Soy Benjamín, soy de Boston pero vivo en Bogotá. Soy policía del distrito de Kennedy. Yo nunca en mi vida he sido un escéptico respecto a lo paranormal, todo lo contrario soy un gran creyente de familia católica y lo que me paso fue algo que realmente me marco.
Era una noche en un zona rural de Palmira (Valle del Cauca) estaba con mi amigo Luis, pero todos le decíamos el mono por su pelos rubios, y mi sargento Hernández. En esas noches nos contábamos historias de terror y oíamos las leyendas de los pueblerinos y de los campesinos de la zona.
La noche era calurosa como era de esperar en la región pero era un calor extraño más seco y más denso de lo normal, escuchamos un ruido entre la maleza pensamos que era una de las vacas de la parcela más cercana, pero fue luego unos 10 minutos después cuando en el horizonte vimos como un luz tenue pero llamativa, estaba a un kilómetro de nosotros así que mire la hora eran las 3:35 de la mañana era ilógico que una persona saliera a esa hora pero pensamos “estará buscando a la vaca”. Así que decidí decirle al hombre por donde se había ido. Así que fui con “el mono” cruzamos la cerca de alambre que había, y caminamos y caminamos hasta que lo alcanzamos, el “mono” le preguntó:
-¿Busca a una vaca, señor?- Lo que el señor con una lámpara de gas respondió con un habla impecable- En lo absoluto, busco a mi perro, un labrador.
-Creo que sabemos donde fue, sígame por favor- dije con toda la educación con la que podía hablar el idioma.
El hombre nos seguía siempre a mi lado derecho y poco a poco entre más nos acercábamos a un pequeño bosque, donde se escuchaba unos aullidos que el señor afirmó era su perro, me di cuenta de que el señor llevaba un sombrero de fieltro y un traje muy bien cuidado de lino.
-¿No hace demasiado sol para usar un sombrero?- pregunte con tono sarcástico.
-La verdad es que no me gusta quitármelo se muy especial para mi- me respondió con mucha seriedad y con la misma voz de una persona recién viuda.
Por fin llegamos al bosque y encontramos al perro mirando a la luna, el señor llamó al perro, Rufús creo, el labrador de color rojo se giro con rapidez y se le noto unos ojos rojos y unos colmillos blancos y brillantes. El señor se quita el sombrero de donde saco un rifle y dijo:
-Tenéis tres segundos-nosotros nos quedamos sorprendidos mientras corríamos cuando escuchamos un grito ”¡RUFÚS A POR ELLOS!” El maldito perro negro se acercaba a tal velocidad que solo tardo un segundo en alcanzar a Luis , saque mi pistola y dispara las 6 balas pero nada así que cogí un palo puntiagudo y se lo lave al perro con toda la fuerza posible. El perro soltó un chillido de agonía y vino el hombre con un machete detrás mío, esquive el machete y con la ultima bala le pegue un tiro en la cabeza al hombre. Sonó la radio.
-¡Conteste, cambio!- Era el sargento- ¿Qué ha pasado, he escuchado disparos, que ha pasado?-
-Algo raro en esta ronda de noche….
