Wiki Creepypasta
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Ocurrió en Maryland, Estados Unidos, el chico de 15 años había llegado del colegio. En aquella época se utilizaba el Messenger, cuando se conectó a su cuenta vio que uno de sus compañeros de clase se conectó en ese momento.

Él dice que no pasaron ni 15 segundos cuando su compañero le escribió un mensaje que decía a secas:

«POR FAVOR, VEN»

El joven se extrañó y replicó al mensaje preguntando qué ocurría y por qué no fue al colegio. Al no recibir respuesta, escribió otro mensaje haciendo la misma pregunta y, después, otro más, pero, en media hora, no hubo replica, así que él, sin tener realmente nada que hacer, cogió la bicicleta, salió de su hogar y, ya que tenía pensado ir al centro comercial, pedaleó primero hasta la casa del chico. Total, no eran mas de 10 minutos (Hay que tener en cuenta que, en las pequeñas ciudades de Estados Unidos, los colegios están ubicados por vecindario. Por lo que es rarísimo que, en determinada escuela, estudie alguien que viva del otro lado de la ciudad, en especial porque allá todavía se estila el bus escolar que recoge a los pequeños en casa, por lo que procuran que todo esté organizado).

Al llegar por fin al frente de la casa de su compañero, el joven se encuentra con algo que no le gustó. La puerta de la casa esta entreabierta y, por el resquicio, se veía que adentro estaba oscuro. Dejó la bicicleta tirada en la grama y se quedó ahí un rato pensando qué hacer, no quería acercarse, aunque, finalmente, lo hizo.

Tocó el timbre, pero nadie acudió. Empujó la puerta (Describe la escena con detalles increíbles, como que recuerda que olía feo y el ambiente era pesado). Apenas dio un paso adelante lo vislumbró allá en el comedor. Unas piernas de mujer en el piso. Cuenta que el susto que se llevó fue increíble. El corazón le bailó en el pecho con tal fuerza que él dice que le dolió. Se dio media vuelta y, sin ni siquiera pensar en coger el mismo su celular y hacer algo, salió corriendo.

Volvió a su casa pedaleando a todo lo que sus piernas daban y le contó a su mamá lo que vio. La señora llamó al 911.

Resulta que había tres victimas en el domicilio que conformaban la familia entera: el papá, la mamá y el compañero del joven. Todos asesinados por balas calibre 38, habían sido robados en su propia casa y el papá había intentado defenderse con su propia arma de fuego. La cosa obviamente no salió bien.

Pero el problema empieza acá: la policía comenzó a interrogar al chico y en determinado momento se pusieron incluso oscos con él hasta el punto de amenazar a sus padres con una orden de allanamiento, resulta que no les gustaba la historia del joven y pronto se enteraron por qué. Resulta que los asesinatos incluida la muerte del compañero de clases del chico habían ocurrido la noche anterior de aquella conversación por Messenger.

Pero el muchacho accedió a que revisara su computadora de buena gana, el historial de conversación estaba ahí y, sin darle más vueltas, dejaron en paz al joven de 15 años.

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