La navidad, un momento hermoso para jugar en la nieve y/o con los juguetes nuevos si eres niño, besar tras un muérdago si eres adolescente, pero siempre y lo más importante, pasar la navidad con tu familia en una cena degustando de exquisiteces.
Todo es felicidad en este mundo, pero no siempre resulta así. Sucedió el 24 de diciembre de 2004, un cantinero uniformado de traje y moño del bar “The Strong Drink” le había prometido a su jefe que trabajaría las 24 horas debido a que él no le importaban las festividades, de hecho algo que escondía era que odiaba la navidad. ¿Por qué? Les cuento, su nombre era Justin, de niño amaba la navidad y solía quedarse despierto en la noche para ver a Papa Noel, creía en él. Un año decidió comprar una cámara y grabar toda la noche porque no podía seguir despierto para su asombro no podía creer lo que vio, su padre poniendo los regalos que se suponía traía Papa Noel. El chico quedó traumatizado desde entonces, sus padres le habían mentido desde su primera navidad, ya no lo soportaba y entonces el 25 de diciembre decidió irse de su casa teniendo solo 12 años. Se quedó en un pequeño cuarto que no valía mucho, por más que le había robado dinero a sus padres, apenas tenía para un año en ese lugar. A los 13 trabajó lo suficiente para que le pagaran mucho dinero, limpiaba pisos, imagínense lo que tuvo que trabajar ese día. Cada navidad la pasaba trabajando solo debido a que sus compañeros pasaban tiempo en familia. Siguió traumatizado con lo sucedido hasta los 22 años, por culpa de eso ya no podía ser el mismo, además de cada momento solo en navidad reflexionando sobre lo ocurrido y eso no le gustaba, se sentía triste y en momentos lloraba.
Una de sus compañeras, Lydia, le pregunto qué le pasaba un día en el que estaba por retirarse, Justin le dijo:- En mi niñez me han ocurrido muchas cosas pero ninguna fue más horrible que descubrir que Papa Noel en realidad no existe, lo peor es que fue a mis 12 años. Lydia largo una carcajada y dijo:- Justin no te preocupes, todos teníamos que saberlo algún día.- Justin se enojó se le llenaron los ojos de lágrimas, Le dijo a Lydia:- Pero no está bien a esa edad.- Lydia intento consolarlo y le dice en forma de desafío:- Ah sí, para que lo sepas yo recién lo supe a los 8 años.- Justin dejo de llorar y creyó que lo que dijo Lydia era broma pero Lydia lo miraba con cara seria y comenzó a creerle. Justin le pregunta a Lydia si quería un trago, Lydia le pregunta- ¿No crees que nos van a cobrar por el alcohol que falte?-, a lo que Justin le responde que nadie lo sabrá, Lydia y Justin empezaron una conversación en la barra donde se sirvieron varios tragos, algunos costosos, Justin no era de hablar mucho pero Lydia le contaba de todo a Justin, al rato Lydia empezó a notar que Justin estaba enamorado de ella y viceversa, Lydia y Justin notaron una sensación extraña, como si mariposas aletearan en su estómago, era inevitable, luego de la conversación que tuvieron por varias horas llego ese inevitable minuto de pausa en donde las miradas se hacían presentes, sus rostros se acercaban magnetizados poco a poco, Lydia y Justin sellaron ese acercamiento chocando lentamente sus labios besándose como en una historia romántica, las horas pasaron y esa pasión que creció en sus corazones subió de grado a tal punto que Justin le enseño un cuarto obscuro secreto para que Lydia y Justin tuvieran intimidad a solas. Justin, mas allá de su pasión encendida, se le notaba algo diferente en su bello rostro, una sonrisa de mejilla a mejilla, expresaba color en su vida de blanco y negro, expresaba flores en un bosque seco, expresaba felicidad en una vida triste y solitaria, el jamás creía en los cuentos de fantasía o de hadas pero se sintió el mendigo que tuvo su amor a primera vista y descubrió que era su verdadero amor, en ese momento se dio cuenta de que fue engañado por sí mismo y no por su familia hace 10 años, creía que ya no tenía por qué estar solo esta navidad pero Lydia estropea ese pensamiento en cuanto vio la hora y le dijo a Justin que tenía que irse a la casa de sus padres a una fiesta de navidad, Justin le pide que no, que no se vaya, que no tiene a nadie, Lydia le pregunta:- Lo siento pero tengo que ir con mi familia ¿No crees que ya debas darle una oportunidad a tu familia?-, Justin la mira diciéndole, ya no sé dónde viven, he ido a mi casa a buscar algunas pertenencias pero cuando fui ellos ya no estaban, puede que se hayan ido o pueden haber muerto.