Yo soy el Holder de la Revolución.
Ve a un cruce de caminos, cualquier cruce de caminos. Debes de ir ahí solo, y en la oscuridad de la noche. Da una buena mirada a tu alrededor. Checa una vez, dos veces, incluso tres veces por la presencia de cualquier otro. No debe haber otras distracciones, y ahí ciertamente no debe haber otras personas.
Una vez que estés completamente seguro de que estás solo, siéntate. Da otro buen vistazo a tu alrededor, pero esta vez simplemente observa. Yo no puedo decirte si el cielo estará lleno de estrellas o negro como el hollín, o exactamente qué creaturas podrían escurrirse en la oscuridad a tu alrededor, o qué monumentos arcaicos podrás encontrar enfrente de ti. Estas características dependen del cruce que hayas escogido.
Después de haber examinado cuidadosamente tus alrededores, cierra tus ojos y escucha. Presta atención al ambiente natural llenando el aire, los sonidos que tú notabas hasta que hiciste un esfuerzo para prestarles atención. Escúchalos muy de cerca, y haz tu mejor esfuerzo para determinar sus identidades. Una vez que hayas encontrado el origen de todos y cada uno de los sonidos, debes escuchar otra vez por algo más.
Será un tono débil—viniendo de una flauta tal vez, o un violín, o alguien silbando o cantando debajo de su respiración. Una vez que estés seguro de que puedes oírlo, abre tus ojos. Sigue la melodía; te llevará en dirección de uno de los caminos del cruce. Será una caminata larga, pero no te rindas. Eventualmente llegarás a una puerta enorme, pero si tú fueras a ir más allá de ella, no te pondría ninguna dificultad.
La puerta misma está rota, el hierro retorcido como si hubiera sido doblado por manos desesperadas y llamas salvajes. Tú puedes quedarte aquí por unos momentos, si lo deseas. Tan impresionante como la puerta pudo haber sido una vez, no hay necesidad de pasarla ahora. En vez de eso, cuando estés listo, debes voltear y encontrarme.
Una vez que nos hayamos conocido, podrás preguntarme cualquier cosa que desees. Por supuesto, no puedo garantizar que te contestaré o que te gustará la respuesta que tenga que darte. Te sugiero que me preguntes la única cosa que se ha estado cociendo en Mi cabeza por siglos: el destino de la Revolución. Es el mejor uso para nuestro tiempo, Yo creo.
Así como muchas respuestas, esta empieza con una historia: una historia de cómo las cosas fueron una vez y cómo son ahora, y por qué esto vino a ser así.
Una vez hubo un Buscador, no diferente de ti, tal vez. Él fue astuto, observador, y tenía un entusiasmo por lo sobrenatural que es familiar para todos los Buscadores. Lo que lo hacía diferente era esa aparente facilidad con la cual el hizo sus adquisiciones. Este Buscador tomaba el encontrar objetos tan fácil como si fuera su talento natural (o tal vez sobrenatural), o como si el destino hubiera decretado que él sería quien uniría los Objetos y traería la más grande Revolución de todas.
Su incansable búsqueda por los Objetos lo llevó a Mi puerta y, por supuesto, lo dejé entrar. Su poder y promesa Me intrigaron, y por una vez yo creí que él era la persona correcta para traer Mi Revolución. Y entonces le presté Mi Objeto.
Los Objetos cambian a las personas. Incluso un Buscador que adquiere solo un Objeto no es más la persona que solía ser. Aunque el viaje para adquirir un Objeto cambia a un hombre significativamente (especialmente el primero), es el objeto mismo que al final continua cambiando al Buscador.
Cada Objeto tiene Su propia marca, Su propia peculiaridad que inculcará en todos aquellos Buscadores que Lo toquen. Ahora imagina a un Buscador que consiguió cientos. Incluso alguien tan duro como Legión no puede evitar Su influencia. Yo he visto el cambio que los Objetos habían forjado en el incluso cuando lo conocí la primera vez.
Después de que él me dejó, adquirió aún más Objetos y cambió aún más. Su búsqueda por Objetos se volvió más apresurada, casi frenética, como si todo su nuevo poder lo hubiera hecho más avaricioso. Él comenzó a recolectar los Objetos, no para reunirlos, sino para ganar Su poder. Él no iba a traer la Reunión, él Me había traicionado. Cuando desapareció, yo no creí que simplemente un día hubiera fallado en la prueba de un Holder.
Eso no sería propio de él. Yo creo que se enterró a sí mismo en algún lugar, tal vez para ocultarse de las garras de un enemigo, o para sentarse y deleitarse con su poder, ahora encerrado a salvo. Cualquiera que fuera la razón, ciertamente no es para traer la Revolución. Nadie puede ahora que él y sus objetos están encerrados, tal vez para siempre. Ese es el destino de Mi Revolución: esta pérdida.
Ahora tengo una pregunta que hacerte:
¿Estás deseando traer mi Revolución de vuelta?
Puede ser más fácil de lo que piensas: Legión perdió la Revolución cuando Me traicionó. Aún así, todavía tienes que enfrentarlo eventualmente para traerla. Él todavía tiene los otros 1999 Objetos, y tú debes unirlos a Todos para traer la Revolución.
Ahora, ¿quieres cargar con Mi Objeto en su lugar? Es el 2220 de 2538. Trae la Revolución y tendrás mi apoyo.