Atrás de ti

No te preocupes, no tengas miedo, no piensa dañarte... por ahora. Quizás te sientas extraño. Ser consciente que está detrás de ti pero no lo ves es una sensación... digamos, particular. Y sin embargo, tú lo sabes. Sabes que te matará, él lo desea. Sabes que siempre estuvo ahí, sabes que no todos pueden verlo, porque solo aquella minoría capaz de ver más allá lo ve. Respira, tan solo respira. Ignóralo. La vida es muy cruel, ¿lo sabes, no? Él es más cruel. Te observa, puedes intentar mirarlo con el reflejo de ésta pantalla, pero no seas estúpido; ambos sabemos que no puedes engañarlo. Ahora sí, puedes sentir miedo. Es su plato preferido. El miedo, tu miedo, él siempre se alimentó de eso, y vivió de ello. Pero no es suficiente; quiere tu carne. La probará. No temas, no mires a los lados, no busques ninguna sombra de más. No te levantes. No lo verás; pero recuerda que él siempre te observa. Sí, pero creo que lo sabes de más, es como el ángel de la guarda, sí, él disfruta de observarte como tú disfrutas tu helado, o tu música. Nadie puede entenderlo, pero lo disfruta. Sus ojos rojos, sus patas de cabra, su llanto de sangre. Sí, él siempre te observa, pero lo sabes. Puedes mirar, puedes contar las sombras, nada sucederá... aún.