En el pueblo donde vivo se cuenta una leyenda de hace unos 500 años o más, casi en la Edad Media. Era un rey que quería que su territorio pudiera ser invisible para que el enemigo no pudiera atacarles. El rey hizo un pacto con el Diablo de que su castillo pudiera aparecer y desaparecer para que fuese invisible, a cambio de las almas de los siervos cada cinco años.
El rey "engañó" al Diablo diciendo que él tenía poder para entregarle las almas de sus siervos. El Diablo, que desde un principio sabía que eso no era posible y en su malicia permitió que el rey se engañe pensando que lo engañaba, lo condenó a que su castillo fuera condenado a vagar para la eternidad, perdido en otra dimensión y, dentro del castillo, el rey se convirtió en un alma condenada, por lo que hasta hoy se oyen los gritos de su alma pidiendo ayuda y desde entonces su castillo aparece y desaparece al lado de las piedras muy cerca de una fábrica abandonada.
Decían que el castillo se aparecía y dentro de terribles gritos se manifestaba el alma del rey. Mucha gente le ha llamado el "castillo fantasma" o el "castillo invisible", y por eso algunas veces aparece y desaparece y se oyen los sonidos de las almas que han entrado en él (incluyendo al rey), pues pobre del que entre en el castillo: su alma será condenada a vagar hasta la eternidad dentro del castillo.