Había una chica llamada Alexa, cruzaba el quinto año de secundaria en un colegio de México.
Alexa era muy adelantada para su edad, salía con varios chicos de su escuela a la semana, no había sábado o viernes que no estuviera ocupada, saliendo a alguna fiesta.
La joven vivía con su mamá, cuando organizaron una gran fiesta su mama le negó el permiso para asistir. Por su conducta en casa y escuela y bajas notas.
Ella en verdad quería asistir a aquella fiesta. Luego de ver televisión un rato; su madre le avisó que iba a salir.
Alexa pensó en fugarse, pero ya era un poco tarde. Entonces alguien llamó a su celular. La voz que contesto era media extraña, como si estuviera agitada, preocupada. Alexa reconoció un poco la voz, era de su amiga. Decía esta, que estaba muy mal porque la habían asaltado y que estaba yendo para la casa de la joven. Alexa no se negó al pedido de su amiga. Después de un rato alguien tocó la puerta, pensando que era ella, la abrió. Pero al instante 2 hombres de negro enmascarados entraron a la casa, golpearon a Alexa que se encontraba en pijama, se llevaron algunas cosas y también a ella.
La mama regresó aproximadamente una hora después. Cuando entró vio todo tirado, manchas de sangre en el piso y una carta en la mesa de la cocina. Termino de leerla y se espantó. Habían secuestrado a Alexa y tenía que dar dinero para verla de nuevo.
El monto pasaba de los cien mil dólares ¿De dónde iba conseguir tanto dinero?
La madre aterrorizada fue directa a la comisaría y plantó una denuncia.
Los policías la mandaron a su casa. La madre no durmió de la preocupación.
Los días siguientes comenzaron una búsqueda, pero no hallaron respuesta. Trataron de negociar pero días después el número que marcaban estaba fuera de servicio, el único medio de comunicación entre ellos dos, la madre y los delincuentes; estaba muerto
Pasaron meses, su madre salió en algunos canales locales, pero no era suficiente.
Luego de aproximadamente 8 meses, hallaron a Alexa. Hallaron a la joven, dentro de una maleta en un túnel seco, se encontraba en estado de putrefacción, tenía cortes, rasguños, golpes, el pijama que tenía estaba destrozado. Más tarde la autopsia demostró que fue violada al instante, y luego de varios golpes la mataron a treinta cuchilladas.
La madre no aguantó, fue a su casa y trató de suicidarse. No lo consiguió pero tuvo conductas similares los próximos meses. Cuando la historia pasó, los vecinos se quejaron de su mal y extraño comportamiento, por lo que la madre de Alexa terminó en un manicomio. Allí murió hace poco, es por eso que la historia se ha hecho famosa, porque por fin cerró el relato para algunos, pero no del todo, porque aún falta identificar a los culpables. Esta historia nos enseña que hay que vivir la vida de acuerdo a su edad, con responsabilidad, si Alexa hubiera sido una chica tranquila, no le hubiera pasado eso.
Los delincuentes cada día están más despiertos, se hacen pasar por la voz de un familiar herido o en otra situación para vaciar casas o peor aún, secuestrar y matar.
Si vas una fiesta, cuídate, corre con tus padres o si eres mayor, con varios amigos que te puedan proteger.
Y si por algún motivo no vas, por nada del mundo, pero por nada del mundo, vayas a contestar tu teléfono.
Quién sabe, puedes terminar como Alexa, mi prima.