La siguiente historia narra una experiencia la cuál dependiendo de la interpretación y comprensión que le otorgue su lector puede ser tomada tanto como de manera verídica o como simplemente mera ficción, siendo debatible la cantidad de teorías y especulaciones que puedan haber entorno al ambiente misterioso de ella.
Ha pasado un año y medio desde que soñé con algo bastante fuera de lo común, a decir verdad fue algo increíble pero espeluznante en gran medida al mismo tiempo, ni yo mismo siento que es algo que alguna vez me haya podido imaginar en mi subconsciente.
Durante aquél tiempo me encontraba cursando mi último año de bachillerato y como el lector o quien lo este escuchando podrá imaginar, verdaderamente lo estaba pasando mal con tantas asignaciones y asuntos personales que me estaban carcomiendo la cabeza al nivel de dejarme con fuertes niveles de estrés y ansiedad pensando en asuntos referentes a la escuela y al inevitable futuro que se aproxima.
Un día, simplemente harto del estrés y de todas las preocupaciones por las cuáles atravesaba, simplemente decidí agarrar todo el dia para mí solo y despejarme de todo aquello que me ataba, y fue ahí que inició todo este retorcido sinsentido.
Tras haberme podido relajar de tanta tensión y apatía, recaí en mi profundo subconsciente en el qué me comencé a idealizar un escenario en el cuál yo y mi hermana luego de atravesar algún que otro inconveniente familiar, nos vimos en la necesidad de echarnos unas vacaciones y a vivir junto a mi abuelo en la Península de Paraguaná, Venezuela.
Sinceramente, yo no le veía nada de emocionante al tener que hospedarnos por el resto de nuestras vidas en aquél viejo y desolado sitio donde solo podías ver bolas de heno pasar en medio de una cálida y corroída carretera en la cuál no había ni un alma en pena a la vista, por lo que mi desinterés abundaba con gran fuerza.
Si no fuera porque estando ya casi por finalizar nuestro exhaustivo recorrido por toda esta cuantiosa zona xerófila y de suelo árido nos encontramos frente a una pequeña pero ominosa arboleda que tapaba la vista de lo que vendría a ser una gran área llena de suburbios y vegetación de un verde fuerte, este era el lugar donde finalmente nos íbamos a quedar.
Al inicio me sentía bastante extrañado porque a simple vista no percibía mucho público, pero mientras más nos adentramos con la búsqueda de nuestro nuevo hogar, sentía como la vida crecía en aquél solitario pueblo que parecía sacado de una película hollywoodense, sentía una fuerte sensación de nostalgia en aquél lugar como si ya hubiese estado allí antes y era algo que tanto apreciaba de él, después de tanto tiempo finalmente me sentía libre, me sentía como en casa.
En los primeros días que nos encontrábamos hospedando nuestra nueva y acogedora vivienda, yo todavía no contaba con la necesidad de salir a conocer a nuestros vecinos si no fuese por mi hermana quién se inscribió recientemente en la escuela más cercana de nuestra natalidad, fuí forjando nuevas amistades con el pasar del tiempo con las cuáles disfrutaba salir a alterar la paz como si no hubiese un mañana, verdaderamente lo pasábamos bien.
Se veía y aparentaba como la vida perfecta aunque, como todo en este plano existencial nada puede resultar perfecto en su totalidad, aquí es cuando toma fuerza uno de los eventos más inquietantes que componen a este relato.
Luego de haber pasado varios días del lado de mis nuevos compañeros, fuí invitado a la fiesta de graduación de mi hermana en una melancolía noche con una fuerte sensación gélida circulando por los aires, como si fuese la última noche que fuera a presenciar aquél sitio que tanto consideraba como un hogar.
La fiesta se estaba dando en un gran e interminable salón recreativo que se hallaba dentro de las mismas instalaciones de la escuela, el lugar se encontraba repleto de grandes mesas redondas cubiertas de manteles blancos como la nieve encima de una enorme alfombra roja con patrones blancos repetidos hasta el hartazgo, donde además contaba con grandes lámparas de cristal que alumbraban todo el lugar de un reflejo amarillo abundante.
El lugar lucía bastante agradable y elegante para decir verdad, incluso el resto de nuestros compañeros iban con espectaculares trajes de gala y atractivos vestidos como si se tratase de la mayor de las celebraciones de la historia. Todos bailamos, cantamos, tomamos, celebramos y nos divertíamos como si fuese de las mejores cosas que nos hayan podido suceder en tanto pero tanto tiempo.
El ambiente cambió derrepente cuando en la puerta del lugar se asomó aquél sujeto sosteniendo la pared con su mano, contando con una piel tan oscura como una sombra donde solamente se podía visualizar parte de sus grandes ojos y de su extraña sonrisa, dijo entre pequeñas risas con un tono infantil e intenciones juguetonas a todos nosotros.. "¡Siganme muchachos! ¡La diversión también abunda por aquí!".