-, Lydia nota la tristeza en su cara e intenta ayudarle diciendo:- Ok, hagamos una cosa: Hoy estaré con mi familia, si te quedas aquí llegare mañana al mediodía para invitarte a almorzar a algún lado romántico, ¿Qué dices?- Justin calmo su tristeza y volvió a mirarla a ella con felicidad, en síntesis se sentía mejor, abrazó a Lydia y la dejó ir, se despidió de ella y siguió su trabajo de limpieza, esta vez había mucho más por limpiar luego de lo que ocurrió con Lydia. Comenzó a barrer más rápido de lo habitual haciendo que el lugar quedara reluciente e impecable. Se sintió cansado pero no podía dormir en el trabajo, sin embargo se rindió y durmió en el piso. A la mañana siguiente despertó contento y alegre por la cita que tendría, Justin fue a su casa, se puso la ropa más formal que encontró, un traje parecido al de su uniforme a excepción de que su uniforme consta de un chaleco y moño blanco con una camisa negra mientras que la ropa que se puso constaba de un pantalón largo, un chaleco, un traje y un moño negro acompañado de una camisa blanca, a Justin no le gustaba las corbatas por lo que ni loco utilizaría una en el día que lo consideraba el más importante. Salió para un local a comprar un regalo. Eligio un colgante con un diamante gigantesco, era del tamaño de una pelota de tenis, lo creía el más grande del mundo y a pesar de lo valioso que era nada era tan valioso como ver a Lydia otra vez, él lo tomaba como su rayo de esperanza así que podemos creer que gasto todo su dinero, luego volvió al bar para esperar a Lydia ¿Qué paso con ella? Ya eran las 10:30 y seguía esperándola, mientras la esperaba a Justin se le ocurrió escribirle una nota de lo que sentía por ella y guardarla dentro de la caja donde estaba el colgante que el compró.
Lydia había terminado de salir de la fiesta, ella se vistió lo más formal que pudo y fue por Justin, no paraba de pensar en lo bien que se sentiría, pero se dio cuenta de que era tarde, apresuró el paso en el auto y quemó ruedas para llegar al bar, ella sin darse cuenta ni mirar para ambos lados provoca un accidente de auto, como ella iba a máxima velocidad el auto se destruyó por completo pero peor estaba el otro que además de abollarlo por completo, romperle los vidrios y quemarle los motores, donde además brotaba aceite, se veían en el interior dos cuerpos atravesados por los vidrios del auto destruido, Lydia quedó traumatizada y casi se desmaya de la impresión por lo que acudió a volver a meterse al auto, dejó de pensar en Justin para darle espacio en su mente a este homicidio involuntario que provocó. Al rato llegó la policía y detuvo a Lydia para que le diera explicaciones de lo sucedido. Ella tenía en su mente esa imagen de la pareja asesinada por el accidente pero al querer pensar en algo bueno solo pudo llegar a Justin a quien dejo en el altar por mucho tiempo, estaba aterrada por lo que le pasaría a Justin si quedaba solo ese día, estaba a 1 kilómetro de distancia y no pudo hacer nada, lo tuvo que dejar solo hasta las 12 en donde se comprobó que era inocente puesto a que ella en realidad cruzo en luz verde mientras que las personas que ella mato cruzaron en luz roja.
Justin todavía no borraba la sonrisa de su cara y vio el lado positivo (algo muy raro de su parte), creyó que quizás la fiesta de Lydia habrá sido demasiado buena. Esperaba pero Lydia seguiría tardando debido a que estaba hablando con el policía sobre lo ocurrido y si bien se le tomo como inocente ella fue marcada por los policías como un homicidio dudoso ¿Qué lo llevo a eso? Simple, la velocidad a la que iba era peligrosa y parecía como si esperara a atropellar a alguien. La velocidad a la que manejó fue tal que tuvieron que ver los datos de ella mientras la interrogaban, al descubrir que no tenía antecedentes penales le sacaron las esposas y la dejaron salir, ella sin auto no le quedó otra más que ir corriendo 1 kilómetro con vestido y tacones. Eran 14:30 y Justin empezaba a perder la cordura y la paciencia, creyó que Lydia le mintió, se sintió culpable por ser tan tonto, habrá creído que la navidad le iba a traer por fin un regalo pero él fue engañado otra vez. Al menos eso creyó, comenzó a golpearse la cabeza en la barra, cuando miraba la nota que le escribió a Lydia se golpeaba aún más fuerte haciendo que su frente sangrara, los golpes eran tan fuertes que la barra vibraba, esa vibración provocada por los golpes arrastraron el colgante, saliendo de su caja, hacia donde Justin estaba, no se dio cuenta debido a que se golpeaba con los ojos cerrados. Dio un golpe muy fuerte haciendo que el diamante del