Los que me conocen sabrán que hice un trato con Elehel en el 2010.
Ha vuelto otra vez recomendándome un trabajo particular. Debía visitar todos los lugares malditos y recoger los cuerpos de los que fallaron en las pruebas impuestas por los monstruos, demonios, etc. Si por casualidad me veo envuelto en medio de esas pruebas tengo que sobrevivir por mi cuenta porque, según Elehel, es de maricas tener a un Señor Oscuro protegiéndote las pelotas.
Ya eran horas avanzadas de la noche porque la mayor parte de los curiosos prefieren hacer sus raras actividades cuando la luna esta en el cenit del cielo. Me encontraba en un bosque lejano de la ciudad. Las lechuzas hacían su particular sonido sobre las ramas erizándote la piel.
Elehel me habló de una familia que recibió un paquete extraño la semana pasada. Era un error de entrega. Un error a la victima equivocada, aunque en realidad a "ellos" no les importa quien sufra. Abrieron el paquete y encontraron un letrero con esferas de colores que podrían ornamentar la puerta de la casa. La colocaron en la entrada y contemplaron el letrero que decía "Bienvenidos".
Estaba escondido entre los arbustos mientras observaba todo la escena. La luna estaba en cuarto creciente. La familia entró a la casa y comenzaron a abrazarse, supuse que ya se iban a dormir. Y tenía razón. Apagaron todas las luces, excepto los padres que seguían despiertos.
No faltó mucho para que sucediera algo raro. Vi desde lejos que la chimenea se encendió por sí misma. Nadie estaba levantado y los únicos que estaban despiertos eran los padres. Una niña apareció en la sala, quizá era la hija menor, y de repente se lanzó al fuego. Su cuerpo estaba envuelto en llamas. Gritaba desesperadamente. Toda la familia enloqueció. Bajaron a la sala y la escena les causó un espantoso miedo.
Hicieron todo lo posible para neutralizar el fuego. Pero la pequeña no estaba viva.
El llanto de los padres era desgarrador. Pensé que eso sería todo. Ya estaba por entrar por el cuerpo de la niña cuando extrañamente vi unas figuras en los cuartos de cada miembro de la familia, solo yo podía verlos desde afuera claro. Todos estaban en la sala. Todas las luces se apagaron. Y supuse lo peor.
Los gritos de los padres correteando de un lado al otro. Escuché el disparo de una escopeta y un montón de platos romperse por la cocina. No podía ver bien, pero creo una silueta femenina portaba un cuchillo. Parece que apuñaló a alguien. Luego le siguió un disparo y la silueta femenina cayó al suelo.
Los niños creo que se escondían en algún lugar del segundo piso. Escuché los gritos. Terminó con dos disparos. Poco después vi las tres figuras saliendo de la casa. Tomaron el letrero de la entrada y luego se fueron caminando al oscuro bosque.
A la luz de la luna noté que sus rostros eran tapados por pasamontañas y que sus manos estaban despellejadas. Antes de desaparecer en la penumbra uno de ellos mencionó:
-¡Vamos a más casas para que nos den otra bienvenida!-
Ya estaba hecho, es hora de hacer mi trabajo. Cuando entré a la casa, la luz eléctrica había vuelto. Era un desorden. Sangre por todos lado y el cuerpo de la niña en el suelo lleno de quemaduras de tercer grado, hasta podía ver sus costillas. Una llamada telefónica sonó en ese momento. Al contestar me sorprendió que se tratase del mismo Elehel. Me ordenó que sacara los cuerpos afuera de la casa. Entré a la cocina y tomé el cuerpo de la madre que tenía un disparo en la cara. Los niños estaban encerrados en un clóset, muertos por disparos en el pecho. El padre había sido ahorcado con un alambre de púas que tenían por ahí en el sótano.
Al apilar los cuerpos en el exterior algo comenzó a cambiar... Creo que era la temperatura. Estaba muy frío.
Sin dar crédito a mis ojos, los cuerpos comenzaron a moverse. No, estaban flotando. Se elevaron a más altura como dirigiéndose para la luna. Cinco minutos después los perdí de vista. Tengo que admitir que es una forma mas perfecto de ocultar esos cuerpos. "Elehel, tiene imaginación"
Mi trabajo fue sencillo esta vez. Espero que la siguiente pueda sobrevivir. Y también espero que no tenga que ir a tu casa para ver desde afuera.