Infección.
Antes de empezar me gustaría hacer un hincapié en algunos chicos de mi clase, empecemos por Laura. Era una chica bastante tranquila si no le provocabas mucho, todo sea dicho. Pero luego resultaba ser más agresiva que nadie, me refiero, a que no quería amistad con nadie y eso que era la más bella de todo el instituto... Qué le pasaría a esa muchacha para odiar a la humanidad...
En segundo lugar, tenemos a Sara, algunos dicen que es mi prometida pero ésto no es del todo cierto. Sara era la típica yandere que se le va la pinza cuando menos te lo esperas. Unos días estaba bien, otros no tanto.
Fue expulsada en varias ocasiones por no acatar las normas del instituto, su padre ya estaba más que harto de ella y bueno él hablaba con los profesores y pues si está donde está estudiando, es por su padre. En tercer lugar pero no por eso menos importante, está Tiffany que padece de fobia a la oscuridad.
Como habrás podido comprobar, mi escuela más bien mi clase, era un tanto especial sí. Un día como otro cualquiera, me dispongo a entrar en la clase de latín y griego cuando noto que de repente, alguien me coge del brazo. Me llevé un buen susto. Era Tiffany, parecía estar como atormentada... Le pregunté si se encontraba bien pero ni me contestó. Se había desplomado antes de que me diera cuenta.
Sólo me dio tiempo de cogerla del brazo, Dios Santo... ¿Qué le pasaba en la cara? esa chica estaba más blanca que el papel. Necesitaba atención médica cuanto antes. Entré en la clase y les dije a todos el problema que tenía. La profesora llamó a la Policía, a la ambulancia y a los padres de la joven. Repentinamente oímos gritos, sí, gritos y no parecían ser de broma. Uno sabe cuando la gente está de ´guasa´ y cuando la cosa va enserio, eso se sabe. Los gritos provenían del final del pasillo.
Horror en los pasillos.
La profesora dio la orden de que nadie saliera de la clase y el idiota de turno no tardó y perdonadme por la expresión, en desobedecer a la profesora. Esta le advirtió de que si salía sería bajo su propia responsabilidad. Al tipo le dio un poco igual.
El estado de salud de Tiffany empeoraba por momentos, yo tenía los nervios a flor de piel pues no sabía cómo manejar la situación. Sara se levantó de la silla y se acercó a Tiffany, ella fue la que se dio cuenta de lo que estaba pasando. Ella fue la que se dio cuenta de que Tiffany había sido atacada por algo que no es de éste mundo... Tiffany presentaba marcas por la espalda y parte de los costados, como si una especie de lince o felino salvaje la hubiera intentado atrapar.
Todos los presentes quedemos boquiabiertos, perplejos, ¿qué podría haberle pasado a la pobre Tiffany? pronto lo descubriríamos... De repente, el corazón de Tiffany se paró. No tenía pulso. Había fallecido delante de todos nosotros y no había nada, repito, nada que pudiéramos hacer.
Inmediatamente, todos entremos en pánico, yo también me incluyo. Ahora la orden de la profesora no tenía validez ninguna. Recuerdo muy bien, que a más de uno le faltó tiempo para salir por la puerta. Malditos... No respetaron el cuerpo de Tiffany. Traté por todos los medios de detener a la profesora, que también se disponía a huir, pero me resultó imposible con tanta gente.
Me temía que pasaran por encima del cadáver de Tiffany, así que protegí y cubrí su cuerpo como si la vida me fuera en ello. Ante tal situación no hay respeto por nada. Me pisaron la espalda como unas dos o tres veces, a día de hoy me duele y mucho...
Tan sólo se quedaron dos con nosotros, Razer y Dörte eran sus nombres. ¡No me lo podía creer! Laura, la más peligrosa de todo el instituto permanecía sentada como si nada hubiera pasado... Impresionante. Laura nos miraba con toda la tranquilidad que se puede tener. Tuve mucho cuidado a la hora de acercarme a ella, le ofrecí que viniera con nosotros pero ésta se negó.
Sara me cogió del brazo y tiró de mí con suavidad, la gente chillaba en los pasillos algunos, lo hacían de dolor otros simplemente por miedo a lo que había ahí afuera. Sara y Laura se miraron y Sara sólo pudo mantener la mirada unos segundos... Y es que retar a Laura con la mirada significaba una cosa, salir gravemente herido... Yo sin embargo, la miré por unos pocos minutos no quería irme sin ella.
No teníamos tiempo para andarnos con tonterías, sólo podíamos tomar lo justo y necesario y buscar un lugar lo bastante seguro. Si Laura quería quedarse allá ella era su decisión y había que respetarla. De buenas a primeras, Tiffany se levantó y nos miró a todos. La escena era digna de una película de terror y no exagero.
