Wiki Creepypasta
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Resulta ser que nadie me cree ya, todos piensan lo mismo. ¿Por qué creen que estoy loca? Si, yo lo vi, el estaba ahí observándome, con su inmensa tranquilidad. Y no solo lo vi una vez, siempre ha estado ahí. No entiendo la función de tantos especialistas que me obligaron a visitar. Todos y cada uno de ellos me han tomado por loca; nunca mate a nadie, no obstante puede que tenga razones para hacerlo. ¡No me tomen por loca! El estaba ahí, yo lo vi, y era real. Incluso tomó mi mano y luego se fue. Es imposible haber imaginado tal estimulo. El tomo mi mano y yo lo sentí. Probablemente me terminaré volviendo, verdaderamente loca por la cantidad de drogas que me suministran. Así como también que desde hace 4 meses no veo luz del sol. Pero mi mente se encuentra en perfecto estado, sino ¿Cómo podría estar escribiendo esto? “Desorden mental”, venga hombre, que no tengo eso, vivo en perfectas condiciones mentales. Todas mis emociones y actitudes son completamente “normales”.

Mi hermana piensa que está bien, cuando verdaderamente no lo está. Todo comenzó como un juego, como algo inofensivo que luego se fue agravando hasta convertirse en un serio problema. Donde se encuentra en tratamiento, aunque yo prefiero decir “Encerrada” me han pedido que transcriba toda su vida. Puede que ayude a restablecer su condición anterior:

Martina vivió hasta más o menos los cuatro años sin complicación alguna o comportamiento extraño. Todo comenzó a los cinco años cuando una noche (precisamente cuando todo cambio). Esa noche Martina se despertó llorando, diciendo haber soñado con un ser, un monstruo decía ella. Algo que aun no puede explicar. Al preguntarle sobre la apariencia del mismo, comenzaba a temblar y llorar desconsoladamente. Así transcurrieron varias noches más. Mi familia tomó en cuenta la opción de llevarla con un especialista, pero era inútil, era muy chica como para poder comprender. Así que decidimos pensar que eran solos sueños o mejor dicho pesadillas como las tiene cualquier niño pequeño. A sus siete años, una mañana se levanto tranquila mucho más que de costumbre, al preguntarle el porqué, nos dijo que este ser (o monstruo), había estado jugando con ella la noche anterior. Con mucha amabilidad y siguiéndole el juego, le preguntamos ¿A que habían jugado? Su respuesta fue corta y escalofriante: Jugamos a que él me mataba, hermanito.

Cansados y un tanto asustados, no dudamos en llevarla con un especialista. En palabras simples, mi hermana padecía una obsesión con dicho ser con el que había estado soñando desde los cinco años. Aunque luego de un tiempo estas situaciones no sucedieron más. Así que tranquilos, decidimos dar por finalizado el asunto del monstruo imaginario. Esto no duro mucho, ya que a los nueve años los problemas volvieron a surgir y de hecho de peor manera.

Una mañana muy temprano decidí levantarme, ya que una vez despierto no podía conciliar el sueño nuevamente. Así que me dirigí a la cocina por un vaso de agua y me senté en la mesa; cuando muy despacio la vi pasar, desde el baño hacia su habitación. Con un poco de humor deduje que ella era sonámbula. Lentamente la seguí hasta su habitación. Cuando entre quede horrorizado, pues se encontraba cubierta de sangre. Las sabanas de ella, antes blancas como la nieve, se encontraban rojas cubiertas de plasma. Desesperadamente la desperté, y ella al comprender que sucedía comenzó a llorar sin poder acordarse de nada. En medio de todo eso, los llantos lograron despertar a toda mi familia.

Al estar enteramente cubierta de sangre, no se podía saber de dónde provenía esta. Así que luego de tomar una ducha, descubrimos que la sangre venia del cuello de mi hermana. Si, alguien la habría querido degollar, no era muy profundo el corte pero si como para que doliera. Sin embargo a mi hermana no le dolía en lo más mínimo. Durante una semana paso exactamente lo mismo, ella corría desde el baño a la cocina llena de sangre, manchando todo a su paso. Al levantarse y no recordar, comenzaba con ataques de ira y llanto. Pero misteriosamente al pasar exactamente cinco noches, esto cesó. Aunque el sonambulismo persistía. Muchas veces estando sonámbula, se dirigía a su habitación y reía sola, aunque parecía que se encontraba hablando con alguien, algunas veces lloraba, otras solo observaba.

