que entró un tipo de camisa azul, corbata y pantalón de casimir, era alto y blanco, pelirrojo. Judith dio paso a una mujer embarazada y me dijo que sería buena idea comprar los víveres para la comida del día siguiente.
>> Mientras elegíamos los víveres el sujeto pelirrojo empezó a gritar: "¡Ustedes, pecadores! ¡Todos ustedes, pecadores están condenados por seguir las obras del demonio! ¡Están orgullosos de sus obras malignas, de su impiedad y de sus asquerosos lujos!". Pensábamos que era un encendido creyente más agobiado por el Festival Antireligioso que se llevó a cabo la semana pasada en Novacruz, nosotros lo estábamos también... lo ignorábamos. Judith me dijo que era mejor irnos pero la tranquilicé que no había que temer.
>> Cuando llegamos nuevamente a la fila de la caja, el pelirrojo sacó un arma. Primero le disparó a la cajera que se logró ocultar tras el mostrador, después falló un tiro contra una mujer que tenía una cajetilla de cigarros
>> ... después disparó contra Judith. Ese disparo acertó: le dio en el estómago.
>> El tipo se suicidó después... la ambulancia llegó tarde... fue una agonía lenta y dolorosa para ella.
>> No resulta sencillo saber separar a Dios y la religión de las acciones de un psicópata. Yo había tenido, desde hace unos años, vivencias con la Oscuridad y el asesino pelirrojo no era sino uno más que había sido seducido por el Mal.
>> La psicología hablaría de delirios religiosos y demás tonterías. Pero Abraham y yo sabíamos que aquello había sido una manifestación de las huestes de la maldita Oscuridad y sus Horrores Exteriores.
Abuelo ha dicho todo ésto con una pasmosa frialdad. Voltea para mirarme: — Y te convertimos en una de esas cosas.
Se pone de pie, lentamente desenfunda el cuchillo y lo que dice con esa sangre gélida perturba mi alma: — Lo siento Isaac... pero cometimos un horrendo sacrilegio, un error imperdonable.
>> Es hora de corregirlo.
III. Materializó después una creación coherente con leyes visibles e invisibles. Y éste es El Sistema, formado por miles de universos con sus planos de realidad sutiles que conforman la Esfera Oscura
Cuando me doy cuenta, estoy sujetando la muñeca del abuelo Jacób quien quiere clavarme el cuchillo en el corazón. No tiene emoción alguna en sus ojos.
Como por un impulso ciego por la supervivencia he empujado con fuerza al pobre abuelo quien cae para atrás. Casi, sobre el fuego de la chimenea.
Sujetando el cuchillo me mira con un brillo homicida en sus ojos. Huyo. Huyo sin mirar atrás.
Me interno en la espesa vegetación. Puedo escuchar a abuelo tras de mí.
Tropiezo, estoy perdido ya. Con andar dificultuoso, abuelo Jacób logra alcanzarme.
Sin decir palabra alza el cuchillo. Cierro los ojos.
La tierra se estremece, veo cómo abuelo ha perdido el equilibrio. El temblor cesa y vuelvo a emprender la huida.
Salgo de la jungla a campo abierto, a mi derecha un río cantarino, de la niebla sale una colosal montaña cubierta en gran parte por gigantescas telarañas. Ésto es el Infierno.
De pronto, en un claro lo veo, es inconfundible. El Memorial del abuelo debe ser aquél.
Me describió la parroquia en la que conoció a abuela Judith, la de color blanco y con la torre del reloj.
Ahí está. Frente a ella está una enorme estatua que representa a dos perros que aullan a una inmensa luna de mármol blanco.
Me aproximo más y más. El abuelo está tras de mí, oigo como corre para matarneLa tierra retumba de nuevo, pierdo el equilibrio y caigo frente a la estatua de los perros aulladores y me doy cuenta de que los sabuesos pétreos me observan con sus ojos se encendidos con un brillo azul.
Escucho un zumbido, un pulso exterior, una especie de latido alienígena en crescendo y de pronto salgo disparado por los cielos jalado por una fuerza ajena a mí.
