Perdóname hermano

Perdóname hermano

Perdóname hermano, ¿Fue mi culpa por no haber sellado bien la puerta y la ventana? ¿Fue mi culpa por no recordarte que pase lo que pase no debías mirar hacia afuera? Eso ya no importa, mi corazón se detuvo cuando te vi abriendo la ventana para mirar a esa cosa, comencé a llorar cuando te diste la vuelta y tus ojos perdieron su color café para tornarse en un color inhumano con un patrón que solo había visto en  mis pesadillas, me desplome al ver como con una mirada perdida me decías “perdón”, y ahora estamos aquí, contigo amarrado a un poste como un animal gritando cosas que no entiendo e intentando morderme como un niño a un dulce, y aunque sé que esa cosa ya no eres tú, me cuesta mucho mirar al monstruo en que te convertiste; ahora estoy comenzando a introducir los cartuchos en mi escopeta dejando escapar las lágrimas, empiezo a escuchar más gritos similares a los que tu emites acercándose, apunto temblorosamente mi arma hacia ti para liberarte de lo que te hizo esa cosa, los demás han llegado los escucho en el piso de abajo buscando la manera de entrar, te miro, abro la ventana y observo a esos monstruos que alguna vez fueron personas mezclados con esas cosas llenas de tentáculos entrando a las casas y encendiendo sus luces de colores indescriptibles. Te miro una última vez, cierro mis ojos. Ya están aquí.

Perdóname hermano.