Wiki Creepypasta
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Una noche como cualquier otra, Sira decidió coger un atajo para llegar a su casa. Había pasado miles de veces por aquel parque, pero siempre de día. Las viejas historias del barrio decían que los vampiros se reunían allí, aunque ella nunca las había creído. Aquella noche el viento helado aullaba y movía las ramas de los árboles, aun así, ella no tenía miedo.

Caminaba por el sendero cuando oyó un ruido a sus espaldas, se volvió, pero no vio a nadie. La luz de la farola parpadeaba y ella empezaba a ponerse nerviosa. Otro ruido, pero esta vez sí que lo vio: era un chico. Tendría unos 18 años, igual que ella, de pelo negro y revuelto, tenía la piel blanquísima, demasiado clara, y los ojos negros y profundos.

—¿Estás bien? —Pregunto el chico. Sira no pudo contestarle: le miraba a los ojos, unos ojos tan profundos que sobrecogían. Él sonrió y entonces ella pudo ver sus largos y afilados colmillos.

Se miraron a los ojos; tal vez fueron horas, minutos o simplemente segundos pero el tiempo se paró para ellos. Entonces él la agarró del brazo, ya no sonreía. La atrajo hacia sí y fue hacia su cuello. Pero Sira no sintió nada, si eso era morir, no era para tanto. Cuando el chico levantó la cabeza no tenía los labios manchados de sangre

—No puedo... —Masculló y se echó hacia atrás —No puedo hacerte daño.

En ese momento Sira se acercó a él y le besó.

—Llévame contigo —Le dijo. Jamás había sentido algo tan fuerte, nunca.

—No puedo hacerte daño —Repitió él —No mereces mi mundo de oscuridad.

—Tampoco tú mereces estar solo.

El chico cerró los ojos y se esfumó en la noche.

Días después Sira desapareció, nadie supo dónde estaba y jamás volvió. Pero, unas noches después, Aura, su mejor amiga, fue al cuartel de la policía más cercano y dijo haber visto a su amiga con un chico en el parque. Los dos con la piel blanca como la nieve.

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