Me alejo más y más de la Isla del Abuelo Polvo, logro divisar con horror al Leviatán del Olvido, es gigantesco, es una ballena, un crustáceo, es una máquina y una fortaleza surrealista, sus poderosas y colosales mandíbulas devoran un fragmento de la Isla.
Contemplo la niebla cubriendo la Isla del abuelo y sigo elevándome rápidamente hasta llegar al espacio exterior. Cruzo la blanca luna burlona, inmensa y muerta así como un cinturón de rocas estériles rebosantes de ciudades en ruinas. Ah, la infinidad de estrellas desplegándose en la oscura eternidad, las majestuosas nebulosas de siniestro encanto.
De nuevo soy arrastrado velozmente por el éter hacia abajo, hacia el Mar del Sueño, arrastrado a la velocidad de un bólido suicida.
La estatua de los Sabuesos... era la Esfinge del abuelo. Realizó su función como guardián del Memorial, su poder me disparó a las alturas, recorriendo a volandas hacia un rumbo el cuál conozco: mi personal Isla de Ensueño, donde inició todo.
A una velocidad vertiginosa paso entre las formaciones de rocas oscuras y afiladas que rodean mi Memorial, puedo contemplar por vez primera mi Esfinge pero no consigo descifrar qué representa. La puerta del Memorial, la réplica de la avejentada Casona Polvo se abre y la fuerza invisible me arrastra a volandas hacia su interior.
De nuevo en la negrura eterna. Las puertas del Memorial, alejandose más y más, se cierran.
Una explosión, colores vivos, la sensación de fundirme con el tiempo, el espacio, el flujo imperecedero y sobrenatural de la mística Esencia que llena el Vacío con su pulso sempiterno.
Un estallido cósmico resquebraja realidades y tiempos que fueron, son, serán, que serían, que nunca fueron devastados por el eco de la Palabra Prohibida que resuena más allá del fiat divino
Finalmente despierto en mi cuarto ante la sorpresa de Silas Blue.
Es viernes 30 de mayo del 2014.
Mi corazón está agitado, late enervado; poco a poco encuentra calma. Frente a mí está la mesa revuelta de papeles, identifico la Biblia, en mi mano tengo el rosario de abuelo.
Afuera hay una brisa insistente que es arrastrada por el viento, reproduce el sonido del mar... el Mar del Sueño.
El viejo Silas y yo nos quedamos en silencio.
La primera lectura bíblica de ese viernes 30 de mayo, 2014 fue del libro de los Hechos que dice: << No temas, sigue hablando y no te calles (...) >>
— Aquí estoy —digo finalmente.
II. A partir de su potestad formó las ideas y las formas básicas de la creación que subsisten en La Esencia
Fue un milagro para Silas y Constanza el hecho de que haya recuperado mi voz.
Cuando desperté, era como si jamás me hubiese ido.
En el mismo día lo comunicaron la buena nueva al señor Blas Livio, a la señorita Amanda Císter, al Doctor Hermes Camargo, incluso a la Doctora Valeria Olmo quien me había atendido la primera vez que se manifestó papá, cuando tenía 17 años.
A los pocos días la policía me llamó para confirmar la versión de los drogadictos que se metieron a robar en la Casona Polvo en esa dantesca noche del 10 de agosto del 2013.
Aunque los días pasan con livianeidad, en algunas noches veo la mirada de asesino sin alma del abuelo Jacób. Cuando sucede rezo hasta el amanecer. En mis sueños no he vuelto a encontrar La Puerta.
Martes 24: Constanza me ha hecho observar que mis salidas al centro de la ciudad son más frecuentes. Dice que eso es bueno, que no debo estar solitario como un cangrejo ermitaño.
Estas andanzas ¿será algo que me quedó de mi aventura onírica? Solo vago por aquí y por allá, aunque mis sitios favoritos para andar son los jardines Silvia Vinca, la Plaza Mercaba y el Distrito Colonial; me gusta mirar la estatua de la mujer que vierte las jarras de agua sobre la fuente marmórea. Existe en la vida real.
Esa chica pelirroja... ¿no la había visto antes? ¿No acaso me vió desde un automóvil hace varios años?...
Va con unos amigos, compañías nefastas de seguro. Pero ¿porqué siento que conozco su nombre?
