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ACLARACIÓN: Está historia está INCOMPLETA

Tormenta

Si lo piensas bien una tormenta es un fenómeno sumamente destructivo, por lo que temerles es algo lógico

Me presento, mi nombre es Leonardo, en este momento no poseo empleo alguno, solo soy un joven estudiante de preparatoria a quien le toco vivir está experiencia.

Nunca me gusto la lluvia, cuando era pequeño los relámpagos me asustaban, ahora que ya soy un joven de 17 años todo lo que incluye a las tormentas me resulta aterrador, las nubes, no son oscuras masas de vapor de agua, sino que no gigantescas acumulaciones de pequeños cristales de hielo y otras sustancias, básicamente lo que vez sobre ti son el equivalente a que un iceberg estuviese flotando sobre ti, aunque por suerte este cae en pequeños pedazos y no de golpe, añadido a esto según los científicos las nubes promedio pesan aproximadamente lo mismo que tres ballenas azules los animales más grandes del mundo hasta donde se sabe, los relámpagos no son simples luces seguidas de un ruido, son gigantescas ráfagas de energía que podrían reducir a un ser humano a un simple pedazo chamuscado, causando un estruendo tan fuerte que es audible a varios cientos de metros, por eso procuraba no salir cuando estaba lloviendo.

Una tarde me encontraba solo en mi casa, vivo cerca de un bosque, este se puede ver desde mi cuarto, esto es bastante agradable, porque aunque no me gustan para nada las tormentas ver el bosque es algo muy agradable, estaba haciendo un proyecto de mi escuela, me encontraba sentado frente a mi escritorio, a la derecha de mi ventana, escuchando el incesante golpeteo de las gotas de lluvia, cuando sin previo aviso me llegó un mensaje de uno de mis amigos, vivía relativamente cerca, a unos 5 minutos caminando, el mensaje decía lo siguiente.

-Cierra las puertas y ventanas, cierra las cortinas, apaga las luces, que no sepan que estás ahí-

Eso me resulto bastante incomodo, pues entre la lluvia, la soledad y el mensaje decidí responderle preguntando de que hablaba, tardo en contestar, pero cuando lo hizo fue bastante raro, contesto con los siguientes caracteres

-אל תסגור את הדלת, אני לא רוצה שיהיה עלי לשלוח את החברים שלי

Cuando hizo eso estuve seguro de que o estaba haciendo una broma de muy mal gusto, o estaba pasando algo realmente malo, seguí enviándole mensajes, pero el ya no contestaba, aunque estaba en linea.

En ese momento me llegaron dos mensajes, uno de mi madre y otro de mi novia, decidí primero abrir el de mi madre, me pedía que saliese a recoger algunas cosas que había dejado afuera, no deseaba salir, no deseaba salir, pero temía más el regaño de mi madre que la tormenta que yacía fuera, por lo que decidí salir, iba corriendo, buscando la cesta que dijo mi madre que había dejado afuera, eso era algo bastante raro pues mi madre era una mujer muy ordenada y de gran memoria, pero simplemente pensé que esta vez se le había olvidado, estuve afuera como tonto buscando cualquier cosa por algunos minutos, no encontré nada hasta que sentí como justo a lado mío cayó un relámpago, deseaba correr, pero en donde había caído el rayo apareció de repente un pequeño as de luz verde que brillaba como las estrellas, no sé porque pero tenía un impulso incontenible por tomarlo, lo tome y me levante sin siquiera observarlo, en ese momento sintiendo una muy rara calma(pues estuve a unos centímetros de ser golpeado por un rayo) levante la vista al cielo y entre la tormenta pude alcanzar a ver algo que me observaba parecía una serpiente, de color verde con ojos amarillos, su mirada no transmitía nada, parecía que solo observase con calma, pero en un instante cambio el curso de su mirada hacia el bosque y está expreso un odio sin par, volteé hacia el bosque y entre los arboles pude ver un rostro, parecía un poco humano, pero su piel tenía un color azul turquesa, sus ojos no eran como los de los humanos, eran dos circulos sobresalientes, como si fueran lentes, dentro de esos circulos solo había oscuridad, hasta que levanto la cabeza mirando hacia donde yo estaba, abriendo su boca, la cual poseía dos gigantescos colmillos en la parte inferior, uno a cada lado, sus ojos se encendieron y en esos huecos pude ver una luz escarlata muy brillante, me miró fijamente por unos segundos y luego empezó a caminar, lenta pero decididamente, decidí correr a mi casa, mientras oí el chapoteo del agua mezclada con los pasos de aquella criatura, podía oír como rondaba de un lado al otro de la puerta, empecé escucharlo gruñir como lo hacen los jaguares, estaba mirando directamente a la puerta, atento a lo que el hacía cuando el empezó a reír, creo que reía eso sonaba como si varios pedazos de arcilla chocasen y se rompiesen, empezó a aumentar el volumen de ese ruido hasta que todo quedo en silencio, solo escuchaba el goteo de la lluvia hasta que empezaron a sonar unas pequeñas risitas a espaldas mías, como las clásicas risas de duendecillos, entonces voltee detrás mío y mirándome desde atrás de la mesa de mi cocina vi a tres pequeños seres humanoides de no más de un metro de altura, con una piel de color azul turquesa, similar a la cerámica, sus ojos eran iguales a los de aquella criatura, emanaban ese mismo brillo de color escarlata, se percataron de que ya los había visto y se me quedaron viendo, su boca tenía dos colmillos en la parte inferior, sonrieron mirándome directo a los ojos y en un instante se abalanzaron hacia mi, como si fuesen simios desplazándose rápidamente hacia mi, a pesar del miedo que yo sentía, pude reaccionar a su ataque e instintivamente intente golpearlos con lo primero que pude agarrar


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