Se suponía que seria un hermoso día soleado... Eso es lo que el reporte del clima había dicho. Pero ahí estaba yo, caminando bajo un nubloso y gris cielo. Sabía que iba a llover, me sorprendió que aún no había empezado a llover en ese momento. Estaba realmente frío, el viento soplaba y estaba muy oscuro; incluso si era alrededor de las 3 o 4 de la tarde. Había estado caminando por horas. Si lo recuerdo correctamente, me perdí alrededor de las 11 de la mañana.
El grupo continuó avanzando sin darse cuenta que mi mochila se había caído y todas mis cosas se habían dispersado en el piso. Ahora que lo pienso, ¿les pedí que me esperaran? No estoy seguro, pero si no, realmente lo lamento... Me pregunto cuánto tiempo estuvieron buscándome antes de llamar a la policía.
Con un grupo de amigos habíamos ido a un pequeño tour alrededor de Europa. Inmediatamente después de llegar al pueblo decidimos ir a explorar el bosque. Estaba este bosque que era realmente popular y enorme. Decían que nadie había terminado de explorarlo por completo, por lo que era una atracción turística para aquellos que gustaran de las aventuras y exploraciones. Aunque había límites para los visitantes, pero eso era para que menos gente se perdiera. El día siguiente a nuestra llegada, alrededor de las 8 de la mañana salimos, todos con una mochila llena de botellas de agua y comida, porque habíamos planeado almorzar en el bosque y regresar al hotel cerca de las 2 de la tarde.
Pero me perdí. Aún peor, perdí mi brújula cuando mi mochila se cayó. Cuando me di cuenta que mis amigos se habían ido, traté de llamarlos, pero no había señal; ahora la batería había muerto. Estaba tan cansado que dejé de preguntarme si me había pasado de los límites de la zona disponible para explorar, aunque no dejé de sentirme aterrado.
¿Qué tal si nunca me encontraban? ¿O si un animal salvaje aparecía y me atacaba? No se había que había animales salvajes en el bosque, al menos en la zona segura... Ya me había comido toda mi comida, no había empacado mucha debido al hecho de que yo era el encargado de llevar las boquitas.
Eran Zack y Mónica los que cargaban los sándwiches... Acerca del agua... Solo me quedaban un par de tragos in la ultima botella. Así que estaba muy preocupado, mas caminaba, peor se volvía mi hambre. Mi garganta estaba reseca, pero quería conservar el agua para mas tarde, en caso que tuviera que quedarme a dormir en el bosque.
De repente, escuché el fuerte sonido de un trueno cerca del lugar adonde estaba. Me despertó como una inyección de adrenalina y comencé a correr. Estaba harto del bosque, solo quería volver a casa. De repente me caí al piso. Mientras me levantaba me di cuenta de que el piso era diferente al piso de un bosque, estaba de alguna forma limpio. Empecé a gritar de felicidad cuando me di cuenta de que era un camino. Bebí la mitad del agua que me quedaba. Y, después de decidir que camino tomar, entre derecha e izquierda, seguí el camino.
Empezó a llover. Mas tiempo pasaba mas oscuro se volvía, al punto en el que no podía ver bien a la distancia, todo se volvía oscuro y se transformaba en sombras. Caminé con cuidado mientras temblaba del frío y del miedo mezclado con ansiedad. Cuando, de repente, logré distinguir una gran sombra.
Me acerqué para ver efectivamente una pared, la seguí, pensando que era una casa y que estaba salvado, hasta que me encontré enfrente de un grande y oxidado portón abierto. Un rayo iluminó el cielo sobre un pequeño pueblo en ruinas dentro de los muros. Me dolió el pecho en desilusión, mientras mi moral caía al piso. Suspire pensando que al menos podía encontrar refugio de la tormenta, y un lugar para dormir hasta la mañana. Cuando el sol saliera, continuaría caminando.
Caminé dentro del pequeño pueblo con cuidado para no caerme. Mientras me acercaba a las casas pude ver cuán dañadas estaban. Recuerdo pensar que este era realmente un pueblo abandonado sacado de una película de terror. Empecé a oír susurros un poco lejos frente a mí, fuera de los límites de mi vista. Me detuve, debatiendo en mi mente si era mi imaginación o había alguien ahí susurrando. Una cosa era segura, estaba aterrado.
De repente, un rayo iluminó la escena, dejándome ver 4 pequeños niños enfrente de mí. Fue muy rápido, pero creí haber visto que sus ojos eran negros. Di un paso para atrás y los oí riendo, mientras un trueno resonaba en mis oídos, estaba deseando que fuera solo mi imaginación volviéndose loca. Continúe retrocediendo, sin darles la espalda, cuando otro rayo vino a hacerme gritar. Esta vez pude ver claramente sus rostros, sus ojos eran negros, con una pupila blanca.