... Alison... Lucía... Jessica
... Nóctido
Viernes 19 de diciembre: Toda mi situación es un maldito catástrofe mundano y sobrenatural.
Si lo hablase con el mundo ¿cómo lo haría?
Quizás le daría a ésta historia un título ridículo: Evil Eye Isaac como de esas películas de serie B.
Iniciaría algo así como ésto:
Evil eye se traduce al castellano como "mal de ojo", se trata de una influencia nociva que puede proyectar un individuo a otros a través de la mirada...
Domingo 21: En la mañana, por los suburbios cercanos a la casona, he pasado frente a un puesto de periódicos y revistas. Algo, una especie de impulso inexplicable, tal vez papá, me ha hecho regresar a ver qué hay en el mismo: diarios, revistas, billetes de lotería....
De pronto lo veo. Es un tabloide que, por su diseño y calidad, no puede ser mas que una publicación sensacionalista.
La portada me ha dado me deja helado.
Reanudo mi paso sin quitarme de la cabeza aquél título y aquella imagen de pesadilla.
EN HOSPITAL RUSO NO LO PUEDEN CREER: LLEVABA DOS AÑOS EN COMA ¡Y MURIÓ PORQUE SE LE ABRIÓ LA ESPALDA!
Sigo mi andar.
Al cerrar los ojos veo de nuevo la criatura alada manado su brea ponzoñosa... en el tabloide pude ver la foto sonriente de
... la mujer a la deriva.
¡Pero en mi interior tengo vida! ¡VIDA!
Lunes 22: Una mañana fría, suena el teléfono pero estoy en mi meditación matutina. Unos minutos después suenan unos suaves golpecitos en la puerta de mi cuarto, es Constanza.
— S... señorito... es su abuelo. Ha fallecido... ama — Constanza se enjuga las lágrimas —... amaneció sin vida.
Espera unos segundos. Cierra con suavidad la puerta
Papá no llora. Yo mismo no lloro.
¿Nos estamos volviendo inhumanos?
Miércoles 24: Son las Fiestas de Invierno de Novacruz, es la Navidad descristianizada. Han puesto un árbol gigantesco en el centro de la Plaza Mercaba... tengo que tragarme mi odio por la ciudad y admitir que se ve hermoso.
Mis andanzas en la calle se han hecho más dilatadas. Ando en el distrito del Bajo Novacruz: albergues, tiendas de empeño, bares, prostíbulos... se me ha acercado una prostituta, la he mirado con pavor: es tan joven ¿cómo es posible? ¿En qué clase de maldito mundo vivimos?
En el subterráneo de la estación Renaud, unos jóvenes ebrios cantan una versión obscena del himno devocional de La Guadalupana. Míralos como ríen como estúpidos los malditos... deben de ser de la universidad de Molay.
Ya me lo decía el abuelo, en paz descanse, que todas las universidades son nidos del demonio. Míralos cómo son alegres con la vulgaridad soez. Quisiera asesinarlos con mis propias manos.
Uno de ellos ha notado que los observo con enojo.
— ¿Qué vez, maldito Smigol? — vuelven a reír como idiotas y siguen cantando.
Debo aguantar. Dios los maldiga.
En casa, Silas me ha regañado, es la primera vez que usa ese tono conmigo. He echado a perder la cena...
En la madrugada me he enterrado el cilicio en el muslo he apretado al máximo.
Jueves 25: Soñé que papá surgía de mi ojo y asesinaba a los universitarios ebrios.
Reí.
En mi vida recuerdo haber reído... los cuerpos de esos miserables granujas son descuartizados mientras suplican por sus vidas. ¡Sigan cantando, malditos! ¡Sigan insultando lo sagrado!
Vuelvo a reír como loco ¿No acaso Isaac significa Dios ríe?
Viernes 26: Casi siento a papá queriendo salir de mi ojo tuerto... fue en la madrugada... soñé que abuelo se hundía en su Isla tragada por el mar. El gritaba horrorizado... y...
Rio de nuevo.
Shhhh... que no te escuchen reír.
Sábado 27: Leo en silencio mi libro de Julio Verne. Estoy en la sala.