Tenía una de esas miradas en las que te concentran con lo que te dicen, aunque con los ojos cerrados. Incluso un par de veces gritaba, como si la estuvieran asesinando. Aunque ella nunca recordaba nada. Así transcurrieron más de tres años de su vida. Cada año se hacía más introvertida, y más atada a ese monstruo que nunca habría existido, mis padres, agotados, la llevaron a todos los psicólogos y psiquiatras que pudieron acceder. Aunque todos sostenían que eran problemas menores, y de niños pequeños, que eran solos trastornos de niñez. Una tarde de verano, mi hermana con 13 años.

Estaba hablando con mi madre, cuando sin razón se desmayó. Por su puesto no le dimos mucha importancia, ya que respecto a su vida en sí esto no era algo grave. Aunque igualmente llamamos a un médico, este dijo que no era nada por lo que preocuparse, así que solo la dejamos recostada en su cama. En la noche, mi papá y yo salimos un momento a la cuidad, en busca de unos remedios para ella. Dejando solas mi madre y hermana en mí casa. Mi madre quiso ver como estaba Martina pero al buscarla en su habitación, no vio a nadie. Así que busco por toda la casa. Cuando la vio, fue un horror: mi hermana estaba intentando suicidarse, tenía todas las muñecas sangrando, pero ella no lloraba, no se angustiaba, no se reía. Era una persona sin emisión. Solo se miraba al espejo y lo hacía.

Mi madre, horrorizada intentó sacarles las cuchillas, aunque solo logró que ella también se lastimara. Con toda tranquilidad mi hermana al ver que mi madre también se había lastimado, soltó sus cuchillas y la miro; solo se limito a sonreírle, para luego volver a su cama. Mi madre, muy rápido tomó el teléfono y nos marcó, al contarnos lo sucedido rápidamente nos dirigimos a casa. Cuando estábamos los tres en la puerta, mi hermana se había levantado y se encontraba mirándonos a los tres, un tanto psicóticamente con una cuchilla en su mano. De repente, la soltó y se encontró confusa, al verse las muñecas y obviamente no recordar nada, comenzó a llorar. Nadie nunca nos pudo explicar el por qué de sus trastornos, solo ella los tenia por que sí. Los actos autodestructivos que poseía la acompañaron durante sus 13, 14 y 15 años siempre olvidando por que los hacía.

En este punto ya no nos hablaba del monstruo. Aunque a los 14 años, volvió a aparecer. Escribió que lo había visto jugando con sus muñecas. Y que este la había amenazado con matarla si no accedía a jugar con él. O por lo menos esto era lo que decía en el diario de ella. Nunca nos contaba a nosotros, siempre lo escriba todo. Era como si este ser imaginario, le prohibiera hablarle de él con nosotros. Este ser tenía propuestas de juegos macabros y crueles, a los que ella no quería jugar. Escribía que el juego constaba de dos partes, ella debía matar algo, un animal o una persona, para luego beber su sangre. Escribió que había matado ya a varios perros por miedo a morir ella. Apenas llegamos a leer estas cosas, decidimos con dolor, algo que desde ya hace mucho tiempo deberíamos haber hecho.

A una semana de cumplir sus 16 años, un martes debo recordar a las 10 a.m Martina fue internada en este hospital psiquiátrico. Esto ya hace más de 2 años, nos acusa siempre el hecho de que no la amamos, aunque sea todo lo contrario. Afirma que no está loca, o mejor dicho afirmaba. Ya no nos habla, solo escribe, dice que ella sigue viéndolo y que cada vez que lo hace, la amenaza con que un día la va a ir a buscar, para terminar de jugar. Cansada de esto, llora y ha intentado suicidarse, esta vez siendo consiente. Aunque es imposible hacerlo dentro de un hospital, estando las 24 horas del día monitoreada y muchas veces amarrada a las camillas. Solo la dejan salir los lunes y miércoles, solo una hora a un prado acompañada por alguien, casi siempre soy yo.

Las pocas veces que emite sonido es para decirme que ella no está loca. O que las medicaciones la están enloqueciendo. Luego calla y no habla más. En sus notas siempre está escrito que debe concluir su juego, o morirá. Que este ser la atormenta y que la está matando por dentro. Espero que algún día cese toda esta locura.

La Puerta Perdida De La Casa

Exactamente hace cuatro días, y con más de 10 años en el hospital. Mi hermana ha muerto. Ya no me queda nada, ella era todo para mí. Anoche soñé con alguien, creo que era ella, con una sonrisa de oreja a oreja me pregunto si deseaba jugar con ella. Felizmente le dije que sí. Documento del año

¿Has soñado con alguien que no conocías alguna vez? Puede que sea él, y que en este momento este detrás de ti, esperando a que juegues con él. ¿Jugarás?

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