Estaban llorando pero sus lágrimas eran negras también. La piel de aquellos niños era de un fantasmagórico tono blanco pasando a ser gris claro o celeste claro. Desde debajo de sus narices hasta sus barbillas, la piel estaba completamente desgarrada, dejando ver uno enormes colmillos. Me caí de espaldas y, cuando trate de levantarme, vi a uno de ellos, un niño con pelo negro, tendiéndome su mano. Me paralicé, solo mirando a ese pequeño y monstruoso niño, mientras el me miraba de regreso. Nos quedamos así unos segundos hasta que él dijo:
-¿Qué pasa? ¿No te quieres levantar?
-¿¡Q-qué eres?!-pregunté temblando.
-¡Somos tus nuevos compañeros de juego!-dijo una niña con el pelo rojizo mientras se acercaba.- Vas a jugar, ¿no?
No pude contestar, completamente paralizado debido al hecho de que estaba rodeado por estos "niños". El niño de pelo negro dejó de tenderme la mano. A su lado se paró una niña pequeña y rubia. Y al par de la otra niña se paro un pequeño niño con el pelo café. Estaban esperando una respuesta, pero yo no podía emitir sonido alguno. La chica de pelo rojo, quien parecía la mayor junto con el chico de pelo negro, finalmente preguntó:
-¿Cuál es tu nombre? ¿Sabes cómo hablar?
-¡Claro que puede! ¡Habló hace un momento!-dijo el niño de pelo negro.
-¿Entonces por qué no nos responde?-preguntó el niño de pelo café.
-No lo sé-respondió el otro niño.
-¿Puedes oírnos?-pregunto la pelirroja mirándome. Tragué saliva y moví la cabeza en señal de afirmación.
-¿Entonces cuál es tu nombre?-preguntaron los 4 a coro.
-S-Sam-balbuceé.
-Bien, Sam, ¡juguemos al escondite!-dijo la pelirroja satisfecha.
-¡Sí! ¿Quién busca?-preguntó la rubia.
-¡Yo!-dijo el moreno.
-¡Okay! Recuerden, ¡el primero que atrapen pierde los ojos!
Tuve un escalofrío.
- ¡Okay!-aceptaron los otros.
- Voy a empezar a contar, escóndanse-dijo el moreno mientras se cubría los ojos-. Uno... Dos...
Los otros niños salieron corriendo buscando un lugar donde esconderse. Yo, en cambio, me quedé tirado en el piso, estaba aterrorizado. Cuando el niño llegó a 5, entré en pánico, me paré y salí corriendo. Fui directo hacia el portón, pero estaba muy oscuro y tropecé con algo. Sentí un dolor fuerte en el tobillo derecho. Mientras trataba de levantarme escuché la voz del niño gritar:
- ¡Diez! ¡Listos o no, ahí voy!
Lo vi voltear a todos lados mientras corría. Empecé a llorar cuando sus ojos se detuvieron en mi. El comenzó a gritar "¡Te encontré! ¡Te encontré!" mientras corría hacia mi. Me levante rápidamente, ignorando la fatiga y el dolor, corrí.
No importaba que estuviera tan oscuro que no podía ver delante de mi, corrí tan rápido como pude. De repente el niño de pelo café apareció frente a mi. Lo esquive rápidamente, solo para chocar contra un árbol.
Cuando me desperté, estaba acostado en una cama. Lo sabía debido a la suavidad del colchón. Pero todo estaba oscuro, no podía ver nada. Me sentía terrible, estaba cansado y todo el cuerpo me dolía, especialmente mi pie derecho, mi cabeza y mi rostro. Entonces oí una voz femenina a la par mía.
-¿Estás despierto?
-¿En dónde estoy?-pregunté como respuesta.
-Estás en el hospital. Una pareja te encontró cerca de los limites de la zona pública del bosque. Te trajeron aquí.
- ¿Por qué no puedo ver nada?
- Acerca de eso... Ya no tienes ojos. Parece que una bestia o algo te los quitó.
Dejé de respirar al oír eso.
-Pero no te preocupes, tus hermanos menores están bien. Están esperando que te mejores para jugar de nuevo contigo. Pero ahora están jugando con otra enfermera.
Empecé a respirar pesadamente cuando de repente oímos los gritos de una mujer.
Ese día, una enfermera se suicidó saltando de la ventana del hospital, nadie supo la razón de por qué lo hizo. San fue internado en un manicomio después de esta triste experiencia. A pesar de los hechos, nadie le creyó. ¿Quiénes eran esos niños que se encontraban con él? Eso es aún un misterio, pero hay testigos de su existencia.
The Playmates (Los Compañeros de Juego) creado por Lou Caritas (Mlle. Caritas)