Qué decir que ya no sepa la noche o el viento. Qué decir que ya no sepa mi propia ignorancia. Qué decir que desconozcan los ruegos de los árboles en un movimiento inconstante y ruidoso.
Qué decir... pero no diré nada. A quién le importa. Nadie oye al agua cuando fluye y lleva la vida. No interesa. El por qué estoy aquí aún me atormenta. No es que quiera transmitir algo que tenga un valor vital, pero es un sentimiento tenue y amargo el que hace que necesite sentir que alguien pequ
eñito escuche mi llanto. Puede que no lo parezca, pero, a veces, la soledad es la mayor enemiga siendo la mejor compañera. Es algo irónico. Es algo ameno y pesado contradictoriamente.
Pero, ¿Por qué estoy aquí si no quiero decir nada? Bueno, tú, que sigues mis pasos como si fueran tuyos, hay algo de estas líneas que te tocan el alma; podría ser su expresividad, tal vez su carisma. Puede que sólo sea por el hecho de que son letras y poco más, pero, dentro de un contexto como ves, triste, decaído e incluso algo suicida, hay un animal enjaulado que busca salir sin perjudiciarse... demasiado. Es verdad, puede que ni entiendas esto que te doy de mi mano, tal vez lo tacharás de insípido y pretencioso, es verdad, pero no niego que incluso se dé a entender una sentencia de muerte, lo que quiero decir es; el silencio me está taladrando como el mayor de los ruidos y ya la música no me suena tan llena. No, es vacía como yo. Puede que sea duro decir "vacía" pero es un sentimiento tan común en la vida de un ser humano como los celos, el amor o el asco, que ese vacío que vive en mi cual parásito, es el que hoy día ya ni siento y sonrío porque puede que tarde o temprano... todo vaya bien.