La mayoría de la gente que habla de “experiencias cercanas a la muerte” tan solo dicen un montón de mierdas. Generalmente se trata de gente religiosa que usa los accidentes de tráfico o las cirugías como oportunidad para sacar a relucir sus creencias y supersticiones.
Hablan de luces brillantes al final del túnel, una gran serenidad… Basura. Nada de eso es verdad.
El año pasado sufrí un ataque al corazón. No uno pequeño, sino uno de esos donde los doctores te declaran legalmente muerto durante diez largos minutos; hasta que consiguen traerte de vuelta. Diez largos minutos… donde estuve en frente de los ojos de Dios.
Seguro que te estarás preguntándote, si sé que Dios existe, porqué motivo sigo sin ir a la iglesia, porqué no me molesto ni en rezar siquiera, o si eres lo suficientemente macabro para ello, porqué no dejo de tomarme mi medicación para el corazón y me reúno con Dios de una vez.
Te responderé a todo ello de una sola vez. Si ves al Dios que yo vi, créeme, harías cualquier cosa por no volver a verle jamás.