Mi hija, hace tanto que no la veo, hace ya tres años se fue de casa, quiero volver a abrazarla, mimarla y besarla como lo hacía antes, lo bueno es que hace tres días me llamó diciendo que vendría de visita, que llamaría cuando esté llegando.
El teléfono suena, atiendo sin ver quién llama, es el médico que me dice que mi hija se había quitado la vida hace aproximadamente cinco días, cuelgo el teléfono y escucho la voz de mi hija que me dice. - Papá, ya llegué.