Un día en Suecia, en un parque cerca de una pobre colonia, un grupo de policías encontró a un cadáver de un niño menor a los 15 años. Sus ojos habían sido sacados, estaba rapado y le habían cortado de una manera muy horrenda y poco quirúrgica el pene junto con los testículos. Cerca de el se hallaba un cuchillo de cocina y un pequeño diario, por lo que se percataron que fue un terrible caso de suicidio. Además de que las huellas dactilares del pobre puberto coincidían con las del cuchillo y sus diversas partes del cuerpo. Lo primero que hizo la policía fue averiguar si el chico seguía con vida, pero esta vez no sería el día de suerte para la policía. Luego procedieron a leer el diario para averiguar que había sucedido, este era un pequeño libro con el título de "Brumlen" .
El diario iniciaba como cualquier diario, iniciando por lo primero que sucedió en el día. Toda la historia iba normal hasta que la policía se dio cuenta de que el niño pequeño se llamaba John, pero este no vivía en Suecia, o viajo hasta ese país, sino que era un estudiante de intercambio en México, pero era estadounidense, lo cual aterrorizo a la policía porque esto no se podía tratar de un simple suicidio, sino de algo peor como un homicidio. Los policías continuaron leyendo el pequeño diario, ellos se percataron en que el avanzar de ese día, John se dio cuenta que alguien lo seguía y espiaba, pero el pensó que todo era su imaginación. Todo siguió normal hasta que un día él escribió que esa misma persona salió de lo más oscuro de su baño, mientras el intentaba dormir, está persona le dijo que no tuviera miedo. Primero se presento de la manera más amable posible, el se llamaba Brumlen, le dijo que era sueco. La policía al leer la nacionalidad de está persona, temió aun más pues podría estar en cualquier parte de Europa atormentando gente. Siguiendo con el diario, John explica que Brumlen le contó que él era un viajero del tiempo, de un lejano futuro, pero no de aquellos que viajan por máquinas, sino que el había entrado a la dimensión del tiempo después de sufrir su muerte en un terrible accidente, pero Brumlen no era un demonio o fantasma sino simplemente un viajero del tiempo.
La policía después de leer todo eso pensó que se trataba de una farsa pero después de recordar al cadáver del pobre chico, continuaron leyendo. Brumlen explico al chico que el tenía un propósito de cambiar la línea del tiempo del universo, con tal de ganar una guerra que el había perdido en el futuro, provocando su muerte y así liberarse de esa horrible dimensión. John describió a Brumlen como un ser horrendo, con voz ronca y grave, este no tenía pelo, ni ojos. La policía se sintió horrorizada, ya que esos dos rasgos, eran los mismos del pobre chico, Brumlen tenía una mascara robótica con una larga nariz de cerdo y tenía una sonrisa pintada con sangre, y toda su piel era blanca como si fuera albino, y llevaba una gran túnica negra llena de desperdicios humanos.
La policía no pudo hacer muchos apuntes debido a que la descripción era muy pobre, pero se razonaron de que se enfrentaban a un completo maniático, después de esa noche John escribió que los siguientes días de su vida se habían convertido en un completo infierno, en cada momento, Brumlen lo observaba de cerca y lo perseguía a todas partes, John no lo soportaba más, sabía que Brumlen lo quería volver loco, Brumlen siempre le susurraba cosas, que el ni entendía pero su subconsciente las captaba muy bien, provocandole una gran depresión y paranoia, los padres de John pensaban que tenía esquizofrenia y lo llevaron a diversas consultas con los mejores psicólogos, pero nada funcionaba. Ya después de esos días, el diario tenia escrito varias palabras mal escritas y sin sentido por más de 30 páginas, y en la ultima había una frase que era la única entendible:
"El dilema de la ambición" y eso le hizo pensar a los policías que luego se suicidio John. Nunca se descubrió lo que realmente sucedió, o detalles como quien era Brumlen-- si existía, y mato a John? o porque tenia que suicidarse en Suecia, o como fue transportado hasta allí, tantas preguntas sin ninguna respuesta...