Me despiertan los gritos de mi nieta, bajo las escaleras caminando y voy prendiendo las luces de la casa mientras me acerco a su cuarto. Entro y la veo con una cobija sobre la cabeza, tapando su cuerpo mientras me dice con una voz temblorosa:
-Abuelito, por favor revisa el clóset.
-Tranquila Sofía, te he dicho que no hay nadie ahí.
Así que abro las dos puertas del pesado y viejo armario para no encontrarme con nada. Las vuelvo a cerrar y con un tono burlesco le digo:
-Jacobo no está en el clóset.
Ella extrañada me pregunta quién es Jacobo.
-Jacobo es el monstruo del clóset el cuál se lleva a los niños que no se duermen y desobedecen a sus padres, pero si te portas bien Sofía, Jacobo no te hará nada...
-¿De verdad Abuelito?
-Si Sofía, dije con una sonrisa de oreja a oreja.
Al parecer la historia del monstruo está funcionando y ya solo bastaría con que ella se encariñara con el monstruo para que así dejara su miedo a dormir sola.
Acto seguido me acerco al clóset y toco dos veces mientras digo:
-¿Verdad que sí, Jacobo?
De repente, una voz ronca y áspera que desde adentro me responde:
-No, no lo es.
Se va la luz y escucho horrorizado como las puertas del armario se abren lentamente...