
México, país dónde tienen culturas extrañas y fantásticas. Y al parecer ellos no le temen ni a la muerte misma porque hasta la adoran como una santa; hablo del culto de la santa muerte y al parecer alguien hizo hasta un pacto con ella para engendrar un hijo, un hombre, un ser de justicia y temible. Yo soy un sobreviviente de sus garras pero mi compañero de celda fue víctima del hombre aquel. En la mañana me encontré su cadáver en su cama y tuve una fuerte impresión y por lo tanto llamé a uno de los guardias de la prisión y él me dijo "que fue la víctima del huesudo". La razón; él aparte de ser mi compañero de celda también era mi cómplice criminal, nos dedicábamos a la trata de personas de toda Texas pero al parecer no fuimos los inalcanzables ya que lograron atraparnos. Un día como de costumbre mis compañeros y yo íbamos por otra mujer para la mercancía. El jefe decidió que fuéramos por una niña de 11 años de edad. Yo no quería eso, ya fue llegar demasiado lejos, pero al jefe no le importó y me lo ordenó a mí y a mi cómplice.
Al llegar a un parque de juegos vimos una niña rubia de ojos verdes y con un vestido de color rojo Rubí. Al jefe le va a fascinar esa niña rubia - dijo mi compañero apuntando a la pequeña menor -no lo sé Mike, ¿no crees que el jefe se está pasando del límite y se está volviendo un pederasta enfermizo?. Yo le respondí con un poco de miedo - ¿qué te pasa Jack?, ¿acaso quieres que el jefe te mate? Mike me contestó casi gritando. Sin pensarlo dos veces tomamos a la niña con el saco y corrimos a la bang. Cuando llegamos a la bodega, le mostramos a la menor al jefe y le encantó, pero por mala suerte nos siguió un policía sin percatarnos ya que la bang no tenía ventanas traseras. El jefe y Mike sacaron unas pistolas y le dispararon a la pequeña en la cabeza. El policía nos detuvo y nos llevó a la cárcel. Mi compañero y yo nos tocó estar en la misma celda. Que extraño que no sienta él rencor hacia mí. Así que le pregunté por eso y me dijo: Tu no tienes la culpa, ¿por qué molestarme contigo? tu tenías razón, el jefe se volvió un pedófilo enfermizo.
Al caer la noche, ahí estaba; un chico de 18 años de edad, de piel blanca y de ojos color avellana y estatura mediana con un peinado exótico y atractivo que vestía un esmoquin verde bandera con una corbata roja, y unos zapatos cafés en buenas condiciones. ¿Quién demonios eres y que haces ahí? dijo mi compañero con ironía. Pero él nos contestó con otra pregunta: ¿Por qué la mataste? Era sólo una niña.
- Lo sé, pero lo sentimos, fue idea de nuestro jefe - contestó mi compañero - muy tarde para pedir perdón.
Mi padre está muy furioso contigo - respondió el joven
-¿Quién carajos es tu padre? - después de que Mike preguntó, él chico se acercó a la celda y como si fuera un fantasma, atravesó los barrotes de nuestra prisión. Mi cómplice volvió a preguntar: ¿QUIÉN CARAJOS ES TU PADRE? - pero entonces el joven se transformó y ahora era un monstruo; sus ojos cambiaron a un color rojo rubí, su saco tenía el cuello levantado, como si fuera una gabardina. Sus orejas se volvieron puntiagudas como las de un duende, su estatura creció hasta los 2 metros, sus uñas eran largas y picudas como las de una bruja, y para acabar su rostro; tenía la mitad de su cara sin piel ni músculos, mostraba el esqueleto de su boca. La criatura arrancó la rama de un árbol que sobresalía de los barrotes de la ventana de la celda, la aventó arriba y en segundos se convirtió en una enorme guadaña. "Mi padre es la muerte" - respondió el ser con una voz fría y demoníaca. El monstruo levantó su mano, dió un chasquido y apareció un amuleto con forma de calavera. "Tu alma es mía" - contestó el shinigami. Después se acercó a Mike y con su guadaña lo cortó. Mi amigo no sangró, sólo salió de su cuerpo una figura semitransparente; era su alma. El espíritu se hizo orbe. La criatura lo agarró y posteriormente lo metió en el amuleto. Eso les pasa a los acosadores de mi padre que reclaman las almas de los inocentes que les caen mal - dicho esto, soltó el amuleto dejándolo flotando arriba de su mano, chasqueó y lo desapareció. Tomó el cuerpo de Mike y lo acomodó en la cama de abajo de la litera como si estuviera dormido. Yo me subí a mi cama y asustado le dije: Por favor señor hijo de la muerte no me mates yo no quiero morir. ¿Quien dijo que también quería tu alma? - dijo la criatura - tu tenías la razón, tu no tienes la culpa de la muerte de esa niña. Estás perdonado porque fuiste sincero. Ahora duerme y nunca más recordarás lo que viste. Espera... ¿cuál es tu nombre?. "Yo me llamo Juan Diego Morales, ahora ya duérmete"- dicho esto me cerró los ojos con su mano y así como vino se fue. Yo me dormí al instante. Y ahora llegamos hasta aquí donde encontramos a mi cómplice criminal. No cumplí con lo que me dijo el tal Juan Diego Morales porque yo si recordé lo que vi esa misma noche. Ahora ando escribiendo esta anécdota en este cuaderno que me dieron en la prisión y la verdad tengo miedo ya que esa cosa podrá hacerme lo mismo que a mi compañero de celda y creo que antes de que él me haga algo, yo creo que ya me encontrará muerto. Entonces Jack tomó una pistola de uno de los guardias, y se disparó...sus últimas palabras fueron: "no me vas a atrapar con vida Death's Son".