Escribo esto esperando que alguien lo lea, no he podido dormir en varios días y sinceramente estoy al borde del suicido. Esto es lo más aterrador que me ha pasado en mi maldita vida.
Bien, lo que me ocurrió no fue una experiencia paranormal ni nada por el estilo, sino una viendo un episodio de una serie animada.
No estoy loco, pero créanme cuando les digo que mi cordura cada día es más escasa. No puedo dormir, no puedo estar tranquilo. Mi alma está siendo atormentada. A veces, siento que debería matarme y dejar este mundo. Sólo quiero morir, prefiero una eternidad en el infierno que tener que seguir recordando toda esta mierda.
Yo me defino como una persona nostálgica. Las caricaturas siempre han sido mi adicción, muchos me dicen que soy inmaduro, pero a mí no me importa la opinión del resto. Tengo 21 años pero mi espíritu sigue siendo el de un niño. Las series animadas y sus personajes eran mis mejores amigos.
Me despertaba temprano todos los fines de semana para ver mis series favoritas, debo reconocer que mi adicción era tal que, en ocasiones, no prestaba atención en clases y era víctima de burlas porque sólo pensaba y hablaba de caricaturas, pero yo prefiero ser un “niño grande” a ser un maricón amargado que solamente piensa en los estudios y su puto futuro.
Hace poco me mudé a una nueva casa. Fue porque necesitaba un cambio de aires, irme a un lugar más tranquilo y lejos del molesto ruido de la ciudad. La odio. Me parece una cárcel, un lugar donde vives constantemente preocupado de cosas insignificantes como el miedo de que alguien entre a tu hogar mientras duermes o te suceda algo en medio de las calles.
Llevaba 3 días allí y decidí dar una vuelta por el barrio, además, era una mañana hermosa, había un aire que daba gusto respirar, no habían ruidos molestos. Todo estaba tranquilo.
Caminé exactamente 10 calles, cuando me encontré con una venta de garaje. Había muy poca gente y fui a hechar un vistazo para ver si había algo bueno entre toda esa jodida basura que tenían a la venta.
Mientras observaba las cosas que estaban en una mesa, me percaté que al lado había una caja llena de DVDs de series animadas. La mayoría con su carátula respectiva.
Encontré grandes joyas de mi niñez, series que me dieron innumerables horas de entretenimiento, series como “La vaca y el pollito”, “Hey, Arnold!” y muchas más estaban ahí. Las tomé en mis brazos, deleitado por encontrar todas esas buenas antigüedades.
Al fondo de la caja, había algo que captó mi atención. Estaba en su empaque, la carátula se hallaba muy dañada, parecía rasguñada por un gato. Al verla bien, me di cuenta que era de la serie de Nickelodeon “La Robot Adolescente”. A esa serie le guardo un especial cariño porque recuerdo que la veía todos los fines de semana con mi hermano, el cual ya no está aquí porque murió de un ataque al corazón.
Esa serie es una pieza clave de mi amor por las caricaturas. No me importó su estado y la tomé. Verifiqué que el disco estuviera en buenas condiciones, todo estaba bien, salvo la carátula.
Un hombre de edad ya avanzada se me acercó y preguntó si me voy a llevar la caja con todas esas viejas reliquias de mi niñez. Le respondí que sí y amablemente el hombre carga los objetos hasta mi auto, se despide y se va.
Cuando llegué a mi casa, hice un café y me dispuse a ver todas esas viejas caricaturas, fue un viaje lleno de nostalgia, me sentí como un niño otra vez. Después de ver un montón de series, opté por ver la que me hizo amar todo esto. Saqué el disco de “La Robot Adolescente” y me dispuse a revivir todas esas viejas alegrías.
Cuando el reproductor empezó a correr el disco, me apareció un mensaje escrito con letras rojas que decía “APAGA EL TELEVISOR AHORA”. Me sorprendió porque era una advertencia, me lamento no haber hecho caso en el momento, pero mi amor por esa serie pudo más, o eso creía.
Luego de que apareciera ese mensaje en mi televisor, todo se tranquilizó. Apareció la introducción. Personalmente, amo la canción de la misma, la he cantado más de una vez, incluso la llegué a tener como tono de llamada. En fin, todo bien, pero cuando se reveló el nombre del episodio. Se veía un fondo rojo que parecía sangre y se apreciaba unas letras blancas que decían “La Ultima Oportunidad de Sheldon”. Estaba perturbado, pero decidí qué tan lejos podía llegar esta mierda.
Luego apareció el capítulo en cuestión, todos estaban en la escuela, estaba Jenny y Brad en los casilleros, conversando sobre su día.
A lo lejos estaba Sheldon. Yo siempre me he identificado con ese personaje, por la sencilla razón de que yo también siempre fracaso en mis intentos amorosos. Sin embargo, Sheldon tenía una mirada perturbadora, como si fuera un asesino serial. Hablaba como si estuviera comiendo vidrios, miraba fijamente a Jenny y susurraba “Serás mía, no me importa el precio que deba pagar por tu amor”. Al decir esto se alejó y desapareció.
