Mi esposo asintió silenciosamente para asegurarme que había destruido el nido de arañas.
Casi fui a agradecerle, pero entonces noté el destello de luz de los hilos diminutos que lo suspendían como una marioneta.
Mi esposo asintió silenciosamente para asegurarme que había destruido el nido de arañas.
Casi fui a agradecerle, pero entonces noté el destello de luz de los hilos diminutos que lo suspendían como una marioneta.