Sonrío a Silas, él también sonríe. Por ahora no les he dado problemas a mis estimados tutores.
Domingo 28: Casi me atropellan.
Todos vieron que el taxista se pasó la luz roja, me dijo algo grosero; le cedí el paso... que no noten que lo quieres asesinar.
Papá surge, y se elonga como una serpiente de color negro, a través del aire, con sus poderosas mandíbulas toma el vehículo de la parte de atrás y lo lanza contra un restaurante. Todos gritan y corren.
¿Qué has hecho, padre?
Y entiendo lo que hizo y eso me hace reír.
¡Dios, qué fuerte es mi risa!
El taxi se ha ido ya... todo ocurrió en mi mente, en un microsegundo.
Sigo mi camino. Me molesta el ojo ¿qué tengo?
Una lágrima negra
Nóctido
Martes 30: He estado todo el día en cama.
Siento una tristeza como nunca. He perdido tanto, tanto... la única vez que me levanté fue para ir donde el árbol seco. Ya sabes, donde enterré la barquita de madera que hice hace tanto tiempo.
Traigo puesta la pijama, el frío es atroz. Las nubes grises cubren el sol por completo., hay una niebla delgada sobre la ciudad.
Advierto el inmenso Monte Majestad, ahí está, alzándose, más alto que el Orizaba. Mucho más alto.
¿Estará aún ahí?... La barca, ¿seguirá enterrada? Como un perrito comienzo a escarbar más y más... he sentido algo.
Miércoles 31: Despierto en la noche. Sudor frío. Abuelo está sobre mi cama: —¡Dejaste que muriera! — y clava su cuchillo en mi corazón, lo hunde lentamente.
>> Muere —es lo último que escucho.
Silas y Constanza encuentran mi cuerpo en la mañana, lo meten a un horno donde cuecen mi carne... en la mesa están Mamá, la doctora Valeria Olmo, la profesora Rita Cuarzo, Silas y Constanza, el editor de papá, la pelirroja que me vió desde el coche, Blas Livio, Amanda Císter, abuelo Jacób, el Heraldo del Dolor, el Horror Fungoso, la monstruosidad alada, abuela Judith y el que la mató se abalanzan para comer mi carne como bestias salvajes.
Aún estoy y siento cómo desgarran mi carne. Abuelo se levanta, alza una copa y dice: —¡Tomad y comed todos de él!
Despierto... era una pesadilla; es de noche.
Abuelo no está.
Abuelo no está porque se murió.
Llevo mis manos a la boca para aguantar la risa.
Ya saben: río muy fuerte.
Me tranquilizo, vuelvo a dormir
... pero no puedo... puedo escuchar mi propio corazón como estruendosos cañones y mi respiración como sierras que rechinan infernalmente.
Sigo en... mi habitación. Aún estoy soñando pero... Santo Dios.
Estoy dentro de mi Memorial. Mi propia mente.
... hay algo en mi cuarto. No soy la única presencia aquí. Me invade esa sensación de estar siendo vigilado por alguien.
No.
Es algo.
Está en la pared. Parece un obceno cáncer palpitante, con un millar de asquerosas venas ensarcillándose en el muro; oh sí, su color es negro y brillante como brea.
No puedo creerlo ¿qué demonios es ésto? ¿Porqué no me aterra? ¿Acaso sigo soñando o he perdido la cordura?
Eso parece respirar. Está vivo.
Me acerco, más y más, es tan inevitable, es perturbador y blasfemo
... parece que dice algo. Resuena en mi cabeza. Me acerco. Más y más, más y más.
Cristo. Sí respira y lo oigo, sí vive y lo siento. Es la Lágrima Negra... Papá... ¿papá?
Aún estoy soñando. Mi piel está fría y sudo. El corazón se me quiere salir del pecho.
Bum - bum
Bum - bum
Bum - BUM
BUM - BUM
BUM
BUM..
Y justo cuando mi vista y mente se pierden en aquella negrura sin vida, de aquella oscuridad de pesadilla
Lo veo.
Lo veo todo con la claridad del día.
