Alguna vez te has preguntado ¿Que hay después de la muerte? ¿Adónde vamos cuando morimos?
Probablemente si crees en distintas religiones pensarás que después de la muerte te aguarda el cielo, el infierno, o inclusive el purgatorio... Lamento decirte que ¡No!...
De seguro has oído testimonios de personas que dicen haber muerto y vuelto a la vida, personas que aseguran que al morir pasaron por el cielo, el infierno y otros lugares, lamento decirte amigo que nada de eso es cierto...
¿Porque te digo que no? Simple, yo viví en carne propia lo que sigue después de la muerte, y te puedo asegurar que no es nada bonito.
Mi nombre es Richard Allen, tengo 19 años, solía trabajar de día en un aburrido empleo de medio tiempo como mesero en un bar para pagar mis estudios universitarios, me fui de casa a los 18, vivía en un apartamento, mis padres y mi hermana venían a visitarme cada fin de semana, en las noches estudiaba en una universidad.
Una noche al salir de la universidad, unos amigos me convencieron de ir a un lago que quedaba cerca, donde había un gran tanque donde pondríamos montarnos y después zambullirnos al agua, éramos 4 personas, Alan, Ian, Troy y yo, estábamos emocionados por hacer el salto, pero algo andaba mal, justo abajo del tanque habían un montón de ramas y troncos que estaban en el lago, teníamos que tomar impulso y saltar para evitar caer encima de las ramas, si caíamos ahí podríamos cortarnos y hacernos mucho daño, el primero en saltar fue Ian, que estaba ansioso por hacerlo, tomo mucho impulso y salto, cayo de barriga al agua, al percatarnos que estaba bien nos comenzamos a reír, el segundo en saltar fue Alan que practicaba clavados así que era de esperarse que se lanzara como todo un profesional, y así fue, tomo un leve impulso y salto al agua perfectamente, el siguiente iba a ser Troy pero estaba asustado, él siempre fue el más cobarde, así que yo le dije: "Atrás saltare primero niña", tome impulso, corrí hacia la orilla del tanque, y cuando iba a saltar... Resbale, caí dentro de las ramas y como iba con fuerza me hundí, cuando trate de subir a la superficie las ramas impedían que saliera, trate de nadar a los lados pero los troncos me impedían salir, estaba atrapado, mis pulmones no aguantaban, por la desesperación abrí la boca y trague bocanadas de agua, lo que hizo que me ahogara y entre comillas "muriera".
Según me contaron, mis amigos intentaron sacar las ramas para rescatarme pero ya era demasiado tarde, yo ya había muerto.
Siempre fui una persona que no era devota a dios así que no creía en el cielo, pero por alguna razón creía en el infierno y según yo pensé que iría a allí, el infierno es un paraíso en comparación a la realidad.
La realidad es que... Después de la muerte no hay absolutamente nada, cuando morí estaba completamente solo con mis pensamientos, no puedes ver nada más que oscuridad y no puedes oír nada más que tus pensamientos es una oscuridad plagada de sentimientos, de ideas, de sueños frustrados que ya no podrían realizarse. Pensaba en tantas cosas que pude haber dicho y hecho, pensaba en las cosas que nunca le dije a mis seres queridos, que nunca le dije lo que sentía a la chica que me gustaba, nunca le dije a mis amigos lo que eran realmente para mí, nunca les agradecí por lo que hicieron por mí...
Me preguntaba si después de este sufrimiento seguía algo más, o si ese era el fin, estaba desesperado, loco, estaba...No sabría decir cómo me sentía, millones de sentimientos, pensamientos, ideas llegaban a mí, me sentía impotente y me dije a mi mismo ¿esto será eterno?
Esto es lo último que recuerdo de ese momento, luego sentí nuevamente mi cuerpo, sentía el latido de mi corazón, ese hermoso sonido, sentí mis ojos, sentí como se abrían; la luz me cegaba, pero al fin podía captar imágenes, pude ver a una mujer vestida de blanco, era una enfermera, mis oídos captaban solamente pitidos para luego escuchar: ¡Está vivo! Volví a dormirme, y cuando desperté estaban mi madre, padre y hermana a mi lado, llorando conmovidos porque según ellos lo que pasaba era un milagro.
Ellos se tomaron su tiempo para explicarme lo sucedido, me dijeron que cuando me ahogue me trajeron a ese hospital y me conectaron a un respirador, los doctores hicieron lo que pudieron pero era tarde, ellos decidieron dejarme conectado con la esperanza de que yo volviera a la vida, y así fue el milagro ocurrido.
Me tomo 6 meses adaptarme de nuevo a mi vida cotidiana, mis padres dijeron que dure muerto 9 días, 9 días que para mí fueron eternos, decidí no contarle nada de lo que viví a mi familia, pero a diario me pregunto, yo sólo pase 9 días en ese infierno ¿cómo la estarán pasando las personas que llevan ahí desde el principio de los tiempos, en ese sitio donde solo quedan los pensamientos y sueños frustrados esperando que acabe su suplicio? Aunque tu cuerpo sea desmembrado, cremado y de ti solo queden cenizas, te hallaras en la misma posición que yo, todo habrá acabado estarás así, en ese estado, tú y tu desesperación hasta el final de los tiempos, o incluso más...