colgante le traspasara el ojo derecho con la base puntiaguda de esta gema y murió pues la sangre no paraba de brotar en ese sector. Su cadáver quedo en la mesa del bar. A las 15:30 Lydia llegó al bar y vio el cuerpo de Justin “dormido”. Al entrar estaba todo vacío debido a que era navidad, comenzó a hablarle a Justin mientras notaba un líquido rojo debajo de él, al principio pensó que quedó dormido arriba de alcohol que bebió por depresión pero al rato trata de despertarlo con desesperación y asustada voltea a Justin y descubre la verdad, Justin está muerto. Lydia llama a la ambulancia diciendo que su novio había muerto pero cuando ella esperaba a emergencias con lágrimas, abrazando el cadáver de Justin mientras se lamentaba por todo además de leer la nota que le había escrito provocando una tristeza más grande aun, llega la policía, los mismos oficiales que arrestaron a Lydia aparecieron en el caso, al reconocer a Lydia la tomaron y sin interrogarle y sin juicio ella fue declarada culpable por asesinato, la llevarían a una prisión cerca del cementerio donde enterrarían el cuerpo de Justin, cuando Lydia es llevada a su celda se topó con una ventana que daría lugar a la calle donde ella miraba constantemente a ver el momento en donde pasaba el coche fúnebre de Justin quien tuvo un funeral triste y solitario, sin ningún familiar, sin ningún amigo, sin nadie que acompañe su pena en ese triste momento, Lydia no paraba de llorar el nombre de Justin negando por completo la muerte de él, por más que ella no lo había matado se sentía la asesina. Sus esperanzas fueron recobrando gracias a su compañero de prisión, un tipo anciano que estaba por salir ya que cumplió con su condena por buen comportamiento, en la vio desesperada y frustrada a Lydia y ya sabiendo y notando de su caso él dijo –Él no se fue, solo su cuerpo pereció, su alma sigue en pena pensando en ti, para tu suerte yo puedo ayudarte, solo necesito su cuerpo y puedo revivir su cuerpo para que su alma vuelva a éste.-. El señor le contó a Lydia que estaba allí por hacer experimentos ilegales con cuerpos, Lydia pregunto si eso funcionó alguna vez a lo que el sujeto afirmó diciendo que sí, en la mayoría de ocasiones si funcionó. Entonces Lydia asustada preguntó -¿Y qué ocurre con la minoría de las ocasiones?- A lo que el sujeto respondió –Bueno, ocurren casos donde estos cadáveres son petrificados, veras, para despertar el cuerpo requerimos de utilizar un rayo potente que, cuando se sobrecarga la máquina, a los vivos les puede causar la parálisis y momentos después la petrificación del cuerpo entero, como algunos cuerpos todavía poseen alguna parte viva el rayo le puede provocar los mismos síntomas que un cuerpo vivo.- Lydia entonces, arriesgándose mucho le pide revivir a Justin Dylan, le cuenta en donde fue enterrado.
Cuando el señor sale de la prisión despidiéndose de Lydia, lo primero que hace es esperar a la noche para ir al cementerio y desenterrar el cadáver de Justin, el señor luego de sacar el ataúd de la tumba y abrirla se topa con el diamante que posee Justin en su cara, el viejo buscaría sacárselo pero le es difícil arrancárselo, sentía como si algo lo sujetara con muchísima fuerza. El excompañero de celda de Lydia llama a sus compañeros para iniciar el procedimiento luego de haber llevado el cadáver de Justin a su laboratorio, su laboratorio quedaba en una casa tenebrosa, parecía el castillo de Drácula, los compinches del sujeto lo ayudaban para llevar el cuerpo hacia una camilla vieja para realizar el experimento, el cadáver todavía no estaba en estado de descomposición aun y no estaba tan mal debido a que llevaba más o menos una semana muerto, los hombres no soportaban el hedor aun así y no les quedo más que ponerse pañuelos en el rostro. Ellos procesaron el experimento y le colocan una aguja en la frente más unos cables que se los enredaron en las extremidades. Encendieron el aparato y la aguja se aclaró como si de un foco de luz se tratase, el cuerpo de Justin comenzó a brillar y levitó levemente, pero algo salió mal, la máquina radiaba más luz de la que debía, imaginaron que el cadáver se petrificaría pero no fue así, un pequeño destello surgió del diamante en el ojo de Justin, este abrió el otro ojo y la máquina a la que estaba conectado explotó. El castillo tenebroso comenzó a derrumbarse, sólo había escombros, pero por suerte ninguno murió. Justin se levantaría poco a poco, su hedor desapareció, seguía conservando el atuendo elegante excepto por su traje cubierto de sangre dejando a la vista su chaleco y camisa con su elegante moño, caminaba como si fuese un zombie, rengo con los pies dormidos. Llevaba muerto una semana así que era lógico que caminara así, necesitaba acostumbrarse aún, busco a alguien pero no había nadie, estaba solo hasta que uno de los sujetos quien revivió a Justin aparece para mirar a Justin, Justin logra observarlo para luego preguntarle qué habrá sucedido. Al mirar al sujeto éste quedo petrificado literalmente de forma extraña, como si de la medusa se tratase, Justin quedó atónito, el excompañero de celda Lydia le dijo – ¡Cubre tu diamante con algo!