Luego, la pantalla se volvió negra y se podía escuchar una risa malévola, de fondo se oía como si estuvieran machacando carne. Todo esto a volumen muy alto, lo cual me asustó bastante. La risa se ponía cada vez más malvada, como si se tratara de un psicópata depravado. Cuando todo eso paró, se empezó a escuchar una frase en código morse. Duró, aproximadamente, 5 minutos y después apareció una frase que decía “Pobre es el hombre que sufre en silencio por algo insignificante”.
El episodio continuó con todos saliendo de la escuela. Sheldon estaba escondido en los arbustos, tenía una mirada peor que la anterior, como si estuviera poseído. Susurraba algo pero no se le entendía, hablaba en una lengua extraña, lo único que le pude entender fue que dijo algo relacionado con el amor y la venganza.
Cuando salió Jenny, éste cambio su cara de inmediato, mostrando una bipolaridad de vértigo. Ahora tenía una cara risueña. Esto duró poco, ya que apareció Brad y volvió a mostrar su cara de asesino. Éstos hablaban en voz baja, con Sheldon sólo observando.
Brad tomó las manos de Jenny, y Sheldon se volvió loco de ira. De nuevo, empezó a hablar en una lengua extraña, decía palabras al revés, como si se tratara de mensajes subliminales. Luego, Jenny se va y Brad queda solo. Al verlo desprotegido, Sheldon lo golpeó con una pala y cayó al suelo, después se enfoca al cuerpo de Brad inerte en el piso.
Cuando Brad despertó, se vio amarrado con alambre de púas a una silla y con los ojos vendados. Sus gritos se escuchaban bastante realistas, se retorcía en su asiento pero el alambre de púas lo lastimaba y se podía ver cómo su sangre caía al suelo. En breve, apareció Sheldon con un taladro en las manos y le dice “Ahora ya no me causarás más problemas, hijo de perra”, después se enfoca a Brad retorciéndose y lastimándose gravemente con el alambre de púas con el que estaba amarrado. Sheldon soltó una risa psicópata y le arrancó la venda de los ojos. Brad le gritó “Estas enfermo” y Sheldon lo tomó del cuello y, mirándole fijamente a los ojos, le dijo “Entre Jenny y yo hay un solo obstáculo, eres tú”.
Después de decirle eso, introdujo el taladro en uno de los ojos de Brad y empezó a torturarlo de manera bestial. Sus gritos eran desgarradores y se podía oír que, de fondo, alguien repetía la frase “Mors probat caritatem tuam” cada vez que Sheldon introducía el taladro más y más profundo. Yo estaba horrorizado, incluso lloré al ver esa escena. Mis nervios estaban destrozados, pero por alguna maldita razón no quería dejar de ver esta mierda. No sé qué extraño sentimiento me dominó para que siguiera viendo esta tortura visual. Dios mío, no podía soportarlo. Sus gritos eran sumamente realistas, la sangre salpicaba. Se escuchaba esa maldita frase (“Mors probat caritatem tuam”) cada vez más fuerte, me tapé los oídos con la almohada del sillón. Sólo me limité a ver cómo Sheldon le perforó los ojos a Brad y, después, no satisfecho con eso, empezó a despellejarlo.
Luego de esa brutal escena, Sheldon salió del lugar donde llevó a cabo su brutal homicidio (era una bodega de herramientas) y sale cubierto de sangre, ni siquiera se limpió. Cuando caminaba dejaba pisadas con sangre, ahora tenía un rostro más alegre. Se dirigió a una casa, que en efecto, era la de Jenny.
Sheldon se asomó a una ventana y vio a Jenny hablando por teléfono. Ella reía y se sonrojaba. Sheldon puso una cara depresiva, que con tan solamente verla tú también te deprimirías y no estoy exagerando. Él se dirigió hacia la puerta y estaba a punto de tocar el timbre, pero algo se lo impedía. Lo miraba fijamente, le sudaban las manos, se le veía aterrorizado, después rompió en llanto y se fue gritando “No puedo hacerlo”.
Llegó a su casa, todavía cubierto de sangre y se tapó con una frazada. Se le veía mentalmente inestable, su llanto no cesaba, entre lágrimas susurró “no soy un hombre, soy un gusano” y se largó a llorar otra vez. Mientras lloriqueaba, en el fondo apareció un vídeo de un hombre con un niño pequeño. Era un jodido vídeo snuff donde el hombre masacraba al niño clavándole un cuchillo reiteradas veces en la cabeza. Entre el vídeo como fondo y los llantos de Sheldon, terminaron por asquearme (más que nada por el vídeo) y vomité en el suelo. Estaba lleno de terror, helado de miedo. Cerraba y abría los ojos creyendo que esto era una pesadilla pero era inútil.
Después, Sheldon se levantó y dijo “El tiempo se agota”. De repente, mete las manos en su polerón (chaqueta) y sacó una bolsa negra. La escena terminó con Sheldon diciendo “Llegó la hora”.
