Los que lo vean, sabrán que han cometido el acto que selló su destino. La muerte misma los recibirá en sus garras y no podrán hacer nada para escapar del agarre de esta entidad ilimitada en su extensión.
Has muerto, lo sabes, pues recuerdas aquel momento como si hubiera pasado hace solo un segundo. No hay remordimientos, pues tu sacrificio fue hecho para que los soldados bajo tu mando escaparan de esas criaturas de pesadilla.
Tu alma vaga por la cambiante energía que une el Multiverso, esperando a llegar al lugar del juicio para que se dicte tu sentencia final. Observas, fascinado, las estrellas y energías extrañas y bellas que se arremolinan a tu alrededor. Ves más que arriba y abajo, derecha e izquierda, aprecias direcciones que como un ser material jamás habrías podido ser capaz de presenciar. El infinito Multiverso se extiende frente a ti.
El juez espera, pero el juicio de esta alma ya está decidido por un poder encima de él. Ese algo te arrastra por la fuerza, recorriendo el mar de energías primigenias a velocidades inimaginables para cualquier mente pensante. Sientes miedo, tu consciencia aún es capaz de procesar tal sentimiento ante una situación tan inesperada.¿Cómo no iba a hacerlo? Ibas paseando tranquilo entre el bello mar primigenio hasta que, de pronto, esta fuerza invisible te arrastra en otra dirección.
Ves a tu alrededor, estrellas explotando convertidas en nebulosas y luego en nada. Toda esa belleza se desvanecía mientras eras arrastrado fuera de todos los multiversos a un vacío en que volvías a sentir frío. Cerraste tus ojos, y al momento, te detienes de golpe.
Sientes tu cuerpo nuevamente, tus brazos, manos, piel, cerebro, todo en su lugar. Al momento de abrir tus párpados, lo que ves te hace sentir muchas cosas, pero la principal, es que el miedo regresa.
Hay tantos que han visto a esta entidad. No pueden ver nada más que una masa de tentáculos grises e incontables que se extienden en direcciones infinitas, muchas inexistentes en el habitual espacio tridimensional. Éstos terminan en una forma de extrañas máscaras, surgiendo uno más de forma constante.
No tiene un nombre conocido, solo un alias que siempre te vendrá a la cabeza al momento de verse frente a frente: Al'alaf
La extraña entidad que atrapa las almas de los suicidas. Él no juzga, no hay un juicio, no hay necesidad, no hay palabras, solo acciones. No importa la razón de tu acto, si fue tristeza, fanatismo religioso o un sacrificio noble, siempre acabarás aquí, y tu final será lo equivalente lo que podrías llamar el sueño eterno
No habrá dolor, solo frío. El miedo se apagará, tus ojos se apagarán. Todo en el vacío frío y absoluto donde te encuentras dejará de ser visto por tus ojos. Tu consciencia se apagará como todos tus sentidos. Dejarás de pensar, dejarás de sentir, y entonces, solo quedará, silencio...
Creador: ALV90