- Justin le hace caso y toma un paño entre los escombros y se tapa, el sujeto se trata de levantar de los escombros pero no podía, habían varias toneladas de escombro arriba suyo aplastando sus huesos dejándolo inmóvil apenas dejándolo hablar y obviamente respirar pero muy poco, el señor le cuenta que lo revivieron, le cuenta que Lydia está en prisión y que no soportaba más la culpa y quería ver a Justin de nuevo para decirle lo mucho que lo lamente y lo mucho que lo ama, el sujeto estaba respirando de forma poderosa viendo cómo se acerca a su fin mientras que Justin tenía la mente entre las nubes, sus sentimientos lo castigaban a no confiar más en nadie, él ya tenía la mente retorcida desde el día en que murió, Justin entonces le pregunta con una sonrisa macabra al señor ¿En qué prisión estaba Lydia? Pero cuando busca respuesta se percata de que el hombre murió, Justin llevo el paño que usaba para cubrir el diamante con dirección a la cabeza del anciano y lo aplastó en la cabeza del cadáver. Empezó a reírse de forma macabra perdiendo la cabeza, la cordura que le quedaba a Justin comenzó a hacerse añicos, montones de cuervos se acercaban a Justin quien aún no terminaba de reír, estos cuervos ejecutaban su sonido habitual mientras rodeaban a Justin, en el momento que una de estas aves se postra en el hombro izquierdo de Justin este baja la mirada y petrifica a algunos de los cuervos notando además la belleza de estos pájaros mientras decía –La muerte me rodea con sus aves diciéndome algo ¿Qué es lo que quiere decirme? La obscuridad del plumaje de estas aves me confiesa la verdad, ya no quiero el amor de Lydia o de mis padres o de nadie, si tengo que estar rodeado de estatuas, si tengo que poseer sangre en mis manos, si tengo que acabar con una vida para decirle a Lydia lo que yo siento, entonces que así sea. Una lástima que no sepa qué prisión es en la que ella esté,- Mientras continua hablando observa al ave en su izquierda y la agarra apretándola fuertemente. –Pero mientras la noche haga presencia en esta somnolienta y asquerosa festividad “Night Crow” también estará.- Una vez dicho eso empieza a reír de nuevo mientras le arranca las plumas una por una al pájaro sin observarlo con el diamante. Este huyo en dirección opuesta de la prisión donde Lydia está detenida hacia un cementerio en donde había una lápida con su nombre donde además había una tumba vacía, su tumba.
Justin ahora va de cárcel en cárcel para buscar a su amada. Para evitar petrificar a la gente (Ya que a él le gusta más matar con sus propias manos) decidió taparse el ojo con una tela que suspende el reflejo de la gema, la tela era parte de una máscara que hizo el en forma del rostro de un cuervo a excepción de la parte de la mandíbula haciéndose notar su rostro desde la nariz para abajo. Cada época del año en que se acerca la navidad vuelven los pensamientos negativos que torturan su cabeza y sus sentimientos no se aclaraban. Justin se quedó con la ropa formal que estaba usando porque creía que había que estar formal cuando vuelva a ver a Lydia y para recordar ese día en el trabajo cuando se enamoró luego de tantas navidades frías. La máscara de cuervo representaba su obscuridad además de que estaba compuesto por las plumas de los cuervos que lo rodeaban bautizando su locura, en su mejilla derecha se puede observar sangre que brota eternamente de su ojo penetrado por el diamante. Ahora cada noche de navidad, Justin Dylan sale de su tumba para reclamar y disfrutar de su regalo, matar. Va en búsqueda de victimas en cada prisión donde este petrificando y matando a sangre fría a los prisioneros y policías del lugar, se confirmaron varias muertes provocadas por este ser.
A este asesino se le reconoció como “Night Crow” gracias a que en todas las prisiones donde el ataco había una nota escrita en las paredes donde escribía con sangre:
FELIZ NAVIDAD
PARA: LYDIA
DE: NIGHT CROW
Historia creada por: Joaking2001