Cuatro son los Dioses Arcanos que fueron los primeros hijos de Dios, El Demiurgo. La terrible potestad de los Arcanos abarca el Sistema que es el multiverso y sus planos de existencia.
El Rey Errante también llamado Nau-Ek'lh, El Rey del Miedo o Emperador Olvido.
El Arqueómetra conocido también como Antiguo Artífice e dueño de la horrible ciudadela flotante identificada erróneamente como Alth'wandi
La Vorágine, invocada igualmente como La Diosa de la Piel de quien Morgu la Pálida es servidora
Y La Orderatriz que reina sobre la perfección más cruel y el orden más asfixiante
Éstos son llamados Horrores Arcanos y son divinos y malditos a la vez
... el Limbo y el Cruce son el mismo lugar que pertenecen a la innombrable Esfera Oscura y no se necesita del cuerpo astral para accesar allí
Al fin lo veo
Los escritos de papá... su cordura ya estaba afectada debido a las cosas que encaró cuando era un cazador así como su obsesión por la Magia por lo que no supo distinguir la certeza de los rumores oscuros
En un tomo maldito fue donde descubrió el ritual para crear la Lágrima Negra y planeaba utilizarla para que yo alcanzara la Ascención pero ocurrió el accidente donde mamá murió. Abuelo Jacób lo convenció de utilizarla para que yo reviviese pero el plan de abuelo era y fue siempre continuar la cacería de monstruos
... un manuscrito de papá, a partir de él me contó una supuesta historia oculta del mundo mezclando verdad con mentira. Todo para legitimar su plan hasta que se dió cuenta del grave error en el Mar del Sueño
... El Mar del Sueño... no existía como tal. Los sueños se relacionan entre sí por similitud por lo que abuelo así como quien soñaba la isla donde encontré al Heraldo del Dolor, la mujer a la deriva y yo mismo: todos soñábamos con islas y mares
Toda la travesía fue un Sueño Lúcido y fue la Lágrima Negra me concedió dicha capacidad... ahora comprendo... funciona como una de esas inteligencias artificiales tecnológicas: un autómata preternatural
Éstas revelaciones no sólo provienen de las memorias de papá, parte de ellas tienen su origen en la Esencia como inconcsiente colectivo
Todo ésto que estoy sabiendo late en mi espíritu como pulsaciones de ultramundo, externas e internas a la vez
No sé si el proceso está tomando un segundo o varios años
... Jesús
... Cristo
No es posible
Dios... Nuestro Señor... fue asesinado
Está muerto
Lo mataron sus propios primeros hijos hace Eras, toda esa pavorosa revelación pasa por mi mente en XIII malditos versículos de orden inverso
¡Ya no quiero saber pero lo comprendo todo en su más terrible esplendor! ¡La Horrible Verdad que disuelve la cordura y convierte la carne y hueso en sal!
La Lágrima Negra. Aquello no es mi padre.
Jamás lo fue.
Es una entidad que se formó de su fuerza vital al inmolarse y tomó algunos de sus recuerdos
Su nombre verdadero resuena, aulla, estalla en mi cabeza, mi mente y mi alma que arde en los infinitos infiernos de millones y millones de galaxias en colisión
El horror
La razón se extingue como una estrella que agoniza en el vacío cósmico
Su nombre... lo sé ahora
¡NÓCTIDO!
NÓCTIDO
Nóctido
Nóctido...
Silencio
Ha caído la noche oscura del alma
I. En medio de La Nada surgió como una minúscula luz El Demiurgo. Supo que podía crear infinitos mundos y así lo hizo
EPÍLOGO[]
Martes 30 de diciembre: (...) ¿Estará aún ahí?... La barca, ¿seguirá enterrada? Como un perrito comienzo a escarbar más y más... he sentido algo.
De la tierra saco lo único que quedó de la barca. Es extraño, quedó igual a como después de la tormenta en el Mar del Sueños.
Recuerdo que mamá escribió algo. Con mis dedos limpio la pieza de madera.
Logro leer algo:
El sol brillará para ti.
El viento helado sopla, la fría y gris ciudad de Novacruz se despliega ante mi ojo bueno.
Sonrío.
Gracias, mamá.
- Adolfo Ser