Por vez primera, algo había captado la atención de Laura, ésta se levantó de su asiento y cogió una silla por un instante pensé que nos golpearía con la silla en la cabeza. La brutalidad con la que golpeó a Tiffany fue impresionante. ¿Realmente poseía la fuerza de una niña de 17 años? ...
Supervivencia.
Como si fuéramos un puñado de peluches nos cogió a todos y nos sacó fuera de clase. A continuación, se encerró a sabiendas de lo que le esperaba. El pasillo estaba plagado de zombies, zombies por todas partes. Y lo peor, nos habían visto y ahora venían a por nosotros. Razer y Dörte patearon la puerta en señal de rabia y salieron a correr, ¿¡de qué servía?! Laura nos había dejado a merced de ésos come-cerebros...
Parece ser que tuvieron un golpe de suerte y escaparon, no sé cómo pero se libraron... Ahora Sara y yo, estábamos completamente solos. Sin nadie que nos ayudase. Sara, al ver la gran cantidad de zombies que había se echó a reír. ¿Acaso se había vuelto loca?
Nos rodearon unos doce zombies aproximadamente, pongamos que fueron catorce, si te digo que a Sara se le fue la pinza como decimos por aquí créeme, si te digo que de buenas a primeras se echaba a llorar créeme, ya envueltos en ésa pelea contra ésos seres a Sara no se le ocurrió otra cosa que recordarme lo felices que fuimos cuando estábamos juntos, como pareja.
Eso me dio fuerzas para salir adelante, pero por mucho que pateábamos a aquellos seres no conseguíamos derrotarlos. Sara cogió a uno y le estampó la cara contra la pared. Punto para nosotros. El pasillo olía a carne podrida. Decenas de cadáveres venían por nosotros. Profesores y alumnos. Quizá Dios mandó a los no-muertos porque se cansó de ver tanta injusticia humana...
Hasta siempre Sara...
No sé cómo lo hizo pero lo hizo, realmente pudo librarse de 7 zombies. ¡¿Era Sara qué se podía esperar de ella?! pero había un inconveniente a lo lejos se acercaban como unos veinte más. Éso sólo significaba una cosa, problemas y más problemas. Agarré un hierro que tenía cerca y con él en mano pude abrirme paso. Como vimos que era prácticamente imposible vencerlos a todos decidimos huir. Cogí a Sara de la mano y sin pensarlo dos veces salimos a correr.
Sara se había valido por sí misma, era una mujer guerrera pero... Teníamos otro gran inconveniente. Le habían mordido... Aparte ya cojeaba del pie en resumidas cuentas había acabado muy mal.
Me duele mucho tener que decir ésto pero es la verdad, Sara no podía ir muy lejos. Era un hecho. Cansado y fatigado cogí a Sara en brazos y bajemos las escaleras. La cafetería estaba abierta aunque no era un lugar muy seguro nos servía de mientras venían a socorrernos, si es que iban a venir que éso es otra cosa. Pero no estaríamos solos. Seis zombies sedientos de sangre nos harían compañía.
Tumbé a Sara en el piso y lo primero que se me vino a la mente fue atrancar la puerta, si la atrancaba podía ganar un tiempo extra. Éso hice. Atranqué la puerta con un par de hierros que encontré. Ahora estábamos encerrados con seis muertos malolientes. En vista de que Sara no era capaz ni de ponerse en pie, agarré una silla y con ella en mano acabé fácilmente, con aquellos seres del infierno.
Sara tenía las horas contadas. Más temprano que tarde se reuniría con su amiga y compañera Tiffany... Y de nuevo no había absolutamente nada que yo pudiera hacer. Su muerte fue algo inevitable supongo. Tiffany y Sara eran íntimas amigas, las mejores de hecho, pero por razones del destino o tal vez malentendidos, acabaron divididas. Cada una por su lado... Es triste ver como las mejores amistades acaban a veces así... Cuando yo me ví con aquella silla, medio partida ,medio doblada, llena de sangre recapacité y volví en mí.
Tiré la silla lo más lejos que pude y fui a ver como seguía Sara. Había muerto y ni siquiera había podido escuchar sus últimas palabras... Ahora sólo me quedaba esperar. Tenía que esperar para darle "el golpe de gracia" ... Ya que ella no se pudo despedir de mí, yo me despedí de ella. Cuando se levantó fue a por mí, sentado en una silla la miré no quería hacerlo pero TENÍA QUE HACERLO.
Lo último que le dije antes de acabar con ella fue lo siguiente: "Por siempre te amaré. Hasta siempre Sara..."
[Fin de la historia...]
PD: Siento mucho de verdad no haber puesto a los demás personajes :( pero creo que la historia en sí ya es bastante larguilla :P ...