Acababa de despertar. Eran las 9:42 de la mañana del lunes y, ya que no tenía escuela hoy, decidí salir a la calle y pasar el rato con mis amigos. Miré por la ventana y me extrañé al divisar mucha niebla, lo cual era extraño porque es raro que en nuestra ciudad haya neblina.
La niebla era muy pesada y difícil de ver a través de la misma. Decidí vestirme y salir a la calle para ver si alguno de mis colegas podría salir conmigo. También tomé una linterna, por si acaso se ponía muy densa. Tan pronto como yo estaba fuera, corrí a la casa de mi amigo para ver si podía salir. Me acerqué a la puerta y llamé, pero nadie respondió. Seguí llamando a la puerta, al menos, dos veces más antes de irme y volver a mi casa. Mientras caminaba hacia atrás me di cuenta de una figura alta y oscura en la distancia. Él estaba de pie bajo el farol sin hacer nada.
De repente, empezó a acercarse hacia mí. Cuando vi su rostro parecía un no-humano. Eché un vistazo más de cerca y vi que llevaba una máscara de pájaro de plata. Y, antes de que me diera cuenta, me estaba mirando a los ojos. Él me dio una mirada de muerte. Después de lo que parecieron horas, el hombre hizo un ruido, pero el ruido era muy singular. Era un sonido que un cuervo o corneja harían. Fue un chillido tan fuerte que me sobresaltó. Corrí tan rápido como pude a mi puerta. Tan pronto como llegué a la casa cerré todas las puertas y corrí a mi habitación para esconderme. Nunca antes había estado tan asustado en mi vida.
Eché un vistazo desde la ventana de mi habitación para ver si el sujeto estaba allí. Entonces vi algo que nunca sería capaz de olvidar. Un hombre paseando a su perro, cuando se encontró con esta "cosa". A continuación, ésta se enojó mucho y dejó escapar un grito fuerte. Minutos epílogos, una gran bandada de cuervos salieron de la nada y se llevaron al señor y su perro hasta los cielos.
Desde entonces nadie sabe dónde están el hombre y el perro, a excepción de mí.