—Qué delicioso olor. El olor de un rico desayuno por las mañanas, hecho con el amor de una madre en un hermoso día soleado— Caminó hacia el baño para meterse a bañar, para luego comer el rico desayuno que le habían preparado.
—Gracias por el desayuno, mamá— dijo mientras agachaba la cabeza. —Ahora lo recuerdo, mi madre murió. Vivo solo hace años. Me pregunto quién es la que me cocina todos los días.