Ahí fue cuando levanté mi primer ceja, aunque todos nuestros compañeros asintieron y aullaron con felicidad como si lo conociesen a él de algún otro lugar y fue que empezaron a correr detrás de él como si hiciesen el baile de un tren en cadena, sin saber que era lo que les esperaba.
Mi hermana iba bajando con ellos pero ahí fue cuando la agarré fuertemente del brazo y le exclamé que no se atreviera a bajar ya que desconfiaba fuertemente de aquél ser. Pude ver como todos corrían y bailaban detrás de los pasos tan rígidos y extraños de aquél sujeto, quién también, me resultaba extraño que mantuviese una complexión tan delgada acompañada de una piel que emulaba la apariencia de una silueta junto a una ropa tan desgastada y pasada de moda, ni siquiera pude identificar bien cuál era su género o estatura.
Me percaté que todos siguieron a aquella cosa hacia la planta baja de la escuela donde se encontraba el sótano donde el colegio almacenaba productos de limpieza y demás cachivaches de los docentes, lo cuál que me hizo dudar más sobre que era lo que en verdad estaba ocurriendo. Luego de eso, pasó un largo rato y no había rastro de nuestros compañeros por ningún lado, era de suponerse que seguían allá abajo hasta que derrepente tras haber presenciado un largo silencio, se comenzaron a escuchar los gritos y gemidos más viscerales que haya podido escuchar en toda mi vida.
Del sótano emerge una compañera temblando y desprendiendo chorros de sudor y lágrimas de su cuerpo, podía notarse que lo que acababa de presenciar fue algo que la dejó brutalmente perturbada para toda la eternidad. En ello comienza a gritar y a agitarnos en su desesperación diciendo entre intensos tartamudeos.. "No se le acerquen, no hablen con él, no mantengan contacto con él, NI MUCHO MENOS ABRAN LO QUE ESTA ALLÁ ABAJO".
Como me empezó a consumir la curiosidad tras ver que solamente había escapado ella, he decidido bajar a investigar para quitarme esa duda de encima de una vez por todas, así que es cuando corro hasta donde se encontraba el sótano para visualizar si todo see encontraba en órden pero para mí sorpresa, en efecto había algo que no cuadraba..
En las paredes veía arañazos largos que parecían venir de las uñas de mis amistades que se extendían hasta el final de un pasillo que se encontraba consumido por la oscuridad como si fuese el propio vacío del espacio, era un panorama bastante perturbador y por más que temía por mi vida, decidí adentrarme entre aquellas sombras para solventar todas mis preocupaciones.
En lo que me dirijo hacia la oscuridad del pasillo, solamente se pueden escuchar mis fuertes pasos sobre el concreto del lugar mientras veo que a lo lejos, hay una nevera vieja color menta que desentonaba bastante con la oscuridad del lugar como si fuese algo que me tentase a abrirla.
Justamente cuando abro la nevera, es cuando por fin se dió por finalizada toda esta escalofriante pesadilla y solamente puedo opinar una cosa.. ¿Que demonios fue todo eso? ¿Siquiera significo algo para mí?¿Acaso aquél sujeto en mis sueños lo habré visto en algún otro lado?
Me sigue resultando extraño del porque fue que soñé esto si nunca he sido tan fan del horror como para haber visto algo sacado de una película de terror, y queda a criterio de cada quién tratar de dar alguna explicación contra el avistamiento de este misterioso ser que quizás solo habite en mi subconsciente.
Esta anécdota ya la he dado a conocer a diferentes amigos y familiares en persona con tal de hallarle el significado a este "sueño" y se debate mucho sobre de qué se pueda tratar. Entre ellos resuena bastante el hecho de aquél sujeto pueda tratarse de la encarnación propia de mi estrés y miedos más profundos referentes algún cambio que pueda tener, aunque también se debate que podría tratarse de un demonio interno que me asecha con tal de no aferrarme a un cambio.
Al final de este relato dejaré adjunto una recreación de como es que yo interpretó mi visión de aquella persona, yo y mis amigos para referirnos a él en alguna charla lo apoyamos simplemente como "Kafka" al ser un nombre raro, misterioso y ambiguo para un ser tan extraño y desconocido como esa cosa.

Y si se preguntan si tuve algún avistamiento posterior al sueño de aquél ser, la respuesta es que sí. Días después de que tuve el sueño puedo jurar que en un ataque de ansiedad lo ví por unos segundos rescatado viéndome fijamente desde la habitación de mi abuelo sonriéndome hasta rápidamente desaparecer, de ahí más nunca lo he vuelto a ver.
Seguramente, él vive en mi mente.