Estoy preocupado por la conducta de mi hijo.
Más que preocupado, estoy aterrorizado para este punto. Lo que ha estado haciendo no es normal, no es sano. Me demuestra que algo anda mal.
Al principio, solo venía y se quedaba frente al marco de la puerta. Lo hacía de noche, justo antes de que me dispusiera a dormir. Me daba la vuelta para apagar la lámpara, y él estaba parado ahí, en el pasillo. Solía tratar de hablarle. Ya no lo hago; nunca me contestaba.
Solo observaba.
Hace un par de días, se graduó de esperar en el pasillo y pasó a sentarse en la cama. Aún no me habla. Le he preguntado qué quiere. Le he preguntado qué es lo que tanto necesita. Nunca ha sido propio de él ser tan callado.
Usualmente, viene cuando mi esposa acaba de dormirse. Esa es la parte que me inquieta. Ella siempre se duerme antes que yo, y él nunca ha venido cuando ella está despierta. Pero claro, ella no tuvo nada que ver en esto.
Si algo no cambia pronto, no sé lo que haré. Comienzo a pensar que él ha descubierto que fui yo quien lo mató.