El episodio siguió con Sheldon entrando a la casa de Jenny, ya de noche. Caminaba sigilosamente por los pasillos hasta llegar al cuarto de Jenny. Sheldon, al entrar, la encontró durmiendo. Se le acercó sin pronunciar ruido y empezó a tocarla suavemente como si quisiera violarla. Su miraba era de la más vil y ruin depravación, como si se tratase de un violador.
Jenny despierta y se horroriza al verlo, comenzando a gritar, Sheldon le dice que no grite y ella le responde “¿tú qué haces aquí?”. Él la tomó de la cintura y le dijo “te amo”. Jenny lo empujó y lo amenazó con golpearlo, entonces Sheldon muestra la bolsa negra que se había mostrado anteriormente, y saca de ella la cabeza de Brad, y no sólo eso, también revela un brazo, su torso, etcétera.
Jenny empieza a gritar y Sheldon le dice “Ahora nada puede impedir que estemos juntos”. La robot, asustada, le exclama que ella nunca podrá amarlo, entonces él comienza a llorar. Esta vez peor que la anterior, empezando a brotar sangre de sus ojos y se escuchan sus gritos con un volumen extremadamente alto.
Cuando acabó de gritar, rompe una lámpara y empieza a cortarse los brazos con los pedazos. Se escucha cómo los mismos atraviesan su carne, sangrando y ese rojizo líquido cae al suelo. Nace una hemorragia y grita como un loco. Jenny intenta calmarlo pero Sheldon la abraza y le dice “Quería darte un obsequio, no tenía dinero para comprarte algo, Jenny, pero ya veo que entre ambos no existe nada. Yo y mis putos sentimientos me dominaron, si yo muero tú serás feliz, Jenny. Ese será mi obsequio”. Sheldon sujetó un pedazo de la lámpara rota y se lo clava en la garganta, muriendo y dejando un enorme charco de sangre.
Yo estaba con los nervios hechos pedazos y llorando. El miedo me dominaba, me encontraba aterrado, quería morir. Para mi desgracia, se empiezan a oír gritos de mujer bastante reales. Se puede escuchar cómo la mujer lloraba y pedía perdón, no sé por qué, pero lo hacía.
Cuando toda esa mierda se calló, aprecio un vídeo casero. Se podía oír a un hombre diciendo “¿Está grabando?”, luego la cámara se mueve bastante hasta quedarse quieta en un lugar. Lo que enfocaba era a un hombre vestido igual que Sheldon, atrás se apreciaba varias fotos de Jenny. El sujeto explicaba que su salud mental no estaba muy bien, eso se podía notar por su cara. Se podía escuchar a alguien hablando como si tuviera algo en la boca. Después de eso, él agarra la cámara y se ve a un hombre amarrado en una cama con un calcetín en la boca. El sujeto dice que él es su “rival”, tomó una tijera y empieza a apuñarlo en la pierna. No contento con eso, empuñó un cuchillo enorme y se lo clavó en la frente. Se podía oír la risa del hombre y lo peor es que, después de matarlo y torturarlo, le corta la lengua y se la come.
Después de esa horrible mierda, finalizó este jodido tormento. Lo primero que pasó por mi cabeza fue ir hasta la casa donde compré todos estos malditos DVDs. Salí de mi hogar y fui hasta allí y golpeé la puerta como un loco. El que me abrió la puerta era ese viejo, lo tomé del cuello y le grite preguntándole qué mierda era eso. Me respondió que no sabía de lo que yo le hablaba. Entonces, a punta de insultos, le expliqué lo que me ocurrió.
Dijo que su hijo, que es policía, se lo dio. Me relató que ese disco lo encontraron en una escena del crimen de un asesinato donde un hombre amarrado a una cama fue apuñalado reiteradas veces, que el homicida estaba obsesionado con una caricatura sobre una robot. Fue donde entendí todo: ese maldito psicópata había grabado su masacre, y grabó todo en el disco de la jodida serie. Sin embargo, tenía otra duda. Le pregunté cómo su hijo había conseguido una copia de este capítulo en específico. Él me dijo que él le contó que un amigo del homicida trabajaba en Nickelodeon, y que cuando la cadena se enteró que tenia contacto con un asesino lo despidieron, así que en venganza grabó una copia del episodio. Ese capítulo se pensaba transmitir, con el fin de atraer público más adulto, pero Nickelodeon ordenó que ese episodio jamás viera la luz. El asesino miraba la serie, así que él le dio el DVD. Él estaba obsesionado con esa caricatura, el amigo lo sabía, pero aun así se lo regaló.
Cuando alcancé mi casa, tomé el DVD y lo quemé. Estoy aterrado, no puedo dormir, recuerdo todo, a Sheldon asesinando a Brad, a Jenny gritando, todo, recuerdo todo, incluso las frases, esa jodida frase “Mors probat caritatem tuam”. ¿Qué mierda significa eso? Dios mío, mi cordura está dañada, pero tampoco soy un imbécil y cobarde para recurrir al suicidio. Voy al psicólogo cada tanto con el fin de superar este episodio de mi vida.
¿Le habré hecho un favor al mundo destruyendo eso?
La tarjeta de titulo del episodio