No quiero volver a hablar de lo que pasó ese día, la gente me pregunta y yo siempre me niego a contar lo que vi, pero me voy a sentir peor si no lo digo, lo que te voy a contar estimado lector, es una advertencia.
Todo empezó un día Jueves, regresaba de una larga conferencia de trabajo, estaba agotado, sólo quería ir a mi casa, ya que eran las 10:28 pm, pero tenía hambre, no lo soportaba, así que seguí conduciendo metros más hasta encontrar una hamburgueseria McDonalds, detuve mi camioneta en el estacionamiento, sólo había 2 autos más, al entrar una familia de 3 personas ya se retiraba. El lugar quedo sólo, supuse que el otro auto era del empleado, "David", eso decía su placa, me acerque para ordenar, el parecía cansado, se había quitado la gorra y se le veía ese peló negro con cola de caballo.
"¿Qué va a pedir?", pregunto el, disgustado. Como necesitaba algo ligero le dije que una ensalada, después fui a sentarme a un sillón juntó a la ventana, viendo los autos pasando. El joven me aviso que la orden estaba lista, al tomarla el me sonrió, no le preste atención, sólo quería ir a casa. A medida que me comía la ensalada, con cada bocado, sentía más cansancio y pesadez, hasta el momento de desmayarme.
Desperté con dolor de cabeza, estaba a oscuras, olía a basura y comida putrefacta, estaba atado a una cama de cirugía, de repente se encendió una luz blanca demasiado brillante, todo se aclaró. Era lo que parecía un sótano, había algo de sangre en las paredes por lo que alcanzaba a ver, se oyeron pasos, gire la cabeza y vi a David, el estaba sonriendo como maniaco, murmurando "Otro", mire a todos lados desesperadamente para sólo encontrar otra víctima, una mujer de mediana edad, inconsciente.
David se acercó a una esquina de la habitación para arrastrar una carrito con cuchillos entre otros instrumentos de cirugía. "Como eres nuevo, te haré una demostración" dijo David, yo no entendía lo que pasaba. Se acercó a la mujer y le quitó la blusa, dejando sólo la ropa interior, entonces cogió un cuchillo de 5 cm de largo y empezó a cortar una silueta en su cuerpo, después extrajo el trozo de piel para tirarlo al suelo. El empezó a hacer cortes en los órganos de ella, no podía ver todo ya que yo estaba acostado y no me podía mover.
Se me ocurrió una idea, empujé mi brazo entre el cinturón que lo sostenía, para agarrar una pequeña sierra circular que estaba en el carrito, mientras el joven seguía cortando dijo "Que bueno que no pediste una hamburguesa, ya se nos acababa la carne y no quería hacer a un cliente esperar haciendo esto" sentí asco y disgusto recorriendo mi estómago, tenía náuseas. Prendí la sierra con el botón rojo que tenía y lenta y cuidadosamente corté el cinturón de mi mano.
Pero David se volteó con el sonido de la sierra, por suerte libere mi mano y le arrojé la sierra, que la cayo en la boca y se retorció de dolor en el suelo, chorreando y escupiendo sangre, afloje el cinturón de mi mano izquierda y de mis pies, David maldecía y gritaba por ayuda, hasta que agarré un cuchillo del carrito y se lo enterré en su pecho, hubo silencio.
Fui hacia la mujer para ver que su intestino delgado yacía en un moledor de carne manual, de un lado intacto y con el otro ya molido, tuve que vomitar, la mire de nuevo, no podía hacer nada para ayudarla, por lo cual me fui.
Salí del restaurante para entrar en mi camioneta, mi ropa manchada de sangre, mire mi reloj 3:11 am, necesitaba volver a casa, relajarme, no quería hablar con nadie, conduje hasta mi casa para una ducha y dormir.
Hoy en día no confió en los restaurantes de comida rápida, jamás quiero volver a hablar de ello, ahora que ya sabes el ingrediente principal de las hamburguesas de McDonalds, te pregunto lector. ¿Te animarías a comer en ese matadero de nuevo?
P.D: Le quiero agradecer a 2 estupendos amigos al darme la idea para esta historia, son lo mejor.