Respira. Expira. Sigue respirando. Tan solo sigue respirando. Tengo que recordar hacerlo. Es importante. Sentada en la clase de lengua, escuchando como las otras chicas hablan de mí, poniéndome nombres. Respira. Expira. Sigue respirando. Los chicos nunca se me acercan porque soy extraña. Excepto por Jeremy. Siempre es amable conmigo. Respira. Expira. Sigue respirando. Su novia, Nikki, se piensa que intenté “quitarle a su chico”. Se mete conmigo y me llama zorra. Tan solo estoy intentando sobrevivir. Tan solo sigue respirando. Me hizo una encerrona en una esquina y me amenazó para que estuviera lejos de él. Me empujó y yo caí. Vi el destello del metal junto a mi cara cuando ella se agachó. Me dijo que si no me estaba lejos sería mucho más persuasiva. Tan sólo sigue respirando.
Al día siguiente Jeremy se acercó a mí tras la clase. Me trajo un libro que había perdido tras el encuentro con Nikki. Se acercó aún más a mí. Tengo que recordar respirar. Seguir respirando. Tan solo sigue respirando. Nikki se dio cuenta de esto y se dio cuenta también de que yo me había dado cuenta. Recordé lo que había pasado ayer y dije que me iba a casa. Sigue respirando. Nikki me alcanzó fuera y me empujó contra la pared. Ella empezó a empujarme contra los ladrillos y a gritar que me había advertido.
Me recuerdo a mí misma seguir respirando. No me di cuenta cuando me apuñaló en el pecho. Solo me percaté de su horrible expresión mirándome. Miré abajo para ver el cuchillo clavado en mi cuerpo. Lo saqué afuera parcialmente cubierto de sangre coagulada. Agarré del cuello de Nikki y la levanté. Empezó a gritar y a patear durante unos segundos, pero la deje caer cuando dejó de moverse.
Es tan difícil actuar con vida cuando no necesitas respirar.