Wiki Creepypasta
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-¡Ari, espérame!- me voltee a ver quien era, realmente ya no quería mas sorpresas por ese día. Afortunadamente, solo era Javier. El también es mi amigo. Como dije antes, solo tengo dos. El siempre sale de su casa cuando ve que llega mi autobús. Lo ha hecho desde que él se graduó. Es tres años mayor pero eso no importa. El sabe cuanto odio el colegio y mucho mas el autobús. Siempre están tan atestados de gente. Me alegro verlo.
Al principio el tampoco me creía lo de Horacio, pero después lo hizo. Su abuelo lo convenció. El abuelo de Javier era un wata, un sacerdote indio. EL decía que yo podía ver. Aunque no se a que se refería con eso, pues el nunca me lo dijo. Murió hace tres años. Casi nunca hablaba, eso combinado con la gran cicatriz que atravesaba su mejilla izquierda y el ojo blanquecino que tenia le daban un aspecto verdaderamente terrorífico. Pero, el si me creía. La familia de Javier no practicaba su religión autóctona, a su madre no le agradaba. Yo nunca quise preguntar sobre eso.
El punto es que el viejo me creía. Decía que yo podía ver, también me dijo una vez que debía tener cuidado con lo que ronda en mi cabeza. Esto siempre me dejo pensando y al ver a Javier en este momento las palabras de su abuelo volvieron a mi. Tal vez tenía razón.
Todos los vecinos, mis padres incluidos, creían que era un viejo lunático. Yo nunca lo creí y tampoco Javier. Después de que su abuelo murió el quiso saber mas sobre el y empezó a estudiar el sacerdocio Miskito.
Caminamos en silencio hasta que entramos en mi casa.
-¿Te acuerdas de Horacio?- le pregunte a Javier mientras nos sentábamos en el sillón grande de mi sala.
-Si. No es algo que se olvide. ¿Por qué?- dijo mientras me miraba fijamente con sus grandes ojos cafés. No se por que, pero cuando hacia eso me ponía muy incomoda.
-¿Aún me crees?
-Si. Al principio no estaba seguro, pero el abuelo siempre sabia cosas. Cuando el decía algo siempre tenia razón. Y cuando murió empece a investigar un poco. Te lo conté.
-Solo dijiste que querías saber mas de la practica de tus ancestros o algo así, pero nunca me hablas de ello.
-No se si debería, pero es obvio que algo te paso. Lo presentía y si me estas preguntando esas cosas, algo paso- dijo severamente aun mirándome a los ojos.
-Me asustas.
-Es que el abuelo me dijo algo sobre vos. El dijo que debía cuidarte por que no podes enfrentar sola las cosas que rondan en tu cabeza. Se negó a decirme mas, dijo que estaba prohibido. Que yo tenía que averiguar.Y agrego, seriamente, que no te dijera nada hasta que yo pensara que era necesario. - ahora si que me asuste pero también tenia curiosidad.
-¿Y es cierto? ¿Qué es lo que ronda en mi cabeza?
-No se tanto. Pero, después de que murió encontré unos libros escritos con la letra del abuelo. Tenían información sobre las practicas ancestrales. Eran cosas raras, Ari. Los leí todos y había tantas cosas que no sabia. Seguí estudiando lo que pude, hasta conseguí que mi madre me contara algunas historias tradicionales. Pero, nunca lo considere como realidad. Pero, nunca pude hallarle sentido a lo tuyo. Tenia que ser real por que estabas convencida, sos así y la verdad te conocía y te conozco lo suficiente para saber que no estarías tan trabada en algo si no fuera real.
- ¿Y qué paso ahora? Tiene que haber algo mas, me lo estas diciendo todo por algo.
-Si hubo algo. Fue hace unos días. Cuando dormí en tu sofá. Va a sonar loco, pero es la verdad- pude ver la perturbación en sus ojos.
-Solo decime
-Tenia que ir al baño, así que me levante. Cuando me iba volver a acostar oí un ruido en tu cuarto. Entre y vi que ustedes estaban dormidas. Oí el ruido pero esta vez estaba detrás de mi- paro por un momento, como para recobrar el aliento.
-Javier...- el solo me abrazo. En ese momento comprendí la seriedad de la situación. Cuando hace esto algo seriamente le molesta- Podes decirme, yo soy la lunática aquí así que nada de lo que digas me va a hace pensar mal- dije mientras acomodaba mi cabeza en su pecho.El sonrió un poco, pero la preocupación nunca abandono su rostro.
- Me voltee, pero no vi nada. Fue lo que escuche después. Era un sonido palpitante. Se hacia mas fuerte. Era el latido de un corazón, estoy seguro. Y entonces ese olor a putrefacción. Estaba asustado pero recordé lo que el abuelo dijo sobre vos y las cosas en tu cabeza. Me senté en tu cama y te observe,estabas bien. Pero, Ester...- sentí que se me iba a parar el corazón cuando menciono a Ester, esto estaba muy mal- Ester ya no estaba. Ella siempre duerme en tu cuarto cuando nos quedamos. No estaba y el latido se hacia mas fuerte. Y entonces paro. Solo paro y sentí algo. Sentí que alguien me agarraba el cuello por detrás y entonces el dijo algo.
-¿Quien es el?
-No se, solo el hombre del sueño. No se quien es. El dijo: ¨Es mía, wata. Ustedes no pueden tenerla. La bruja no me encontrara¨. Entonces me soltó y estaba de vuelta en el sillón. Fui a despertarte y vi que Ester estaba allí y que todo estaba normal. Pensé que era un sueño y me sentí aliviado. Trate de olvidarme, pero era tan real. !Es una mierda!- se quedo callado un tiempo mordiendo su carnoso labio inferior. Ahora, al menos sabia que no estaba loca. Si había algo mal con Ester. Pero aun no sabia que significaba todo esto y Javier menos.
-¿Sabes que significa lo que te dijo?- pregunte después de un rato.
-No, pero creo que hablaba de mi. Me dijo ´wata´. Mi abuelo lo era y según lo que aprendí yo heredo ese titulo. Y lo de la bruja no se. Solo no se nada. Ya no se nada.
-Me pasa lo mismo- dije tomando aliento para contarle mi historia. Se lo conté todo. El me escucho con atencion, se escandalizo cuando le conté lo de Ester y el profesor. Cuando termine estábamos igual de confundidos. Al menos sabíamos que no estábamos delirando.
Después de discutirlo decidimos ir directo a la fuente. Todo parecía estar relacionado con Ester y de acuerdo con mis visiones, al amorío que tenia con el profesor Castro. Teníamos que confrontarla, al menos, con lo del profesor. Las visiones las dejaríamos para después.
Esto está tan mal.

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