Hey, Lola, ¿por qué estás llorando? He puesto esas canicas azules en los agujeros de tus ojos.
¡Ahora te ves como una de esas chicas de las revistas! Tus lágrimas son rojas y saben como a metal… Es raro.
Me temo que tendré que hacer algo con tus dientes. ¡Sigues intentando morderme, Lola! Mucho mejor, ¿no lo piensas?
Ahora suenas muy graciosa. ¡Di algo gracioso, Lola! No, mejor… ¡Cántame esa canción de Dios que antes cantabas!
¿Estás cansada? Está bien, duerme un poco, te estaré esperando aquí, sentado en el suelo, junto a ti, ¿de acuerdo?
Ahora estoy aburrido, Lola. ¡Vamos, Despierta! Venga dormilona. ¡Despierta! Lola... Estás fría, muy fría. ¡Muy fría, Lola! Bueno, creo que podrás dormir junto con las otras. También están frías. Tal vez puedan calentarse las unas a las otras. ¡Buenas noches, Lola!