¿Queréis que os hagan un favor? ¿Lo que sea por casi nada a cambio de cualquier cosa?
Te propongo un juego, para ello deberás realizarlo a las 01:00 a.m. También podéis probar a las 00:00, pero para no fallar, recomiendo las 01:00. Necesitas algo que pedir, cualquier cosa, la tendrás. Para este juego solo necesitas una aguja, no es importante si ésta se encuentra infectada o sucia. Tranquilo, no es para ti, además pincharte con esta aguja sería el menor de tus preocupaciones esa noche, y encerrarte en un cuarto con un par de velas (no importa el color).
Ahora cerrarás los ojos y extenderás las manos mientras repites susurrando tu petición veinte veces, ¿por qué veinte? Una por cada uno de tus dedos, es muy importante que debas tener los veinte dedos (si has perdido uno en un accidente o cualquier cosa ni intentes esto, porque la visita que recibirás no será para nada agradable) y que cuando lo hagas no tengas ningún dedo enfermo, cortado ni nada, debes tener tus dedos sanos, porque al ser que te hará este “favor” le gustan los dedos sanos.
Tus dedos serán lo que este te pedirá a cambio de tu petición, dependiendo de ésta te costará más o menos dedos.
Cuando hayas recitado la petición una vez por cada dedo a este ser, que solo los que lo han visto pueden describir y aún así es difícil a la luz de las velas, aparecerá; este es un ser arrugado con unas manos hinchadas y con un rostro que transmite un terror inmenso, así que es conveniente que no le mires a la cara. Cuando dicho ser esté acercando sus manos a las tuyas es el momento de que cojas la aguja y le pinches tantas veces como el miedo te permita.
Con uno podría ser suficiente, pero intenta desangrar los que puedas. En este momento pasará a sonreír y reír a carcajadas, y escribirá en el suelo el número de dedos que vale tu petición, la cual habrá escuchado; ahora que has demostrado “no temerle” mediante la acción de la aguja, no hay vuelta atrás. Repito: no hay vuelta atrás una vez empieces este juego, deberás aceptar el trato.
Este ser pasará a arrancarte en un acto despiadado los dedos acordados, que serán ahora sus nuevos falanges.
Una vez termine desaparecerá y tu petición se habrá cumplido, apaga las velas. Por la sangre del suelo no te preocupes, también habrá desaparecido como si lo hubieses soñado; tus dedos, si ya se pueden llamar así, quedarán cosidos en forma de su sonrisa, solamente la carne que queda cerca de el resto de la mano.
Realizar este juego varias veces resulta muy peligroso, piénsalo muy bien antes de jugar, si decidieses jugar otra vez asegúrate de que los dedos que has perdido y los que podrías perder son suficientes, porque si no cumples el trato…. Despídete de tu vida, pues tus dedos no será lo único que se lleve consigo.